El gobernador Javier Duarte, a través de Erick Lagos, secretario de Gobierno, colocó el cascabel al gato.
Ni bien, mediante conferencia de prensa Lagos Hernández anunció la iniciativa de reforma político-electoral que el gobernador Javier Duarte envió este miércoles al Congreso local con el objeto homologar las elecciones y, como impulsados por un resorte, los tres suspirantes –Yunes, por cierto– saltaron para oponerse.
Se trata, pues, de la tan llevada y traída gubernatura de dos años, que tanto se negó pero que hoy ya casi es una realidad.
O del bienio, como usted lo quiera ver.
Es decir, que el próximo sucesor de Javier Duarte sólo durará en ese cargo electoral dos añitos.
Nada más, pero tampoco nada menos.
La intención es, explicó Erick Lagos durante su conferencia de prensa, homologar los siguientes comicios locales con la sucesión presidencial y los comicios federales de 2018.
Pero esto no gustó, claro, a los tres aspirantes y suspirantes ambiciosos: Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN, y Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, del PRI.
Mire usted.
Así, mientras el gobernador Javier Duarte de Ochoa asegura que con esta reforma se “fortalece la vida democrática de Veracruz”, Héctor Yunes Landa suelta su veneno y asesta frontal:
Una “gubernatura de dos años es una insensatez que pone en riesgo a Veracruz”, y afirmó que “la porfía de hacer de la Constitución Política local un traje a la medida constituye un retroceso inadmisible y una aventura peligrosa”.
No sólo eso, también la considera como “la tentativa de asestar un golpe a la democracia para enmascarar la reelección de una facción (que) implica anteponer la ambición al progreso de Veracruz”.
Pero no conforme, todavía da la estocada final: “una gubernatura de dos años afectará la economía –que ya roza el escenario recesivo–, la seguridad ciudadana y la gobernabilidad”.
En tanto, José Yunes Zorrilla la consideró como una “muy mala idea”.
Y el panista Miguel Ángel Yunes asegura que ello “sólo provocará una mayor inestabilidad política, así como frenará las inversiones y el empleo”.
El asunto, por supuesto, prolonga la llegada a la gubernatura de los tres Yunes y por eso el rechazo.
Sin embargo, alienta la llegada de otros que, de forma tácita, suspiran por suceder a su actual jefe político Javier Duarte.
Tal es el caso de Adolfo Mota, secretario de Educación; Erick Lagos, de Gobierno, y Alberto Silva, de Comunicación Social.
Y si a ello le agregamos al diputado federal Alejandro Montano Guzmán, quien fue el primero en levantar la mano y publicitar su aspiración al gobierno bienal, pues la contienda se torna interesante.
Lo destacable aquí es que el mandatario veracruzano supo enviar dicha iniciativa en el tiempo preciso, en el momento exacto.
Justo cuando concluyeron los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y la Cumbre Iberoamericana, que dejaron un excelente sabor de boca al primer priista de la nación, Enrique Peña Nieto, quien públicamente festinó la anfitrionía del veracruzano.

Tips… tips… tips

El próximo lunes 15, a las 19 horas, el alcalde porteño Ramón Poo Gil rendirá su primer informe de labores en el Teatro de la Reforma. Sin duda destacará su muy buena labor en materia de obra pública. Ramón Poo ha logrado lo que pocos en ese rubro y lo ha hecho por una sencilla razón, es un hombre sensible, humanista y de conciencia social… Tres días después, hará lo propio el alcalde de Acayucan, Marco Antonio Martínez Amador, quien pese a sus limitantes económicas –pues su antecesora le dejó un boquete financiero bárbaro– ha logrado modernizar a aquella ciudad sureña con la introducción de pavimentaciones, banquetas y drenaje.
Hasta pronto.

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