"La honradez es siempre digna de elogio, aun cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho” - Cicerón

Conozco a Manuel Ramos Gurrión desde que trabajé con Fernando Gutiérrez Barrios, hombre probo, sabio, con un alto sentido de la responsabilidad, político de profesión y un gran amante de su Veracruz y México.
Cuando Ramos Gurrión habla, hay que poner atención, no es un improvisado, y por ello me ha llamado la atención que con su experiencia, estos nuevos funcionarios del duartismo, sigan haciendo tarugadas.
Quien tuviera la encomienda de dirigir al Instituto de Pensiones del Estado (IPE) en la administración de Dante Delgado Rannauro, opinó que se ha abusado mucho de la institución, se abusa de las jubilaciones toda vez que hay pagos a jubilados y pensionados que son realmente estratosféricos.
Ecuánime en su dicho, considera que el piso debería ser más parejo y el Consejo de Administración no debería autorizar pagos de pensiones tan elevados.
El ex senador afirma: “Se acumulan dos o tres plazas y entonces salen pensiones realmente estratosféricas, cuando hay compañeros jubilados que tienen pensiones de 500 a mil pesos, eso amerita una reforma estructural bajo la base de ver cómo se equilibra el estado financiero del Instituto”.
Luego de participar del Foro Nacional Permanente de Legisladores del PRI –del que es impulsor–, opinó que la reforma a la Ley de Pensiones que propuso el Ejecutivo del estado fue “sana”, ello a pesar de que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos interpuso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación un recurso de inconstitucionalidad.
Cuestionado sobre si el IPE ha sido la caja chica del estado, expresa que se ha excedido en el manejo de los fondos porque hay jubilados que tienen pensiones que no pueden compararse con la mayoría.
El Consejo de Administración no debe seguir autorizando el pago de pensiones elevadas, es necesario ser “veraces” en el análisis de cómo funciona actualmente el Instituto.
El IPE funciona con los ingresos que dan los socios activos, con los cuales se hace frente al pago de pensiones, préstamos, entre otros.
A Ramos Gurrión, siendo director del IPE, se le debe ser el único que construyó obra a favor de los pensionados, a él se debía el estacionamiento en el primer cuadro de la ciudad, ése que ahora es parte del edificio de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, además hizo 2 mil casas en el SIPHE Ánimas.
Noble como es afirma: “Se hicieron muchas obras con el apoyo del entonces gobernador, que era Dante Delgado, y conseguimos créditos que se financiaron y se pagaron, el estacionamiento se pagó solito y además no se ha caído”.
De estos políticos hace falta y no de los bandidos que hoy saquean Veracruz.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo