EN TERMINOS generales, se diría, que todos los candidatos, son ahora, cuestionados seriamente por la infinidad de errores que han cometido durante su carrera política y que les descalifica, sin duda alguna, para comparecer ante la ciudadanía de este país, sobre todo, en los momentos de buscar el voto popular que los lleve a la Presidencia de la República.

Sin embargo, no todos se encuentran en las mismas circunstancias y que de panzazo pueden pasar a ser elegibles. De los menos señalados, podríamos citar, desde luego, al candidato del PRI, José Antonio MeadeKuribreña, a quien se le ha querido endilgar algunos cuestionamientos para ponerlo fuera de la contienda o cuando menos para que no sea quien se adelante en una posible victoria electoral, pero del resto mucho se ha sabido y ya no son, de ninguna manera, confiables.

Veamos: El candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, debió pasar por serios cuestionamientos, luego de que se dice, traicionó a su partido y a los mismos militantes panistas con tal de llegar a la candidatura, la cual, no es aprobada por la mayoría del partido blanquiazul, sino que por quienes le apoyan en la coalición, secuestrando, solamente, al PAN, para sus fines personales.

Luego, consumado el hecho, entra al escenario político el veracruzano Dante Delgado Rannauro, quien le hace llegar a Anaya, el canto de las Sirenas, y se convierte, por así decirlo, en el hombre que toma las verdaderas decisiones dentro de la coalición, dejando fuera, sin duda alguna, la posibilidad de que los panistas decidan por sí mismos. Este es uno de los grandes y graves errores que le costará a Ricardo Anaya, el triunfo electoral, pues hay de por medio diversas facturas políticas que le serán cobradas en el momento preciso, es decir, en la jornada electoral, donde seguramente, se verá el poder de los verdaderos panistas que no están contentos por la forma en que Anaya, se convierte en el candidato.

Pero si a todo esto, se le suman los señalamientos de lavado de dinero, que todavía hasta ayer, seguía siendo un tema difícil de superar por Ricardo Anaya, entonces, su posición, se hace más controvertida, de tal manera, que gran parte de los mexicanos, no estaría en su favor, ya que un personaje con estos antecedentes pone, sin duda alguna, en serio riesgo la administración federal, con lo cual, se estaría cavando la tumba definitiva para el país y para todos sus habitantes.

En el caso del candidato de MORENA, cuya coalición lleva el nombre de Juntos haremos historia, ya es bien sabido que su candidato Andrés Manuel López Obrador, esta dando sus últimos suspiros por la Presidencia de la República, pues sus principales errores, es ponerse en contra del avance del país, amenazando permanentemente con cancelas los proyectos de inversión en este país y todo aquello que no le parece, por el simple hecho, de que no es una obra suya o un proyecto avalado por su persona. En general, no lo consideran apto para dirigir los destinos de este país, por lo que, popularmente, esta en los cuernos de la luna, pero electoralmente, no tienen posibilidades de triunfar. Los cuestionamientos para este hombre, parten de todos lados, es decir, desde donde se encuentra el poder del dinero, hasta en las propias familias de mayor pobreza que terminaran por no creerle nada, más cuando sus ofrecimientos, están fuera de contexto, en virtud de que no son viables ni fiables.

Los independientes, por su parte, llegan al escenario político nacional, más cuestionados que nadie, pues sus principales errores, están en la estrategia utilizada para tratar de engañar al Instituto Nacional Electoral, con firmas inexistentes y muchas de ellas, todavía, sin el valor suficiente para respaldar sus candidaturas.

En este caso, Margarita Zavala, quedó registrada, en principio, con ciertas restricciones, es decir, que su aceptación fue condicionada a que se probara fehacientemente que sus firmas son auténticas y que cuentan para los efectos de los requisitos establecidos.

Para el Bronco, la cosa esta más difícil, porque de último momento, se le incluye dentro de los aspirantes aprobados por el INE, para participar en la contienda, es decir, que sí se aprobó su candidatura, pero con el pleno conocimiento de que sus trampas no serán, de ninguna manera, aceptadas por la ciudadanía.

En pocas palabras, la mayoría de los candidatos, son tramposos y eso ya lo saben los ciudadanos de este país.

¿Y, Usted, por quien votará?

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SE CORRE EL RIESGO y esto es, sumamente preocupante para el país, que ante la falta de creencia popular en todos los candidatos a la Presidencia de la República, así como en los partidos políticos que los avalan, surja nuevamente, la posibilidad de que el abstencionismo, se haga presente.

Esto, de alguna manera, pone sobre la mesa el tema de la legitimidad, pues se dice que ninguno de ellos podría alcanzar este status político, quedando atrás, de nueva cuenta, la ansiada democracia, que si bien es el derecho de todos a participar libremente en un proceso electoral, también es cierto que la negación a ser parte de una elección, como votante, deja fuera esta meta del pueblo en general.

A dos meses con quince días, aproximadamente, de que tengan lugar las elecciones concurrentes del primero de julio, ya deambula la presunción de que la mayoría de los ciudadanos no acudirán a las casillas, principalmente, por lo manoseado de este proceso electoral, donde los candidatos han surgido de maniobras políticas que el pueblo viene detestando permanentemente y que coinciden con el clamor popular de llegar a un proceso electoral, debidamente transparente y confiable.

Se han dado elecciones por la sucesión presidencial, por la sucesión gubernamental y municipal, que captan una buena parte de los votos y hacen pensar que la democracia se comienza a consolidar, pero con lo que ha estado sucediendo recientemente, tanto a nivel nacional, como estatal, lo más probable es que los electores no acudan a votar como es su obligación y su derecho, pues en todo caso, nadie los sancionará y solo sufrirán las consecuencias de un resultado que no generaron directamente.

Ese es el problema por ahora, pues los mexicanos, ya se cansaron de hacer lo mismo en las urnas electorales, sin resultados positivos para ninguno de ellos, pues finalmente han llegado a creer que con el PRI, como con el PAN, o con el PRD, o cualquier otra organización política, siempre será lo mismo.

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JUAN GABRIEL FERNANDEZ Garibay, Regidor del PRI en el Ayuntamiento de Xalapa, prácticamente, esta luchando solo contra el mundo, dentro de la administración que preside Hipólito Rodríguez Herrero. Totalmente marginado, su trabajo tiene que realizarlo con grandes esfuerzos y sin el apoyo de nadie, pues no cuenta con nada, ni siquiera con el pago regular por su representación, ya que hasta esto le han regateado al funcionario.

Despachando, normalmente, en la calle, Fernández Garibay, hace hasta lo imposible por cumplir con su cometido, pero dice que no hace eco en nada ni en nadie, porque hay una completa cerrazón a sus propuestas y a sus proyectos.

Sin presupuesto alguno, se las ve difícil para poder cumplir con su encargo, pues ha tenido que echar mano de sus propios recursos, cumpliendo compromisos que son, prácticamente, del propio ayuntamiento.

Esa es la lucha que enfrenta el Regidor priista, cuando no hay respeto para sus siglas ni para su propia representación, acusa.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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