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El Caballero de la Política: Don Juan Maldonado Pereda
2014-02-06 - 14:19
Un auditorio, un hombre, un mensaje: "Nada ni nadie puede detener la acción constructiva de jóvenes que seguro sobre sus hombros aseguran el destino de Veracruz, lleguen como águilas y si algún día pierden la esperanza, jamás pierdan la grandeza”. Su nombre, Juan; sus apellidos, Maldonado Pereda.
Nació como lo señaló Leonardo Pasquel: en “La Puerta Grande de la Historia de México: Veracruz”. El origen de don Juan fue una cuna humilde, hijo único de una mujer trabajadora; desde niño sobresalía por una memoria fotográfica y por una inteligencia brillante que formaron una característica única; llegó a la ciudad de México para realizar sus estudios en la UNAM, encontró un trabajo en un cine que limpiaba en las noches para obtener recursos y complementar sus estudios en el marco de la cultura del esfuerzo.
Como alumno en la Facultad de la Licenciatura en Derecho destacó por ser parte de una generación brillante y obtener el mejor promedio; en el cuadro de honor sobresalía: Primer lugar, Juan Maldonado Pereda; otros nombres, Manuel Bartlett Díaz y Porfirio Muñoz Ledo. Fue en una cena cuando pronunció un discurso improvisado que emocionó al propio ciclón del sureste Carlos Alberto Madrazo, quien de inmediato lo invitó a trabajar a Tabasco. Con el ideólogo tabasqueño aprendió cátedra. “No hay victoria perdurable, ni justificación posible, cuando no se deja obra duradera que sirva de ejemplo a las nuevas generaciones”.
En una entrevista con el destacado periodista Raymundo Jiménez, recordaba que al llegar a Tabasco fue designado en sustitución de un juez que acababa de ser procesado en Huimanguillo; recibido, por las peculiaridades geográficas de la zona, por el calor, el polvo y los moscos. Pasados algunos meses, Maldonado le manifestó su intención de renunciar al juez de Comalcalco, don Antonio Burelo Romero, quien le respondió: “Si usted se va nunca sabrá por qué lo invitó el gobernador Carlos Madrazo, y lo que es peor, va a estar huyendo siempre ante los desafíos que le pone la vida; si usted se maneja como hombrecito, con frente a la situación y trabaja, usted podrá tener la respuesta, así que le pone ganas o se va”.
Maldonado Pereda aprendió la lección como él lo señalaba: “La política es aguante, aguante y aguante”. Se quedó. Al tiempo el gobernador lo llamó y lo nombró presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje del estado y rector de la Universidad de Tabasco. Con ello comprendió de su maestro, como afirmaba Maldonado Pereda, que “no es el cargo el que hace al hombre, sino el hombre al cargo, haciéndose digno y merecedor de él”. Y la tercera cátedra la aprendió con el tiempo, también la frase oriental predilecta del entonces gobernador de Tabasco: “Olvida las horas amargas de la vida, pero jamás las experiencias que las horas amargas te han enseñado”.
Don Juan siempre destacó la importancia de la política y de quienes hacen política, “porque una decisión de los de arriba beneficia o perjudica hasta el último rincón del país”, “la experiencia es algo que se va recogiendo diariamente del quehacer de la vida, del quehacer político, del quehacer humano; la experiencia es un patrimonio del que hay que echar mano en los momentos difíciles, donde hay necesidad de poner en juego la experiencia, por eso un buen gobierno es el que equilibra la experiencia y la juventud de auténtica vocación de servicio, ejerciendo una sólida unidad institucional, para que todos participemos y todos puedan dar su aportación al progreso”.
Recomendado por Arturo Llorente, Maldonado Pereda fue secretario particular del gobernador Murillo Vidal, quien se rodeó de una de las generaciones más brillantes de Veracruz; fue alcalde del heroico puerto de Veracruz; destacó por su programa de desarrollo urbano, vivienda popular en colonias, remodelación del malecón, del centro histórico y, aun ante diversas opiniones, cerró las calles que pasaban junto al ayuntamiento, lo que convirtió en una extraordinaria plaza para el danzón y el corredor de los portales que hoy, gracias a esa decisión de Maldonado, decenas de generaciones, miles de turistas extranjeros y del país han y pueden disfrutar con música la alegría de Veracruz.
También creó una academia de policía municipal que tres años después fue modelo para la creación de la estatal. Como secretario de Gobierno del Departamento del Distrito Federal, tuvo mucha participación en la creación de la Central de Abasto. Cuando diputado federal, una de sus intervenciones fue reconocida como una de las más destacadas del siglo XX en el Congreso de la Unión por un discurso que valoró la UNAM como tesis política.
Como secretario de Educación y Cultura de Veracruz promovió la reforma educativa, eventos internacionales de cultura, la biblioteca de la Normal Veracruzana, la Escuela de Música, tecnológicos, una innovadora campaña de prevención de deserción escolar que fue considerada modelo nacional, etcétera.
Se caracterizó por su lealtad institucional al gobernador Miguel Alemán.
Don Juan Maldonado fue un priista distinguido, presidente del PRI en el Distrito Federal, delegado del CEN del PRI en diversos estados de la república mexicana y llegó a ser el secretario de Organización del CEN del PRI, partido en el que militó toda su vida.
Conocido de Reyes Heroles, el veracruzano predilecto de Luis Donaldo Colosio, Maldonado fue el único veracruzano que lo acompañó en su entrevista a Telever y que estuvo junto a él hasta el último momento de su vida en Lomas Taurinas. La partida de Colosio fue un duro golpe al destino de México y una profunda herida al corazón de don Juan.


