Voces del priismo, su dirigencia nacional y la propia ciudadanía se han levantado en clamor de atajar la injerencia del crimen organizado en las campañas electorales ya que ello se traduce, tras las victorias, en una mayor penetración en las estructuras de gobierno.

Ya mismo en las guerras sucias que libran el PRI y el PAN han salido serias denuncias de patrocinios criminales en los periplos electorales en donde incluso ha salido a relucir el nombre de un ex gobernador y sus vínculos con Pancho Colorado.

Ya en otro momento, en el 2007, la entonces dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, ha salido al paso a señalamientos concretos en Veracruz negando de manera categórica que el narcotráfico esté financiando las campañas del tricolor tras asegurar que su partido no entrará en debates que pretendan distraer al electorado.

Recordemos además que el 12 de junio del 2010 el entonces dirigente estatal panista, Enrique Cambranis Torres, denunció que en el Sur de Veracruz su equipo de avanzada fue interceptado por sicarios del grupo de “Los Zetas” y amenazados para que dejaran de hacer campañas.

Y en días pasados la Red Evangélica de Veracruz, a través de su presidente Guillermo Trujillo Álvarez, hizo un llamado a los partidos políticos para que en la selección de sus precandidatos y candidatos a campañas electorales no se filtren aspirantes de dudosa calidad moral y no se filtre dinero ilícito.

Un tema, sin duda difícil, tan complejo como los patrocinios que de manera subrepticia da el gobierno en apoyo de sus abanderados.

No lejos de la memoria están las bodegas repletas de despensas de la SEV, bajo el mando de Mota, en favor de los priistas o la misma precandidata Noemí Guzmán Lagunes que fue cachada saqueando sus oficinas, también con despensas, para los días por venir.

En la última elección se presentaron 12 denuncias ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la Procuraduría General de la República por la intromisión de funcionarios federales en el proceso electoral de Veracruz.
¿Y lo de Sedesol..? ¿Y lo de Ranulfo?.. ¿Y Manzur?
Del lado azul tampoco se cantan mal las rancheras. A cada elección los municipios panistas se pintan de azul y todas las obras las etiquetan con intenciones electorales, amén de que toda la propaganda va por cuenta de los ayuntamientos.
Acaso la medicina que cure tanta rapacería esté en acudir a las urnas; que la ciudadanía se manifieste; que no permita más atropellos.

Habrá que revisar las opciones; observar a los aspirantes; checar su trayectoria –que ni tan difícil resulta- y de verdad acudamos a las urnas el día de la elección.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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