Durante la campaña para Gobernador 2016, el ex Coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado, el diputado Alberto Silva Ramos, no perdía oportunidad para atizarle linduras al entonces candidato Miguel Ángel Yunes Linares.
Todos los tuits que le lanzó, absolutamente todos, los dejó pasar Yunes Linares, no le contestó ni uno. Ante la indiferencia no se entendía el porqué la insistencia de Silva si estaba visto que no le iba a responder. Pero Silva sabía que Yunes no debía contestarle todos los tuits, bastaba con que le contestara tan solo uno para engancharlo y bajar el pleito al nivel de un Coordinador.
En la política hay niveles y el debate se debe dar entre iguales.
Los Pepistas tuvieron este jueves una muy mala tarde, hicieron entripados y más de uno se sintió indignado por el uppercut llanero que le lanzó el Secretario de Finanzas, Guillermo Moreno Chazzarini al Senador.
Mientras los veracruzanos esperaban que el huracán Katia tocara tierra, se adelantó un boletín de prensa con vientos huracanados Categoría 4 con el que Chazzarini golpeó de frente a Pepe Yunes.
El librito de la política dice que un Senador no debería dar una respuesta frontal a la agresión de un servidor público de menor categoría; Pepe debe tener la cabeza fría y no engancharse con el mensajero, pues es obvio que hubo una mano que meció la cuna y de seguirle el juego los únicos beneficiados serán los de enfrente. Eso hizo Yunes Linares en la campaña y le funcionó… no engancharse.
Pero también hay otras voces Pepistas que exigen una respuesta contundente, fuerte e inmediata equiparable al tamaño de la ofensa, e incluso allegados al Senador aseguran que éste ya trabaja en la respuesta que habrá de dar en pocas horas.
Lo que sí es un hecho es que de pronto se les vino la noche a los Pepistas.
Yunes Zorrilla debe medir con escalímetro la forma en que contestará (si es que lo hace). Ante un empellón tan arrabalero de un funcionario de menor nivel, con argumentos que coquetean en lo subjetivo, no se ve cómo podría contestarle con ideas y razonamientos. Recuerde que el barrio, el que pega primero pega dos veces.
Pepe debe buscar la forma -si es que quiere salir medianamente bien librado- de que el debate se realice con el propio Gobernador Yunes Linares… entre iguales. De no lograrlo, aunque gane, va a perder.
Pepe está metido en un brete muy difícil pero será de estos primeros escarceos de donde podrá salir galvanizado para enfrentar la madre de todas las batallas, la Gubernatura 2018.
Esto y más es lo que le espera en la campaña. Respuestas de este tipo se prevé tendrá por parte de Yunes Márquez, y Pepe las deberá afrontar y desde ahora debe definir cómo lo hará, si lo hace con la misma semántica que no incendia o cambia el discurso y se sube, de una vez, al ring.


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