“El PRI tiene que cambiar sus métodos, pues su plataforma sigue siendo ideológica, congruente, histórica y real, el PRI perdió el rumbo en muchos aspectos, se deslindó de su responsabilidad pero comprendió que no era posible y ahora con este nuevo gobierno del siglo XXI, tiene la oportunidad fundamental cambiar su forma de actuación como la nominación de sus candidatos, eliminar “el cuatismo”, buscar los hombres más convenientes para gobernar con pasión y sostener la responsabilidad histórica.” Señalaba Maldonado Pereda.
Pronunció diversos Discursos ante Presidentes de la República entre otros Luis Echeverría López Portillo y Miguel de la Madrid, en sus intervenciones ante el segundo Afirmaba “Nuestra Conciencia es el mejor libro de moral revolucionaria que tenemos; su voz es tan delicada que es difícil sofocarla, pero tan pura compañera que es imposible desconocerla”. Existe una anécdota que en sus última visita Echeverría escuchó el discurso de Don Juan Maldonado al concluir su intervención, el presidente con lágrimas en los ojos le dio un abrazo con mucha admiración y le expresó Juanito lástima que me vaya, vuelto ante la mirada de los presentes, exclamó ante todos “mientras el Lic. Maldonado Pereda se inspira en los dioses griegos para sus discursos, aquí el Alcalde electo y Deportista Beto Ávila se va a inspirar en el beisbolista Babe Ruth”.
Juan Maldonado fue Fino en su vestir, culto y distinguido por su redacción, contó siempre con el don del ser y el ser en el Don, combinaba las virtudes de la templanza, del respeto, nunca hablaba mal de nadie ni de sus adversarios, fue maestro de la conciliación, del Diálogo, valoró a los periodistas, de la amistad afirmaba “se puede ser muy inteligente, se puede ser muy capaz, pero cuando no se es leal a los principios de la amistad se carece de una esencia fundamental de la vida, en Vida recibió un merecido Homenaje de la Fundación Colosio presidida por Juan Antonio Nemi Dib, en la que el maestro dio una cátedra de política.


Finalmente como presintiendo los azares del destino regresó a su natal Ciudad del Puerto de Veracruz, para partir, Enfermó y fue internado en la Beneficencia Española, hubo gente de las colonias del puerto de Veracruz que se acercaban a preguntar por la Salud del Licenciado, las noticias locales hablaban de Maldonado Pereda. Un joven taxista que llevaba un pasaje a la Beneficencia tomo del espejo retrovisor un rosario del que quito la cruz con Cristo, y manifestó “mis padres siempre me hablaron bien de Don Juan Maldonado sin conocerlo lo admiro, esto que tengo en las manos es muy apreciado por lo que significa para mí, es para el Licenciado Maldonado” se la dio al pasajero que bajo en el auto, esa fue la última lección del maestro las cosas más hermosas de un verdadero político lo recibe de la gente humilde, Cristo significa amor, perdón, resurrección y vida. Finalmente el 25 de Enero del 2013 Don Juan tuvo su partida, acompañando a la Familia en el Funeral el Senador Héctor Yunes Landa y el Lic. Guillermo Herrera, Merecido, fue declarado en la sala de cabildos “El Caballero de la Política” en el homenaje por Parte del H. Ayuntamiento en cuerpo presente acompañado por el cabildo presidido por la Lic. Carolina Gudiño Alcalde de Veracruz y la Familia Maldonado Hernández su compañera de toda la vida Ana María Hernández de Maldonado, su Hijo el Diputado Federal Fernando Maldonado Hernández, Anita, Juan, David y su nieta Daniela, presente el Secretario de Educación el Lic. Adolfo Mota, un mensaje preciso de Antonio Vasquéz Figueroa “se va el político, pero queda su legado a la política, se va el funcionario, pero quedan sus lecciones, se va un gran veracruzano, pero pervive su amor por Veracruz, se va el hombre, permanece la sonrisa del amigo, su dignidad, su memoria, su ejemplo”. , presente políticos, ex alcaldes, jóvenes, sus amigos Bezale Berger, Joaquín de la Llave, Jaen Castillo y David Ovado Spíndola, también presentes Lic. Flavino Ríos, Jorge Uscanga, ex alcaldes de Veracruz, ex colaboradores Leticia Perlasca, Fernando Ruz, Luis Arturo, Salvador Ugalde, Manuel Caldelas, Villasana Delfín, Gómez Pelegrín, Rubén Darío Mendiola, Miguel Sosa, Guillermo Huerta, entre otros, posteriormente fue trasladado en cuerpo presente a la Ciudad de México lo acompañó la clase política, los ex gobernadores de Veracruz Miguel Alemán y Fidel Herrera, su amigo del Foro Nacional de ex legisladores del PRI Don Salomón Faz, un minuto de silencio en el Congreso de la Unión.
En uno de sus Discursos habló de la vida “Nuestra existencia no tiene más base que el presente que huye, amar a la vida; es afrontarla, porque buena o mala, no tenemos otra aquí y ahora, y no es lícito dejarla encerrada ociosa en nuestro interior” Siempre amó a Veracruz, amó a México, y con cargo ó sin cargo siempre fue: Don Juan Maldonado Pereda “El Caballero de la política”.

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