Son ya 99 detenidos y consignados por diversos delitos relacionados con la muerte de siete y todavía 42 desaparecidos del fatídico caso Iguala de septiembre anterior; familiares justamente abatidos y molestos con las investigaciones; maestros y sus afines en constante provocación a autoridades parecen indicar que a corto plazo no se vislumbra negociación alguna y aumenta al riesgo de elecciones muy complicadas en este primer semestre.

Los empresarios de esa entidad no ven la suya con la inseguridad prevaleciente en importantes ciudades como son Chilpancingo, Acapulco y Taxco, lo han hecho saber de manera pública diversas cámaras gremiales.

Las autoridades federales y el gobernador Rogelio Ortega Martínez, han sido, hay que admitirlo, muy prudentes con las manifestaciones de protesta tanto de los estudiantes de Ayotzinapa, padres de familia y maestros de la Coordinadora, no obstante que esos movimientos incluyen quema de unidades, toma y asalto a transportes, obstrucción a carreteras, destrucción de inmuebles y hasta agresiones a participantes en un congreso, a periodistas y a representantes del Instituto Nacional Electoral, hasta el alto riesgo cuando intentaron entrar al cuartel militar de Iguala.

Las reacciones conciliadoras se han dejado ver tanto del Ejército, la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ésta que al fin interviene, al decidir que los padres de familia entren a las instalaciones militares de Iguala en donde quieren ver si pudieran estar allí adentro los 42 desaparecidos.

Miguel Ángel Osorio Chong, titular de Gobernación, sale al paso en cuanto puede en el afán de cambiar la percepción de la sociedad en general en cuanto a lo ocurrido en los estados del sureste más vulnerables, de manera mediática. No obstante ello, el asunto es esencial y de forma por demás clara de orden político y no basta con acciones de fuerza.

¿Hasta dónde el gobierno está dispuesto a transparentar acciones, gastos, acotar la corrupción, lo cual está en las preocupaciones centrales?

La respuesta y las iniciativas están en manos de ellos, los del poder, por más que se quieran revertir esas tendencias no queda más que apelar a la calidad de personajes políticos comprometidos con el desarrollo que tengan desde el presidente Peña Nieto, los gobernadores, legisladores, jueces.

Toca al resto de los actores, partidos, sindicatos, iglesias, organizaciones, organismos, universidades, escuelas y hasta las familias, hacer lo que corresponde en un país en el que sí se vive en la ley y muchos la subvierten de forma frecuente y hasta alevosa.

Atraques

1. Al gober aspirante a la candidatura presidencial, el novel Manuel Velasco, niño verde 2, le soltó buena cachetada a un joven colaborador a saber por cual metida de pata, aunque el que la metió y en serio fue aquel. Ya externó disculpas, aunque madrazo dado se le olvida ni al ofendido ni a naiden como decían en Jalisco.

2. No son pocos los gobernantes ostentosos de mal genio aunque luego se las dan de paladines dela democracia, los derechos humanos y la tolerancia. Si no que pregunten en Veracruz como era el buen Dante, don Agustín Acosta, de los que recuerdo, aunque la lista es larga.

3. Javier Herrera Borunda será diputado plurinominal por el PRI, está en la lista número uno, lo cual ahora permitió manifestar su respaldo político sin reticencias al precandidato Tarek Abdala.