Después de las elecciones presidenciales en las que resultara electo el ex mandatario Carlos Salinas de Gortari para el periodo comprendido de 1988 a 1994, diferentes partidos de izquierda y una parte importante de la militancia del Partido Revolucionario Institucional, identificada con la corriente que representaba Cuauhtémoc Cárdenas, se unieron para consolidar un bloque opositor al régimen de gobierno, dando nacimiento al instituto político del sol azteca, PRD, por sus siglas el Partido de la Revolución Democrática, fundado el 5 de mayo de 1989.
A lo largo de su historia y hasta la fecha, el de la Revolución Democrática ha alcanzado importantes conquistas políticas de la mano de personajes como Cárdenas y López Obrador; ejemplos claros son la representatividad en la Cámara baja y la Cámara alta del Congreso de la Unión, diferentes gubernaturas en entidades federativas importantes como el caso de Morelos o Zacatecas en su momento, altas y competitivas cifras electorales para alcanzar la presidencia de la república, mayorías en algunos congresos locales y sobre todo, la joya de la corona, la jefatura del gobierno de la ciudad de México alcanzada por primera vez en 1997 con Cuauhtémoc Cárdenas como abanderado, posteriormente Andrés Manuel López Obrador mantendría el gobierno de esa ciudad para la causa que en ese entonces representaba, seguido como todos lo sabemos de su ex pupilo Marcelo Ebrard y actualmente es gobernada por el ex procurador capitalino Miguel Ángel Mancera, quien por cierto fue candidato bajo esas siglas y las del MC y el PT, aunque su filiación partidista no se encuentra con ninguno de esos institutos.
Después de la lucha que encabezó el PRD, sus principios se fueron desvirtuando. Poco a poco las prácticas que tanto le criticaron al sistema fueron a darse al interior de su partido sin el menor recato, es más, han tenido algunos el cinismo de defender lo indefendible como el caso de René Bejarano, protegido político de Andrés Manuel López Obrador, ex priista, ex perredista y ahora líder del partido Morena Movimiento de Regeneración Nacional, el cual es cada vez más impopular bajo la tutela del ex candidato presidencial.
Apenas el martes pasado Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder moral del partido en mención, renunció a su militancia, después de haber sido el principal impulsor de esa izquierda combativa. A través de una carta dirigida al presidente y secretario general del PRD, el hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas expresa los motivos que lo orillaron a tomar esa decisión.
“Mantenemos profundas diferencias en nuestras visiones de cómo enfrentar los problemas internos del partido, en particular de las medidas que deben adoptarse para recuperar la credibilidad de la organización y de manera especial de sus dirigentes ante la opinión pública”.
El desmoronamiento del PRD es un claro ejemplo de la crisis que viven los partidos de izquierda en nuestro país. Tanto el sol azteca, como el Partido del Trabajo y el partido de AMLO, no representan banderas con las cuales una importante parte de la ciudadanía se sienta identificada. Poco a poco la “izquierda moderna” pierde credibilidad y adopta lamentablemente conductas que critican, pero que en los hechos las practican.
En un acto de congruencia el diputado federal Uriel Flores Aguayo ha reconocido la crisis que se vive en el PRD. Este 26 de noviembre calificó como parricidio lo sucedido con Cárdenas Solórzano y analiza su salida de este partido. La izquierda está en crisis y la salida del ahora ex líder moral del partido amarillo ha hecho eco en entidades como Veracruz.
Las cosas no están bien para el PRD ni para la izquierda mexicana, en el caso del partido primeramente mencionado, tienen muchas cosas que aclarar a su militancia y a la ciudadanía, actos de corrupción, el tema Guerrero, Iguala y ahora la fuga de ideólogos y fundadores.
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