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Cuatro meses desaparecido, periodista coatepecano
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2015-02-28 - 09:09
Se cumplieron ya esta semana, cuatro meses de la desaparición del periodista coatepecano Tomás David Matus, autor de la columna “Cafetópolis”, que se publicaba en el periódico El Regional, sin que a la fecha se tenga ninguna noticia sobre su paradero y cuál fue su destino.
Extrañamente, no obstante ser un periodista egresado de la Universidad Veracruzana, con más de 30 años de ejercicio profesional, a quien sus vecinos y conocidos lo describen como una persona tranquila y honorable, no se ha despertado la atención de la opinión pública como ha ocurrido en otros casos de comunicadores desaparecidos y asesinados.
No ha habido manifestaciones públicas, ni en Coatepec donde vivía, ni en la capital del estado, en donde las autoridades de la ahora Fiscalía General del estado, a cargo de Luis Ángel Bravo, no han dado a conocer ningún avance en las investigaciones, si es que existen.
Tomás David Matus debió ser el decano de los periodistas en Coatepec, pues siempre estuvo colaborando en periódicos locales desde muy joven, luego de egresar de la Facultad de Periodismo, ahora Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana.
Pero como sucede en todos los casos relacionados con la desaparición o asesinato de periodistas veracruzanos, la primera reacción de las autoridades es tratar de minimizar el asunto como ocurrió con los periodistas Gregorio Jiménez Cruz, en Coatzacoalcos, y más recientemente con Moisés Sánchez, en Medellín de Bravo.
Pero Tomás David Matus no era ni vendedor de frutis ni gansitos, tampoco era taxista, toda su vida se dedicó a ejercer modestamente el periodismo en su región.
Más allá de las implicaciones de la desaparición y posible asesinato del periodista Tomás David Matus, se trata de un veracruzano, de un ser humano, que con ello se justifica por demás la actuación de las autoridades de la Fiscalía General del estado.
A cuatro meses de su desaparición, sus familiares no han tenido ninguna noticia sobre su localización.
Y al parecer no la han tenido, porque tampoco se le ha buscado como debiera ser, como se ha hecho intensamente en otras ocasiones, en que sí se ha localizado al desaparecido.
Si no se encuentra al desaparecido, mucho menos se va a localizar a los responsables de su desaparición y eso lleva a la impunidad.
Esa impunidad en los ataques y asesinatos a periodistas, que ha llevado a convertir al estado impróspero de Veracruz, en el sitio más peligroso del mundo, donde los periodistas y comunicadores desaparecen y son asesinados sin que se castigue ejemplarmente a los culpables.
El caso de la desaparición, desde el pasado 26 de octubre, de Tomás David Matus en Coatepec, ya forma parte de las estadísticas sobre agresiones a periodistas en Veracruz, que recientemente publicara Celia del Palacio Montiel, doctora en Historia por la UNAM e investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana.
En la introducción de la larga lista de agresiones, desapariciones y asesinatos señala que “Veracruz ha sido considerado por las asociaciones internacionales como el lugar más peligroso de México para ejercer el periodismo desde el año 2012. Han transcurrido ya dos años y la posición del estado al respecto de su peligrosidad para los trabajadores de la prensa no ha cambiado de manera sustantiva. Si bien el alarmante número de homicidios a periodistas alcanzado en 2011 y 2012 no se ha repetido en la misma proporción, otro tipo de agresiones a los comunicadores ha sido constante”.
DICE EL FILÓSOFO DEL PUEBLO PANCHO LÓPEZ:
Que mientras el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, pasea por Europa en la capital española, en la capital veracruzana se cumplió el plazo que esperaban artistas xalapeños para recibir una respuesta por parte de las autoridades municipales, por lo que realizarán algunas manifestaciones pacíficas con actos artísticos y culturales por algunas calles de la ciudad. ¡Qué chulo, veraneando!
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