24 de Abril de 2024
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Corrupción e impunidad ahogan a Veracruz
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2015-02-26 - 00:33
Se aprueba el Sistema Nacional Anticorrupción que cae como anillo al dedo a Veracruz que vive momentos aciagos en su economía y finanzas tras una quiebra no declarada y menos reconocida de parte de la autoridad estatal.
Sin embargo, y para fortuna de millones de veracruzanos en lo sucesivo el gobierno del Estado quedará encorsetado al no permitirse más el “borrón y cuenta nueva” o el olvido al cambio sexenal al probarse ayer la creación de una fiscalía federal financiera que vigile el uso y destino de los recursos amén de prevenir, investigar y sancionar los actos de corrupción en el manejo de los recursos públicos.
En lo sucesivo las participaciones federales serán fiscalizadas hasta en un 92% por la Auditoría Superior de la Federación y el otro 8% por órganos fiscalizadores locales que también se crearán a instancias del Sistema Nacional Anticorrupción.
Y es que la corrupción, la impunidad y la inseguridad se han constituido, particularmente como factores de un alto costo para la actividad productiva y los hogares.
Veracruz vive una real atonía al estar atrapado en una feria de dineros no comprobados, no entregados en tiempo y forma o presuntamente desviados a bolsillos de corruptos.
La economía estatal es hoy por hoy rehén de una inexplicable “licuadora” de donde se toma en dinero sin ton ni son. Las participaciones federales jineteadas; los remanentes de la bursatilización escondidos en algún lado; los 7 mil millones de pesos que no aparecen –o mejor dicho, por comprobar- y los cien mil millones de pesos de presupuesto anual que no se han traducido en obra pública alguna que marque a la administración.
Vaya hasta los dos mil empleados que colaboraron al “lucimiento” de los Juegos Centroamericanos no han recibido sus salarios devengados desde noviembre del año anterior. Veracruz pues se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la Federación.
Y es que por más que ayuda todo le sale al revés.
Acaso por ello apresura un Sistema Nacional Anticorrupción que contará con órganos autónomos e independientes para realizar auditorías en tiempo real e investigar a partir de denuncias ciudadanas a los gobierno estatales.
A estas alturas es difícil saber si duerme tranquilo el gobernador Javier Duarte, tal vez sí, pero deberá considerar que en lo futuro nunca más un empleado suyo –como es el caso del Contralor General de Veracruz- será el que lo juzgue por delitos de corrupción.
Y las cuentas en lo sucesivo deberán ser transparentes para no dar lugar a lo que hora se vive en donde no se sabe a ciencia cierta si debemos 41 mil millones de pesos que es un demonial de centavos o 140 mil millones, tal como afirma el diputado local Fidel Robles Guadarrama.
Este legislador recordó semanas atrás que los pasivos con proveedores son de 98 mil 500 millones de pesos y que a eso hay que sumar la deuda reconocida por el gobierno del estado, que es de 41 mil millones, lo que da un total de 140 mil millones.
En esa misma danza anda el también diputado Ricardo Ahued, quien sostiene que son 82 mil millones los que debe el pueblo veracruzano al corte del 2015. Es decir, no considerando los 5 mil millones de pesos que el ejecutivo estatal pidió prestados a un banco trasnacional.
¿Quién dice la verdad?
Mueve a la reflexión lo escrito por el brillante columnista Filiberto Vargas cuando en palabras llanas relata:
“Imagine que en el traspatio de su casa, en la barda que divide su propiedad con la de su vecino, éste le está platicando lo bien que le va actualmente en su trabajo. Que ha recibido un jugoso aumento salarial y que las finanzas en su hogar están la mar de bien”.
“Imagine también que usted se ha percatado de cómo se aglomeran frente a la casa de su vecino, los acreedores. Le reclaman el pago de la hipoteca de la casa, está también el propietario de la tienda de la esquina, el carnicero, un enviado del colegio de sus hijos. Todos se quejan de que han pasado ya muchos meses sin que el vecino -ese que presume que sus finanzas “están sanas”- liquide sus cuentas”.
“¿No le sonaría ridículo?”
“No es un delito deber. Se puede entender que el vecino tenga dificultades económicas y hasta podría usted considerar la forma de ayudarle. Pero negar esa realidad y ¡presumir que goza de gran salud financiera! Eso ya es el colmo”
“Así cayeron las palabras del Gobernador Javier Duarte de Ochoa, pronunciadas este martes al ser cuestionado sobre las condiciones financieras de la administración estatal”:
“No hay ningún problema, estamos trabajando; inclusive hemos tenido reuniones con las diferentes cámaras, organizaciones y asociaciones empresariales para el tema del pago de pasivos y el gobierno sigue su marcha, sigue caminando de conformidad a lo que establecen nuestros programas, nuestras acciones y nuestros compromisos y así lo vamos a seguirlo haciendo”, dijo con extraordinario aplomo.
Esas es pues, nuestra contrastante realidad.
Por un lado todo un pueblo reclamando cuentas claras y por el otro un mandatario insistiendo en el aquí no pasa nada y en este pueblo no hay ladrones.

¿Quién dice la verdad?

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.

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