SI, YA ES común escuchar en todos lados que Javier Duarte de Ochoa no puede estar tan perdido.

Hay muchas razones de por medio para pensar que el ex gobernador podría estar en manos de la autoridad, pero que, como también se dijo en varias ocasiones, es un asunto que todavía no se puede revelar.

Recordando, solamente, que el actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, trajo como bandera política la promesa de encarcelar a Duarte, así como a todos aquellos funcionarios del pasado, que se habían enriquecido durante la pasada administración.

Fue tanto el impacto político, que los resultados electorales, beneficiaron al hoy mandatario veracruzano, porque había tanto enojo entre el pueblo, que los votos fueron bastante holgados para quien hoy detenta el poder constitucional en Veracruz.

Bajo estas consideraciones, los veracruzanos, dieron toda la confianza a Yunes Linares, quien juró y perjuró que de inmediato detendría a Duarte, para dejarlo en la cárcel por muchos años.

Así se dio el escenario político electoral y, consecuentemente, ganó Yunes Linares, con tantos votos que cualquier impugnación, como las que se hicieron posteriormente, no caminaron para nada.

¿Pero, que ha pasado desde ese entonces, cuando se realizaba la campaña política?

Pues nada, solamente, se recuperaron algo así como cuatrocientos millones de pesos, que la misma autoridad federal, hizo entrega al gobierno estatal, allá por el mes de diciembre, cuando las condiciones económicas de la administración, eran críticas por la cercanía del fin de año y por lo tanto, el cumplimiento con los trabajadores al servicio del estado, a los cuales había que pagarles el aguinaldo y otras prestaciones.

Así se fueron dando los tiempos, más bien entre dimes y diretes, cuando en realidad, el asunto que ocupaba las mentes de los veracruzanos, que era la aprehensión de Javier Duarte de Ochoa, no llegaba.

Y pues, hasta la fecha, no ha llegado.

Hay que entender, en principio, que Miguel Ángel Yunes Linares, quería ver tras las rejas a Javier Duarte, y su gente, más que recuperar y castigar a quienes robaron el patrimonio, era el interés de fortalecer su proyecto político de ocho años, precisamente, dando el golpe de timón, con la aprehensión del ex gobernador.

Esto lo vio la federación a tiempo. Lo pensó con toda precisión, de tal manera que ante la proximidad del proceso electoral para la sucesión gubernamental, así como para la sucesión presidencial, era sumamente peligroso detener a Duarte.

El peligro, sin duda, era de corte político, y no precisamente por el temor de que el ex gobernador veracruzano, llegara decir muchas cosas que podría tener guardadas para cuando llegara el momento de su defensa.

A eso, no le tiene miedo la federación.

Más bien, el temor, por cierto fundado, era de que se pudiera dar un mayor crecimiento del poder político de un partido, que coaligado con el PRD, pudiera hacer más daño a una intención de la clase política priistas, para mantener el poder que tiene ahora en el mando nacional.

Miguel Ángel Yunes Linares pudiera haberse adjudicado, ante los veracruzanos, la detención de Duarte, aún cuando esta acción la llevara a cabo la federación a través de la Procuraduría General de la República.

De cualquier manera, el asunto está en que Duarte, pudiera estar debidamente guardado y custodiado hasta en tanto no pase el proceso electoral federal, bajo los resultados que sean.

Esto, así parece y es la percepción que más acepta en este momento, la propia opinión pública general.


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UNA VEZ DETENIDO, Mauricio Audirac Murillo tendrá que defenderse de los cargos que se le imputan, en los personal, pues en materia de información sobre otros datos que pudiera aportar, es posible que no diga nada, pues su aprehensión se debe, de la misma manera, a la información, que en tiempo y forma fue proporcionada al propio gobernador.

Hay que recordar que Audirac Murillo, no fue procesado antes, porque el mismo ex gobernador lo protegió, pero los expedientes ya habían sido integrados debidamente por la Contraloría General del estado, y puestos a disposición de la Fiscalía General

Pero algo pasó de última hora y el ex secretario de Finanzas y Planeación, solo fue castigado con la inhabilitación para ocupar cargo público, por un periodo de diez años, lo que no representó para el ahora detenido, ninguna preocupación, porque tenía funcionando su despacho particular que le proporciona buenas ganancias, además de lo que, en documentos consta, que se llevó del patrimonio estatal.

Así es que, información de él, no hace mucha falta, porque los datos ya se encuentran consignados en expedientes que se formularon de cada uno de los ex colaboradores del gobierno anterior, por lo que solamente se va dosificando la aprehensión de cada uno de ellos, tal y como ha venido sucediendo.

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