DESDE EL domingo por la noche, la ciudad que no duerme, en el estado de Nevada, allá en los Estados Unidos, se ha cubierto de sangre, luego de que un solitario atacante, desde el piso treinta y dos del Hotel MandalayBay, disparó con armas de largo alcance a una multitud que se había congregado en las calles para escuchar el concierto de un joven cantante.

Los asistentes, en su mayoría, de habla hispana, acudían a este festival musical, cuando repentinamente comenzaron a escuchar la ráfaga de disparos en su contra, falleciendo en el acto por lo menos cincuenta personas e hiriendo a más de cuatrocientas que fueron alcanzadas por las balas de un supuesto terrorista.

La noticia dio vuelta al mundo de inmediato, considerando que la matanza fue brutal y en una de las ciudades que vive de la diversión, día y noche, además de ser uno de las ciudades de mayor concentración de turistas de todo el mundo.

Hasta el momento de redactar esta columna, no se conocían algunas víctimas de mexicanos que pudieron estar entre los asistentes al concierto. Había confusión por todas partes y eso ha impedido que se tengan mayores referencias de este caso que, sin duda, ha consternado al mundo.

De acuerdo a las más recientes investigaciones que se han dado a conocer, el terrorista contaba con varias armas de alto poder en su propia habitación, donde contó con la asistencia de una mujer identificada como su amante.

Los detalles de este acontecimiento circulan por todos los medios de comunicación, pero aquí, hacemos referencia al asunto, porque se trata de una manifestación más de violencia que se ha apoderado de todo el mundo, sin dejar de considerar a nuestro propio país y sin duda, a la entidad veracruzana, donde las autoridades, pese a los esfuerzos realizados, no han logrado detener esta ola de delincuencia que tiene azorada a la sociedad.

Los problemas económicos, derivados de la superpoblación que existe en todo el globo terráqueo, ha generado, además, enfermedades síquicas, desórdenes mentales y un sinnúmero de padecimientos cerebrales en los seres humanos que los están haciendo actuar de esta manera.

Solo así se entiende la decisión del terrorista de las Vegas, que sin medir consecuencias y sin ningún respeto por la vida de los demás y hasta la suya propia, arremetió en contra de tanta gente que ahora ya ha perdido la vida, sencillamente, por haber estado en la hora y el lugar equivocado. Es un pesar de todo el mundo, en este momento, luego de generarse la información de los acontecimientos que nos ponen, nuevamente, en el campo de la reflexión, sobre todo lo que ha estado sucediendo en el mundo, cuando menos en este año que va rápido, pero que se niega a terminar.

Tanto en los Estados Unidos, como en México, apenas se sale de las graves consecuencias de los fenómenos naturales, como fueron los huracanes y los sismos, cuando ya se tiene noticia de otro hecho más, el cual, es más incomprensible por venir de un ser humano que unido a grupos extremistas, también fue parte de la ola de violencia que se ha apoderado de todo el mundo.

Y aunque se trata de un hecho que está fuera de nuestras fronteras, no deja de ser un tema de carácter político, pues hay que entender que todos estos hechos tienen entre sí, una gran dosis de política, aunque sea de carácter internacional, ya que el país del norte mantiene, de alguna manera, controvertidas relaciones políticas con el resto del mundo y como en los ataques que ha sufrido anteriormente, tienen, en su origen, una reacción de los grupos extremistas que utilizan esta vía para llamar la atención de los Estados Unidos, y del resto de los países del mundo.

Hoy, las Vegas, se encuentra de luto y aunque la diversión es constante a todas horas, es posible que en este momento, también haya decaído el ánimo de sus propios visitantes.

Por las Vegas, por todos los países invadidos por la violencia, es el tiempo de oración y reflexión.

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LA FALTA DE RESPETO a los acuerdos y sobre todo, a las disposiciones legales que ahí mismo se generan y fortalecen para ser aplicadas al resto de los veracruzanos, ha generado que en estos tiempos, el Congreso local, se encuentre en seria crisis.

Es la primera ocasión en que se habla de desacuerdos profundos entre los partidos políticos, precisamente, por la imposición que se hace en su interior del grupo en el poder. Esto lastima a todos, desde los partidos políticos, hasta los mismos representantes populares y sin duda, a los propios ciudadanos veracruzanos, que anhelan tener un congreso que comience por respetarse asimismo y no utilizar el poder y la fuerza para hacer lo que se venga en gana.

Esto ha creado una serie de confusiones entre los veracruzanos, en lo general, porque se han dado cuenta que el propio Congreso, donde nacen las leyes que rigen al Estado, no hay acuerdos y sobre todo, hay evidentes violaciones a los mismos lineamientos que lo enmarcan dentro del derecho, por lo que no sería nada raro que en lo subsecuente nadie quiera respetar a las propias leyes, creándose un caos dentro del marco de derecho que establece el rumbo legal de la entidad y de sus propias instituciones.

Esto confirma, una vez más, que se siga pensando que el Congreso del Estado, no alberga a una legislatura, sino a un cochinero, como ha sido muy común que así se le denomine al trabajo legislativo que ahí se realiza.

Más seriedad es lo que se quiere para que Veracruz, siga siendo garante del derecho que rige a toda la entidad.

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DICE ANILU INGRAM VALLINES, Delegada de la Secretaría de Desarrollo Social, en la entidad veracruzana, que el gobierno de la República, ha cumplido al pie de la letra con el compromiso contraído con todos los veracruzanos, que se han visto afectados por el paso de los huracanes Franklin y Katia.

Aseguro la funcionaria federal, que en colaboración y coordinación de los tres órdenes de gobierno, además de la participación del Ejército Mexicano, se logró concluir satisfactoriamente con la entrega de por lo menos veinticinco mildespensas alimentarias que fueron entregadas directamente a quienes se vieron afectados por la fuerza de la naturaleza.

Y es que, la Delegada federal, no se midió en el trabajo realizado en los rincones más apartados de la entidad, pues sin considerar los malos tiempos, ni tampoco las condiciones para llegar a los lugares más vulnerables, supo siempre estar con quienes la necesitaban, tanto a ella, como a la propia institución que representa, pues la canalización de la ayuda fue eficaz y controlada, para que de esta manera, no se dieran casos de corrupción y aprovechamiento electoral.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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