La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Así sea de la llave, al tema del agua hay que entrarle con flotadores

Si de algo tiene fama el alcalde electo de Xalapa, Hipólito Rodríguez, es de ser un académico inteligente. No obstante, ahora tendrá que demostrarlo en la praxis política.

Así pues, lo dicho por Hipólito días atrás, provocó suspicacias. En el marco de sus pugnas con la actual administración, el doctor Rodríguez hizo un comentario a la ligera:

Dijo que el agua en la Atenas Veracruzana es muy cara y que buscará que las clases populares paguen menos. Suena bien. Revisemos un ejemplo.

Un recibo mensual en una zona de clase media tiene un costo promedio de 200 pesos, el servicio de agua es de 118.65 y a esto se suman 47.46 por servicio de drenaje sanitario y 47.01 por servicio sanitario, menos un ‘subsidio’ de nueve y pico de pesos al tercer rubro.

El origen del encarecimiento de los servicios se dio en 2000-2004, cuando el entonces alcalde, Reynaldo Escobar, solicitó un crédito a Banobras por alrededor de 500 mdp, para modernizar la infraestructura. Las obras quedaron inconclusas y el dinero desaparecido. Con los años, el CMAS ya no pudo pagar los intereses, por lo tanto, se renegoció la deuda para pagarla en más años y aumentaron significativamente los costos de los servicios.

Hipólito puede aumentar el o los subsidios a su base electoral (así se le dice a las clases populares), pero ¿de dónde se allegará el CMAS los recursos para el pago del débito?

El asunto es infranqueable, si el CMAS no paga, Banobras se podría cobrar a la chino embargando las participaciones federales, lo cual no es recomendable en ningún sentido.

Futuro señor alcalde, sería mejor que investigara a dónde fue a parar parte del préstamo y que se denunciara a los responsables…eso sería un excelente inicio, después se podría revisar el tema de las tarifas. Todo lo que prometa y no cumpla…se lo van a reclamar.

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