¿A quién le conviene, quién se beneficia con un escándalo al interior del gobierno estatal?
Sobre todo a estas alturas cuando todo es miel sobre hojuelas entre los gobiernos Federal y estatal.
¿Acaso es fuego amigo?
Mire usted.
El lunes pasado la Contraloría del estado, cuyo titular es el camaleónico Ricardo García Guzmán, emitió un boletín en el que exhibía al secretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib.
Un Nemi que ha navegado bajo perfil dentro de la administración estatal y que, además, ha realizado hasta hoy un trabajo de asepsia administrativa y sin tufos de corruptelas.
El boletín, proveniente desde la Contraloría del estado, daba una versión que ridiculizaba al titular de la Secretaría de Salud.
“El helicóptero de la marca Robinson, en el que iba a bordo el Secretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib, para viajar al municipio de Ayahualulco, no es propiedad de Gobierno del Estado”, refería.
Y advertía: “la Contraloría General del Estado (CGE) ha iniciado una investigación para determinar el origen de los recursos utilizados para el alquiler de la aeronave.
“La administración estatal –puntualiza el boletín- reitera que sus unidades aéreas reciben un adecuado mantenimiento para salvaguardar los servicios que prestan a la sociedad veracruzana”.
La exhibida ya estaba, o como reza el adagio popular: “palo dado ni Dios lo quita”.
Y es que Nemi Dib, en efecto, la víspera había usado una aeronave para viajar al municipio de Ayahualulco con motivo de la Feria de la Salud.
Gira de trabajo que, de no haber sido por ese boletín, hasta este momento no se supiera de ella.
Exhibicionismo, protagonismo, rudeza innecesaria o autorización para apaciguar un tanto los bonos ganados a pulso en su trabajo como titular de la dependencia en mención.
Se ignora
Lo que sí es cierto y no tiene vuelta de hoja es que el Contralor, con su actuación, está golpeando no solo a Nemi, sino a la administración que encabeza el gobernador Javier Duarte.
O sea, no me ayudes compadre.