Interesante lo que escribió ayer Jorge G. Castañeda en su columna "Amarres" que publica en el diario Milenio.

Apunta algo obvio: Que el problema de la falta de credibilidad de un gobierno es recurrente en México y el mundo.

Dice por ello que cuando al Estado no le cree nadie, no le queda más que pedir credibilidad prestada a quien la tiene: otro poder, instancias internacionales, instituciones prestigiadas, personas de renombre.

"Ante cada magnicidio, masacre, accidente mayúsculo, desastre natural mal atendido, o presunto delito en las altas esferas del poder, los gobiernos disponen de pocas armas. La primera es el olvido. La segunda es la investigación controlada, dirigida, exculpatoria. La tercera es la más peligrosa pero la de mayor eficacia: la investigación independiente. La jerarquía de las tres opciones es inversamente proporcional a la credibilidad".

Concluye que por eso, nombrar a un miembro del gabinete presidencial para investigar al Presidente, a la primera dama y al más poderoso de sus colegas es un contrasentido, si lo que se busca es brindar credibilidad a la investigación.

Castañeda se refirió así al nombramiento que el presidente Enrique Peña Nieto hizo de Virgilio Andrade Martínez como secretario de la Función Púbica, designación que nadie tomó en serio por ser Virgilio miembro del grupo mexiquense en el poder.

En Veracruz, el gobernador Javier Duarte de Ochoa, para enfrentar los dos últimos años de su administración decidió descansar y dejar parte de la conducción política del gobierno en dos personas ajenas a su círculo cercano y totalmente distanciadas de los emisarios del pasado... reciente, esto es, recurrió a la credibilidad de quienes no son sus amigos ni han sido de su grupo, una credibilidad prestada si se quiere, como dice Castañeda, algo que si hubiera hecho desde un principio seguramente su administración y su imagen serían otra y no enfrentaría tantos cuestionamientos y señalamientos.

Habría que creer que cuando Enrique Ampudia Mello llegó por primera vez al Gobierno del Estado como Subsecretario de Gobierno fue porque lo pidió el propio gobernador, como se manejó, aunque no dejó de comentarse que realmente había sido enviado por el Centro ante los problemas que se vivían en el estado y la crisis de imagen que se tenía. Su llegada no gustó en el círculo que rodeaba entonces al Ejecutivo. En esa primera etapa, Ampudia acordó y sólo acató instrucciones de Duarte y, por ejemplo, nunca se sometió al control declarativo que impuso y mantuvo Gina Domínguez con el resto del gabinete, ni le consultó con quién sí y con quién no del gremio periodístico podía reunirse. Venía con e impuso autoridad, su autoridad.
Cuando Enrique consideró que había concluido su ciclo se fue, pero recién fue invitado nuevamente a integrarse a la administración, ahora en un puesto clave como es la Secretaría Particular de la Oficina del Gobernador, desde donde cumple instrucciones precisas de su hoy jefe, de ayudarlo a poner orden, pero también a reconstruir el tejido social bastante dañado por inexperiencia, falta de atención, o por acciones que dañaron la relación ciudadana o de organizaciones con el poder.

En mi experiencia personal, Ampudia le sirve bien al gobernador desde el momento mismo en que está dispuesto al diálogo, con atención y respeto, en que escucha, que acepta la crítica aunque también argumenta, explica, sin tratar jamás de imponer su punto de vista, ahora el punto de vista oficial.

Gerardo Buganza Salmerón llegó por primera vez a la Secretaría de Gobierno por el compromiso que tenía con él Duarte de Ochoa luego de que lo ayudó a ganar la gubernatura con los votos de todos sus seguidores, dolido y molesto como estaba por el maltrato que le dio el presidente Felipe Calderón cuando Buganza alegó con pruebas que le había ganado la elección a Fidel Herrera Beltrán y le pidió que lo ayudar a hacer valer su triunfo.

