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La parábola del hijo prodigo
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2017-12-21 - 13:00
Y volviendo en sí, dijo: !Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Lucas 15:17
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Las parábolas dictadas por El Salvador y que vienen recopiladas en las Sagradas Escrituras, son profundas reflexiones que tienen como principal objetivo, darnos una enseñanza a partir de hacer comparaciones de inteligencia insólita, aunque desde luego, debemos estudiarlas para discernir y poder comprender el Mensaje Divino.

Una de las parábolas que suelen complicarse a los creyentes, es la que se refiere al hijo prodigo y que viene contenida en el Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos 11-32. Al respecto, trataré de hacer una interpretación, desde mi modesto entender, para que ustedes puedan reforzar sus conocimientos.

La primera duda que a muchos surge, es por qué el padre agasaja al hijo menor que vuelve después de dilapidar parte de la fortuna familiar en alcohol y rameras, por encima del primogénito que se quedó a trabajar como lo ordenan las Leyes de Dios. Nos dice Lucas 15-29, como el hermano inconforme le expresó al padre su molestia:

“Más él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos”.

Visto a simple vista, parecería una incongruencia, pero he aquí los motivos del padre para proceder de la forma en que lo hizo ante el regreso del vástago desorientado.

En principio, de acuerdo a lo que nos dicen los expertos, en aquellos tiempos, el solicitar la herencia por anticipado era un delito muy grave. Principalmente, porque se decide renunciar al padre, a su voluntad, para con ello, descarriarse. Se podría decir que de alguna forma, era rechazado por su entorno social debido a su atrevimiento e ingratitud.

Si a esto agregamos que el hijo ido logró sobrevivir a las vicisitudes de su errónea decisión, tenemos otro motivo para la alegría del padre, el muchacho reaparece y pide reincorporarse al núcleo de la familia, después de que prácticamente no podía ni comer algarrobas.

Nos narra Lucas 15:17, citado al principio de este comentario:

“Y volviendo en sí, dijo: !Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!”.

Esta es la clave queridos amigos: ¡volvió en sí! ¿qué significa esto?, que admite que se equivocó y por lo tanto se arrepiente y busca el perdón de los suyos y de Dios. El hijo ausente lo dice con claridad: he pecado contra el cielo y contra ti y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.

Este retorno a la cordura y con ello la solicitud de perdón, no podía más que alegrar al padre misericordioso, porque como nos dice Lucas 11:11-12:

“¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?”.

Aquí radica la enseñanza FUNDAMENTAL de la parábola: nuestro Padre Celestial, el Todopoderoso, siempre nos va a perdonar cuando nos arrepentimos de corazón por los pecados cometidos. Para Jehová de los Ejércitos, es motivo de alegría que abramos nuestro entendimiento a sus designios ¡qué volvamos en sí!, es una muestra palpable de que se impone la Bondad Divina contra la inquina de satanás.

Por ello, el padre ordenó matar al buey más gordo, dotarle de una anillo y vestir al hijo contrito con las mejores prendas, a pesar de la molestia del hermano mayor, mismo al que aclaró sus dudas con las siguientes palabras, de acuerdo a Lucas 15:31-32:

“Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.

Dios es Amor, Compasión, por eso cuando admitimos las vilezas que hemos cometido y pedimos perdón con toda el alma, nos responde con su infinita misericordia, porque: ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?

Me despido como siempre, sugiriéndoles con respeto, que estudien La Biblia. Gracias.


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