Dicen que ya somos un chingo de mexicanos; más o menos 57 millones de mujeres y 55 millones de hombres. O sea, hay más hembras que machitos. Y, a como van las cosas, pronto pasaremos de un patriarcado a un matriarcado, aunque, pensándolo bien, perece que desde hace mucho en casa la que manda es la vieja…
Agustín Lara cantaba: “Mujer, mujer divina, tienes el veneno que fascina en tu mirar…”. No lo dudo ni tantito, pero también tiene talento, creatividad y dedicación. “La mujer no existe. Sólo hay mujeres cuyos tipos varían al infinito”, escribió George Sand. Y Simone de Beauvoir comentó que no se nace sino que se deviene mujer.
Bueno. El rollito que me estoy echando viene a cuento porque no hay duda de que en la actualidad las cosas están cambiando. Los espacios políticos, las oportunidades en cargos gubernamentales y empresas privadas se abren ahora más a las mujeres, lográndose así su empoderamiento. Bien por la equidad de género.
En la LXIII Legislatura local, por ejemplo, hay 12 diputadas: siete del PRI; dos del PAN; una del PVEM; una del PRD, y una de Nueva Alianza. Su labor, sin embargo, ha sido desigual. Claro, apenas si llevan unos mesesitos; hay tiempo… pa’ que den resultados.
Pero es preciso comentar que ya algunas destacan, como la diputada Anilú Ingram, que está haciendo un excelente trabajo al frente de la Mesa Directiva del Congreso estatal, digan lo que digan las malas lenguas.
Veamos. Al término del primer periodo de sesiones, la diputada Gladys Merlín Castro, del PRI, tuvo cinco participaciones en tribuna, entre las cuales presentó dos iniciativas; las legisladoras priistas Gabriela Arango Gibb, una participación/cero iniciativa; Marcela Aguilera Landeta, dos participaciones/cero iniciativa; Mariela Tovar Lorenzo, dos participaciones/cerp iniciativas; Minerva Salcedo Baca, dos participaciones/cero iniciativas; Octavia Ortega Arteaga, dos participaciones/cero iniciativas.
Las diputadas panistas Ana Cristina Ledezma López, siete participaciones/ tres iniciativas, y María del Carmen Pontón Villa, dos participaciones/cero iniciativas.
La legisladora Mónica Robles Barajas, del PVEM, participó dos veces en tribuna, con una iniciativa (propuso otra en sesión de la Diputación Permanente); la diputada Jaqueline García Hernández, tres participaciones/dos iniciativas, y la diputada Ana María Condado Escamilla, cero participaciones/cero iniciativa.
Con estos datos, ustedes dirán. Pero acuérdense que también hacen trabajo de atención y gestión ciudadana, y en esto la diputada Gladys Merlín Castro anda muy dinámica. Además, presentó dos iniciativas de reformas a la Ley Orgánica del Municipio Libre. La primera, relativa a la elección de agentes y subagentes municipales; la otra, para apoyar e impulsar programas en favor de las madres solteras. También propuso exhortar a los ayuntamientos para que den cumplimiento cabal a las atribuciones que les confiere la Ley General de Víctimas, además de que otorguen remuneración económica a los agentes y subagentes municipales.
La diputada Mónica Robles Barajas planteó la creación del Centro de Estudios para la Igualdad de Género y los Derechos Humanos del Congreso del estado, y la legisladora Jaqueline García Hernández, incluir a los migrantes entre los grupos protegidos en la vigilancia de la Comisión Permanente de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos. Ambas propuestas ya fueron aprobadas.
No cabe duda, algunas mujeres sí que se ponen las pilas; otras ahí la llevan; algunas más, pos… Es como todo, y no importa el género: quien es bonita o bonito, es bonita o bonito. El que tenga oídos, oiga.
Por lo pronto ahí se ven.