Éste mismo trató de impedir, hizo hasta lo imposible porque no llegara al cargo. Llegó pero en la primera etapa estuvo cercado y limitado por el entonces círculo que rodeaba al gobernante. Antes de que Erick Lagos Hernández llegara al puesto, el exgobernador insistió en que se le depusiera. Duarte lo sostuvo, hasta que lo invitó a irse a la hoy Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP).

Buganza metió orden en esta dependencia y documentó todas las pillerías que habían cometido varios funcionarios tanto de esa Secretaría como de otras que también hacían negocio incluido el exContralor General del Estado. Le dijo la verdad a Duarte y lo ayudó a recuperar dinero y a hacer que se cumpliera con las obras que ya habían sido pagadas pero que nunca se construyeron. Afectó intereses muy fuertes tanto locales como de fuera del estado, y se tiene que reconocer que el gobernador lo sostuvo por encima de todo y lo regresó a la Secretaría de Gobierno.

Gerardo es formal en su trato aunque también atento y respetuoso, recibe, atiende, resuelve, le es absolutamente leal al gobernador, no lo engaña, tiene muy buena imagen ante el gabinete presidencial (lo identifica muy bien el presidente Peña Nieto) y con ello, con su trabajo y con sus relaciones tanto en el estado como en la capital del país lo ayuda.

En la conducción política, hoy tanto Buganza como Ampudia, dos credibilidades prestadas, mantienen una gran línea de entendimiento y coordinación y no están dispuestos a permitir más desatinos o incluso posibles actos deliberados para beneficio personal o de grupo que vayan en detrimento de la imagen de su jefe el gobernador Duarte, quien puede ganar mucho si les mantiene el apoyo y respaldo que les ha brindado hasta ahora.

¡No hagan olas!

Sin comentarios. Tomó tal cual de Milenio esta nota que subió ayer por la tarde a su portal:

Ciudad de México. La Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular el dictamen que reforma diversas disposiciones constitucionales en materia de disciplina financiera de estados y municipios.

El dictamen establece lineamientos para que los tres órdenes de gobierno revisen de manera obligatoria a qué se destina el gasto público y a evitar el desvío de recursos para cubrir los intereses del ejecutivo en turno.

El documento busca evitar que la deuda local se traslade a futuras administraciones, estableciendo que estados y municipios podrán contratar obligaciones para cubrir necesidades a corto plazo, las cuales deberán liquidarse totalmente a más tardar tres meses antes del término del período de gobierno correspondiente. Asimismo, se prevé que no podrán contratar nuevas obligaciones en dicho plazo.

La deuda deberá destinarse a inversiones públicas productivas, así como a su refinanciamiento y reestructura, siempre bajo las mejores condiciones de mercado y se prohíbe usarla en gasto corriente.

Se establece la obligación de publicar todos los empréstitos y obligaciones en un Registro Público Único, y se creará un sistema de alertas para vigilar la deuda.

Estaba en lo cierto Bravo Contreras

No tiene que regateársele ningún reconocimiento al fiscal Luis Ángel Bravo Contreras: la Procuraduría General de la República (PGR) confirmó su dictamen de que el cuerpo que se halló si era el de Moisés Sánchez Cerezo. El propio resultado se le entregó al hijo del occiso, Jorge Sánchez, quien había puesto en duda la identidad del cadáver.

Más allá de ello y del proceso que se sigue, lo cierto y triste es que, así, se confirmó la muerte de otro periodista en Veracruz. Se espera que las pruebas que se tienen lleven al castigo de los responsables, que esta muerte no quede impune.

Presentan esta tarde libro de Marcos Bucio

El propio rector de la Universidad de Xalapa (UX), Carlos García Méndez, ha estado invitando a la presentación del libro La Segunda Alternancia del licenciado Marcos Bucio, quien es oficial mayor de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos (SAGARPA), que tendrá lugar este viernes 6 a las seis de la tarde en el Auditorio III de la propia UX. Comentarán la obra el senador José Francisco Yunes Zorrilla y el diputado federal José Alejandro Montano Guzmán. La entrada es libre y se espera un lleno dada la calidad de los participantes.

[Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.]