La llegada de Renato Alarcón Guevara al PRI estatal previo al Proceso Electoral Local del 2017 fue producto de una serie de acuerdos entre los priístas que no se ven pero sí opinan y deciden, y los senadores que se sienten dueños de esas siglas; Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla pero lo cierto es que al joven Alarcón le quedó guango el traje y desde entonces no lo ha podido llenar, inexplicablemente continúa al frente del tricolor y refleja la esencia de ese partido en todos los aspectos; enanismo, tibieza, desorden, canibalismo, desunión, falta de liderazgo y queda lejos, muy lejos de ser oposición al gobierno de la coalición PAN-PRD que navega en mantequilla con MORENA como único observador.
Renato Alarcón es un cero a la izquierda en la política veracruzana, su perorata de un partido vivo y cohesionado no se la creen ni en su casa, basta los temas tan puntuales y públicos como la renuncia de su Secretaria General, Regina Vázquez para irse al PAN y dejar a todos los priístas sin capacidad de respuesta, más al presidente del Comité Ejecutivo Estatal que hasta la fecha no lo puede creer, ni entender, mucho menos reparar el daño con una mujer de mayor calibre de la que se fue. Nada, Renato no es capaz de reaccionar por eso nunca alcanzó el tamaño de dirigente y se conserva como un encargado de la oficina de bajo nivel.
No fue capaz de ganar la elección local del pasado 2017 porque nunca actuó desde la oposición, jamás se observó una crítica al gobierno estatal, sus funcionarios ni sus diputados, los candidatos del PRI a los 212 ayuntamientos veracruzanos acudieron a la elección en completa orfandad política, se rascaron con sus uñas y fueron sometidos por el aparato del gobierno estatal. Renato quedó rebasado de pies a cabeza. Los pocos candidatos que por méritos propios obtuvieron triunfos, no se la deben a Renato y tampoco lo respetan.
Pero la debilidad del dirigente priísta, que no líder, va de mal en peor, después del Consejo Político Estatal del pasado sábado que se realizó sin pena ni gloria para el PRI, se le vino otro vendaval encima con la rebeldía de Jorge Carvallo en contra de los senadores del PRI, los Yunes rojos a quienes acusó de tener secuestrado al PRI estatal, que de inmediato reaccionaron de manera virulenta en contra del diputado federal y contra el propio Renato.
Pero como dicen los abuelos, el muchacho ni suda ni se acongoja, una tibia declaración que se perdió no respondió a nada, tampoco hubo un llamado a la cordura o la unidad y respeto entre la militancia, todo fluye en el PRI con la consigna de todos contra todos a escasos seis meses de que arranque la penta elección que exigirá a todos los partidos cerrar filas, pero en el tricolor las grietas en ensanchan en vez de cerrarse.
Incluso pareciera que Renato tienen la misión de enterrar al PRI, ya en el proceso electoral del 2017, dio una muestra de su capacidad autodestructora y ahora busca permanecer para rematar al partido que le dio todo durante su corta vida en la política.

AMÉRICO EL SUSTITUTO

Los días de Renato están contados en el PRI estatal, porque, aunque es de las confianzas de los senadores no dio resultados y no es posible sostenerlo en el cargo. Pero lo que viene es peor, en caso de que José Yunes Zorrilla sea el candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, en la dirigencia priísta será impuesto de manera natural el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga quien se autonombra el mejor alcalde de la capital en las últimas décadas.
Pero Américo no tiene buenas cartas de presentación en las campañas partidistas más allá de sus campañas en las él compitió, ya como alcalde ha perdido todo, desde las estatales como federales, su afición por los líquidos no le permite una entrega total a sus deberes partidistas y con hechos contradice sus palabras de mejor alcalde.
Un mejor alcalde, es respetado y querido, capaz de ser refrendado en las elecciones, pero esas características no corresponden a la persona de Américo Zúñiga, por lo tanto, de llegar al PRI estatal, se convertirá en un elemento negativo más de los que de por sí ya acompañan al senador Yunes Zorrilla en su proyecto de ser candidato al Gobierno de Veracruz.
En cuestiones electorales, el PRI tiene serios problemas en puerta, sin contar que el actual gobernador buscará cobrar todas las fracturas que le hicieron al PAN en sus dos campañas a la gubernatura.
Para colmo esta semana fue desnudado en sus negras intenciones de cobrar por adelantado los impuestos del predial y del agua, pero su agandalle fue rechazado por los xalapeños y denunciado por el alcalde electo Hipólito Rodríguez, a quien sí le tocará cobrar y gastarse ese dinero, ni modo, así es la democracia y a Américo no se le hizo su año de hidalgo. Ya se va este gobierno municipal y será tristemente recordado por todo lo que le quedó a deber a Xalapa en obra pública y otros beneficios sociales, así como el alcalde que sin consulta pública impuso el gasoducto y ese negocio se lo pudo llevar a cambio del repudio público de los ciudadanos.
Nombramiento
Lilian Zepahua García, recibió este miércoles su nombramiento como Secretaria General Provisional del Comité Directivo Estatal del PRI, por Enrique Ochoa Reza, líder nacional de instituto político.
La nueva funcionaria partidista es originaria de Tequila, Veracruz y cursó la Licenciatura en Administración de Empresas y la Maestría en Alta Dirección de Gobierno y Políticas Públicas.

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