EN PRINCIPIO a Morena, se le define como un movimiento y no un partido, exactamente.

Lo de partido, registrado oficialmente, lo necesitaba para poder participar directamente en la búsqueda de puestos de elección popular, es decir, para meterse dentro del quehacer político.

Más o menos, en estos términos, lo explicó el Consejero Nacional, Marco Antonio Medina Pérez, pero, desde luego, sin llegar al fondo donde se sustenta su actuación en la vida pública de México.

Son tiempos de definiciones y Morena, tiene, de alguna manera, ese pendiente, pues se ha concretado a que es la esperanza de México, pero no dicen exactamente en que consiste dicha esperanza, cuando los mexicanos en general, están a la espera de que haya alguien, con un proyecto debidamente estructurado que les garantice, desde luego, una mejor condición de vida y no solamente una esperanza.

No son malas las propuestas que vienen haciendo en todo el país y algunas de ellas, definitivamente, viables, pero no han salido de ser meras propuestas, las que en este momento no dicen nada y la militancia se limita, solamente, a repetir lo que López Obrador, asegura en un discurso cansado, agotado y sobre todo, repetitivo.

No falta la defensa del líder nacional de esta organización política, que asegura sobre la repetición de las propuestas y con el mismo discurso, que se hace porque es necesario un permanente recordatorio de lo que quieren para el país en estos tiempos.

Las elecciones del próximo año serán definitivas para un cambio de rumbo en el país, donde todos los partidos políticos deben estar preparados para llegar con sus ofertas políticas que tengan sustento y respaldo, cuando menos de la lógica, pues ya no estamos en épocas de aprendizaje, sino de aplicación de toda una experiencia política que las mismas organizaciones políticas han alcanzado en el tiempo de estar involucradas en la actividad pública.

Y Morena, aunque es una organización de las mas recientes que han aparecido en el escenario político nacional, hay que recordar que ninguno de sus fundadores, desconocen lo que es la política y como se mueven dichas organizaciones públicas, porque, además hay que entender que López Obrador, por ejemplo, en su caso de líder nacional, ya estuvo inmerso en las cuestiones organizativas de otros partidos, como fueron el PRI y el PRD.

Es preciso, por lo tanto, que Morena, tenga más cuidado en sus definiciones, puesto que hasta la línea política que siguen no la tienen bien concretada al no saber, con precisión, qué es la izquierda y que es la derecha, hablando en materia política.

Quieren, dicen los morenistas, un mejor México, para el futuro, pero solo se limitan a determinar que son la esperanza de México, pero no definen con exactitud en que consiste esa esperanza, y en qué son mejores y diferentes de los demás partidos políticos.

Estas indefiniciones, que de alguna manera, ya vienen experimentándose entre la propia militancia de este partido, están haciendo que ya no vean con buenos ojos estas propuestas políticas, lo que, esta dando como resultado que lo mismo que sucede en otros partidos, ya estén, de la misma manera, a la baja.

En el campo, por ejemplo, a López Obrador, todavía lo identifican como perredista, aunque esto parezca imperdonable, pues ha sido vasta y sobrada la campaña permanente del político tabasqueño, en el sentido de meter por todos lados la nueva organización que encabeza.

Pero, aún así, Morena, con todos los defectos que se le puedan encontrar, ha logrado meter miedo entre los demás partidos políticos, al grado de que ya estamos viendo la unidad de un Frente, que busca, por todos los medios, hacerse de la Presidencia de la República, con el único obstáculo considerado que es Morena.

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MIRESE ASI, PEPE YUNES, es un hombre con buenas intenciones con su aspiración a la gubernatura del Estado.

Nunca, que se sepa, ha tenido necesidad de tomar lo que no es suyo. En su vida ha tenido de todo, especialmente, una buena formación educativa y una buena moral, a prueba.

Como político ha sabido meterse entre todos los vericuetos de la función pública y la mayor raja conseguida ha sido la experiencia, la relación con los grandes de allá arriba y su conexión indudable con quienes, en algún momento, convivieron en las aulas.

No le falta nada, solamente, ser Gobernador del Estado, cuya aspiración no ha sido desconocida para nadie y que con grandes esfuerzos políticos ha logrado llegar al punto donde pueden decidir en su favor. Esta, por lo tanto, preparado y con ciertos avances en esta carrera política, porque sabe que ésta podría ser la última oportunidad, no por lo años que pueda tener, sino por las circunstancias que no le han sido propicias y que más tarde, posiblemente, los obstáculos sean más difíciles de superar.
Pero, a los veracruzanos, les conviene, porque es un hombre que ha puesto especial énfasis en lograr rescatar a los habitantes de esta entidad, no tan solo de la pobreza en que se encuentran algunos de sus sectores, sino también en impulsar las acciones de los grandes productores y empresarios, como ya lo ha demostrado plenamente en su función representativa en el Senado de la República.

Conoce perfectamente bien los problemas que padece Veracruz, y no perderá tiempo, en caso de lograr el éxito electoral, en buscarle soluciones, porque ya tiene los planes, los programas y proyectos que pondrá en operación para su completa atención.

Pepe Yunes, por todo esto, es la opción.

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PARECE QUE EL PUEBLO prefiere que cada quien, hablando de partido políticos, se rasque con sus propias uñas, rechazando, por lo tanto, las coaliciones y frentes integrados al calor de las próximas elecciones.

Hay rechazo, por ejemplo, del famoso FAD, Frente Amplio Democrático, donde se notan la ambición de poder y dinero, en cada uno de sus dirigentes y que al final de cuentas, todo puede depender de un solo hilo llamado Partido de Acción Nacional, quien va a querer el mangoneo de esta unidad política que hasta ahora, solo tiene, como antecedente, el miedo a perder sus propias canonjías.

Nadie cree en las buenas intenciones de las mismas organizaciones políticas involucradas y menos de un partido que ahora ofrece las perlas de la virgen, para después imponer su propia voluntad.

Extraña esta actitud del propio dirigente del Movimiento ciudadano, que aún con ser político de mucho tiempo, algo de dignidad que le queda, pero parece ser más fuerte el interés que lo sufrido en el pasado.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

NUESTRO CORREO: ac_stein58@live.com.mx

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