QUIZA, si Ricardo Anaya, no fuera candidato de la coalición PAN-PRD, MC, a la Presidencia de la República, las irregularidades encontradas, por el manejo de recursos económicos, fuera de la ley, evadiendo impuestos, no fuera lo suficientemente importante, pues no es el único personaje en este país que triangula operaciones en el extranjero y crea empresas fantasma para eludir sus obligaciones fiscales y de paso llevarse buenas cantidades de dinero a través de estas maniobras sucias que hoy más que nunca, se acostumbran en las altas esferas del poder económico.

Pero, que bueno que Anaya, es candidato a la Presidencia de la República, porque de esta manera, se encendieron las luces rojas para investigarlo y sacar a la luz lo que ahora ya se conoce y que, desde luego, le estará haciendo daño durante la campaña política que lleve a cabo, dentro de una verdadera guerra electoral, donde los mexicanos, ya tendrán más elementos para decidir si votar por alguien que desde ahora, ya sabe como se llevará la mayor parte del presupuesto federal, porque ya camina por los senderos de las argucias políticas y económicas para dejar, prácticamente, encuerado al país, si es que llega a ganar las elecciones del primero de julio.

Así es como se las gastan quienes van por todo el territorio nacional, haciendo creer a la gente que son blancas palomitas y que por eso, merecen que voten por ellos y ocupar un puesto de alta investidura y responsabilidad, pero sobre todo, poder casi absoluto para hacer lo que le venga en gana.

Aunque muchos políticos de la estatura de Ricardo Anaya, digan ahora que los descubrimientos de malos manejos de recursos económicos, tanto del propio candidato a la Presidencia, como de sus más cercanos amigos que le ayudan en estas estrategias o bien de su propia familia, que según se sabe, también se encuentra involucrada, sean solamente partes de una guerra sucia, la verdad de las cosas es que si no se prueba lo contrario, tendrán que aceptar sus amigos y compañeros de partido y de coalición, que tienen a un candidato corrupto y que no merece, ni siquiera, el voto de su propia familia.

Pero, cuestiones de esta naturaleza tendrán que ir apareciendo conforme avancen las campañas políticas, pero lo grave estará en que Anaya, llegara a ganar las elecciones y entonces, estaríamos, igual que con Andrés Manuel López Obrador, es decir, ante un verdadero peligro para México.

De ahí que, guerra sucia, como dice Dante Delgado, o no, el hecho de que Anaya, este ahora en evidencia, es una muestra más de que difícilmente se encontrará a un candidato verdaderamente honesto. Dice la gente en este momento, que ya no hay que preocuparse por andar buscando en otros partidos lo que el PRI, les ha ofrecido, pues en tan solo unos cuantos meses, se ha descubierto que el tricolor, sigue siendo un partido considerado un mal necesario, porque por un lado le han perdido la confianza, pero por otro, es la organización política menos mala en estos momentos. Ya dependerá, entonces de los propios candidatos, pues hasta la fecha José Antonio Meade, se ha ido salvando, porque todavía no le encuentran nada interesante que valga la pena como para poner en el escenario nacional, tratándose de una época electoral.

Por lo que corresponde a Veracruz, los partidos políticos contrarios al tricolor, ni siquiera tienen una oportunidad de atacar a Pepe Yunes, porque a estas fechas ya le buscaron por todas partes y han llegado a coincidir que no tiene cola que le pisen.

Guerra sucia, guerra electoral, estrategias políticas o como usted, amigo lector, le quiera llamar, son acciones que en estos momentos están descubriendo quienes son, verdaderamente, los candidatos a la Presidencia de la República, así como los que están en la contienda por la gubernatura de Veracruz.

Lo bueno sería que después de concluidas las campañas políticas, cada uno de esos políticos, como Ricardo Anaya, fueran denunciados y puestos ante un juez, para que pagaran por querer hacerse pasar de vivos, lo que puede suceder, también en Veracruz, donde algunos personajes que se encuentren involucrados en acciones fuera de la ley, sean castigados y no dejar que por el solo paso del tiempo, lleguen a quedar impunemente, libres.

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AUNQUE LAS ENCUESTAS ya no son creíbles, porque han dejado de ser verdaderas mediciones del avance electoral del país, pero más, porque la mayoría de ellas están hechas a favor de quien las paga, no dejan de ser, de alguna manera, indicadores de lo que puede o no estar sucediendo en el ámbito político nacional.

Y se dice esto, porque la semana pasada, circuló una de estas encuestas donde, prácticamente, se cambia el escenario político, ya que bajan a Ricardo Anaya, a la tercera posición y el José Antonio Meade, en la segunda posición, acercándose, por meras décimas de punto, al candidato de Morena Andrés Manuel López Obrador, situación que manifiesta que en una lucha electoral de grandes proporciones, todo puede suceder.

López Obrador, siempre que ha participado se mantiene en los primeros lugares de la contienda y finalmente, a la hora de las elecciones, resulta perdedor de manera amplia, por lo que esta vez, inflado, como esta, no puede asegurar o garantizar que ganará las elecciones.

Y es que hay mucho ruido en ese sentido, señalando que López Obrador, se cuela en la primera posición y no la deja desde que comenzó el proceso, lo que resulta, de alguna manera un poco raro, ya que a nivel de encuestas o bien en las opiniones recogidas por los medios de comunicación, todo mundo expresa que no están de acuerdo en que López Obrador, gane, porque ya lo consideran, fuera del peligro para todo el país, un ser extraño y hasta fuera de sus cabales.

Así es que si Cuitláhuac García, espera el efecto López Obrador, en Veracruz, haciendo campaña, solamente, en los cafés y haciendo declaraciones políticas, muchas veces, fuera de contexto, que no este tan seguro de que ganará, porque habrá que hacer una campaña política efectiva, para alcanzar algunos niveles de aceptación, aunque, difícilmente será de triunfo electoral.

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ESTA SEMANA CONTINUAN las conferencias de prensa que organiza la Delegación Federal de la Secretaría de Gobernación en Veracruz, que ahora está a cargo de José Alejandro Montano Guzmán, donde se van presentando a los titulares de cada área federal con la finalidad de tener debida información respecto de las actividades que realizan.

Esta mañana, alrededor de las diez de la mañana, le corresponde al sector salud, dentro del ámbito federal y será de suma importancia conocer el avance que tiene hasta estos momentos la aplicación de estas acciones que beneficias, indudablemente, a muchos veracruzanos, principalmente, trabajadores federales que gozan de estos derechos.

Las delegaciones federales en Veracruz, están haciendo mucho ruido en la actualidad y no precisamente por el momento electoral que se vive, sino simplemente por las nuevas directrices que ahora se tienen desde la Delegación de gobernación, es decir, con un nuevo sentido del trabajo que se debe realizar y cuyas instrucciones provienen desde el altiplano.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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