"De lo que tengo miedo es de tu miedo” - William Shakespeare

El reciente asesinato del tesorero de Coatepec, Guillermo Pozos Rivera, confirma una vez más que algo sucede en Veracruz en materia de seguridad y procuración de justicia.
Y es que a pesar de las afirmaciones de que se actúa de frente y con todo el peso de la ley, la realidad es otra, que alerta y alarma a miles de veracruzanos que ven, sufren y viven la ola de inseguridad que atraviesan algunas regiones del estado.
El gobernador Javier Duarte ha realizado esfuerzos importantes para buscar el apoyo de la federación en una problemática que no sólo afecta a la entidad, sino a gran parte del país.
Lamentablemente localizados colaboradores no actúan con la misma determinación y arrojo que demanda la función pública, y optan por mantenerse bronceados y presentables.
En Coatepec algo ocurre, su presidente municipal Roberto Pérez Moreno de plano prefirió no vivir en su demarcación ante la ola de inseguridad que se vive en el vecino municipio de Xalapa.
Coatepec y la región están considerados en estos momentos como un foco rojo. Las ejecuciones se están registrando de manera intermitente, los habitantes reportan balaceras nocturnas, persecuciones y llegada de gente ajena a este municipio.
Las mismas autoridades municipales han emitido recomendaciones para que la población se mantenga en sus hogares y evitar salir por las noches. Se ha pedido que especialmente las mujeres eviten salir en horas de la noche.
La delincuencia continúa operando en esta región centro del estado de Veracruz y como ya se ve, las autoridades no están evidenciando capacidad para prevenir los delitos.
Guillermo Pozos Rivera, asesinado a mansalva, era el responsable de sanearle las finanzas al actual alcalde priista Roberto Pérez Moreno, quien se sabe está hinchándose las talegas con negocios poco transparentes al amparo de su puesto.
Las primeras investigaciones refieren que el posible móvil de su desaparición sea el trabajo que desempeñaba en el municipio de Coatepec, lo que obligó a su alcalde a esconderse.
En los primeros siete meses del año, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Veracruz ha sumado en sus estadísticas 111 denuncias por secuestro, lo que la ha convertido, luego de Tamaulipas, en la segunda entidad con mayor incidencia en este delito de alto impacto, lo que ha sido reconocido por el propio gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Ante ello de nada sirve el compromiso que asume la Procuraduría de Justicia de esclarecer el crimen afirmando que cuenta con 180 días para investigar, pues ahogado el niño taparán el pozo.
Valientes funcionarios tiene Veracruz.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo