TODO LO QUE diga López Obrador, tiene respuesta.

Lo hace a nivel local, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, a quien le gusta enfrascarse con los dimes y diretes del tabasqueño, mientras que en la federación, también los priistas se espantan a diario con el petate del muerto, que según versiones, carga el tabasqueño a donde va para poner en jaque a la clase política, que no sea Morena.

Está visto que Andrés Manuel López Obrador, opera precisamente, con declaraciones impertinentes, a fin de hacer enojar y responder a sus opositores.

Diríase que cuando menos, al PRI, y a la coalición PAN-PRD, les tiene tomada la medida.

Y es que en estos momentos, su principal recurso está basado, precisamente, en la serie de declaraciones, muchas veces injustas, pero que pegan en los primeros segundos después de haberlas externado.

Este podría ser el problema mayor que tienen los partidos políticos, ajenos a Morena, que inmediatamente responden a las acusaciones, sin fundamento, que en la mayor parte de los casos, lanza el tabasqueño.

Ya se ha dicho muchas veces, que el Peje, está viviendo sus últimos momentos como político. Son los últimos extertores de una muerte política, después de que cada seis años, aspira a la Presidencia de la República.

Porque eso sí, está profundamente interesado en su proyecto presidencial, por lo que, tal y como se ha visto, no le interesan, para nada las demás posiciones políticas, como las municipales de Veracruz, que están en juego.

Y es que para hacerse promoción política, es muy hábil.

Utiliza primordialmente, las declaraciones en contra de los demás y se sienta a esperar que le respondan y de esa manera entablar una controversia mediática para que sean sus principales enemigos, los que paguen, propiamente, la difusión de sus mensajes.

Algunos veracruzanos, creen, sí creen que López Obrador, puede llegar a ser Presidente y que, en las próximas elecciones ganaría, de paso, también la gubernatura del estado, tan solo porque en las pasadas elecciones logró una buena votación que lo puso en el tercer lugar de la contienda, aunque hubo, como se sabe, exactamente, circunstancias políticas y económicas que le ayudaron en este crecimiento inesperado.

Esto lo saben allá arriba. Esto lo saben, acá abajo, pues en ambos casos hay una plena lucha conjunta para que López Obrador, no gane la gubernatura, y menos la Presidencia de la República.

Tal aseveración, tiene sustento, en los constantes encontrones políticos de los principales actores políticos del país y del estado.

Por esta razón, se ha llegado a pensar que ante el panorama que se presenta y en el caso de que Morena, junto con el Peje, verdaderamente crecieran políticamente a nivel nacional y en el estado, podrían unirse los principales enemigos de la historia política del país, pues en este caso tanto el PRI, como el PAN, estarían por primera vez, coaligados para enfrentar a López Obrador, y hacerlo perder la Presidencia a como diera lugar.

Esto no es una locura, sino que solamente, se trata de una posibilidad ante el escenario que podría presentarse después de las elecciones municipales y ya corrido, porque no, este año político electoral.

No es descabellada la idea y esto lo saben quienes están al frente de los partidos políticos, porque en todo caso, ambos tienen profundo interés en conservar el poder político, tal y como ya ha sucedido, donde el PRI, ha concedido, porque así es, el poder por un tiempo al PAN, por lo que ahora, no sería nada del otro mundo que tuvieran, incluso, que compartir el poder en los próximos seis años, tiempo que serviría, necesariamente, para que cada partido se fortaleciera políticamente para el futuro del siguiente sexenio, donde pasado el peligro, fueran, cada uno por su propio lado, en busca de la Presidencia de la República.

¿Qué les parece?

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LA DETENCIÓN DE GINA Domínguez Colío, no perjudica ni ayuda políticamente a nadie.

No es del interés político, pues su situación es otra, aunque eso sí, entre los representantes de medios de comunicación, principalmente, la noticia fue sumamente agradable, pues casi todos los de abajo, los que no fueron dueños de medios, es decir, reporteros, columnistas, fotógrafos, fueron tratados con la punta del pie.

Por eso, hubo plena satisfacción al saber que la ex coordinadora de Comunicación Social del Gobierno del Estado, había sido aprehendida.

Hay que recordar que Gina Domínguez traicionó a todo mundo, entre ellos, hasta a los mejores amigos, pues para ella no existía ninguna relación de trabajo o amistosa, sino un mero interés en el dinero que fluía por las venas de la oficina que tuvo a su mando.

Se equivocó rotundamente la ex compañera reportera, a quien se le debiera expulsar del medio periodístico, para incluirla, solamente, en el grupo selecto de saqueadores del estado.

Sin embargo, se han dado algunas reflexiones en el sentido de que la detención de Gina Domínguez, tiene connotaciones políticas, cuando está por llegar la jornada electoral del cuatro de junio.

La verdad de las cosas, es que esta detención fue justa, pero no política, pues nadie, fuera del gremio periodístico, la conocía y menos ahora que ya no se encuentra en los pasillos de plaza Américas, en los cafés importantes o en las caras tiendas de consumo de ropa y de zapatos.

Gina, tendrá que pagar las facturas pendientes, entre las cuales, se encuentran los agravios en contra del verdadero gremio de comunicadores del estado.

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