Es evidente la preocupación del presidente Enrique Peña Nieto por dar un vuelco de 360 grados a su imagen y credibilidad como político elegido democráticamente por quienes aspiran todavía a un cambio hacia el desarrollo en todos los órdenes y a quien se la ha venido el mundo encima ante resultados parciales, limitados, obtusos, como lo hizo saber él mismo.
En efecto en su reciente visita al Reino Unido –vale la pena reiterarlo-fue muy claro al advertir a un medio de comunicación:“hay sin duda una sensación de incredulidad y desconfianza y esto se muestra con sospechas; pese a todohay tiempo para dar resultados: soy optimista. Por eso hay que reconsiderar hacia dónde nos dirigimos”.
En síntesis: en general violencia, impunidad y corrupción estatal son factores a los que tendrá que enfrentar en lo que resta de su sexenio, no exento de críticas hasta lo que ahora se ha visto, cuando las reformas estructurales emprendidas al inicio de su mandato hicieron pensar que todo iba a encaminado a caminos diferentes en la historia y presente del país.
En particular los casos de Tlatlaya; estudiantes de Ayotzinapa; el presunto conflicto de interés en asuntos de su patrimonio; la baja en el precio del petróleo; el serio conflicto con la reforma educativa en Oaxaca, Chiapas, Guerrero; el recorte al gasto de 160 mil millones de pesos; la escasa participación en infraestructura; migrantes; vecindad con Estados Unidos y América del Centro y Sur, son los grandes pendientes que ha de ir sorteando el gobierno federal.
Por lo que se aprecia Enrique Peña Nieto está decidido a revertir esa imagen, en la medida de lo posible, en lo que le resta de su sexenio.
Por eso fueron muy fuertes sus críticas a los gobernadores congregados en Durango, a quienes los exhortó a compartir a plenitud las políticas federales en todas las esferas y dejar de “nadar de muertito” en atención a intereses políticos e incluso económicos legítimos quizá aunque fuera de lo que pretende, como quien dice, a tener un extremo cuidado en el manejo de recursos públicos, de la seguridad, de Prospera, entre otras y ni subirse a méritos que nos les corresponden
En tanto estados y municipios tendrán que hacer su parte y coordinar muy en serio sus propias políticas encaminadas al crecimiento económico y a la estabilidad hasta ahora, con todos sus asegunes, lograda.
Es seguro que habrá más ajustes en el gabinete presidencial, no sólo en materia de comunicación social, sino en los de orden político y técnico que llevan mano si es que Peña Nieto quiere revertir su imagen interna y externa.
Atraque 1
Urge atender la fuerte contaminación que en diversos grados se registran en 75 por ciento de los ríos en el territorio nacional, es un permanente reclamo social y muy especialmente de los centros de educación superior;
Atraque 2
Las elecciones en nueve entidades del país el próximo 7 de junio, traen movidos a todos los partidos, nadie se salva por ahora de los spots de radio, televisión y redes, que lo menos es traer asolados a los cautivos auditorios. Hay mensajes que dan lo menos risa por no llorar.
Atraque 3
Servando Gómez La Tuta fue aprehendido sin un solo disparo, lo cual es algo plausible desde el punto de vista que se vea dada la peligrosidad del ex maestro michoacano a quien no le temblaba la mano para hacer y deshacer bienes y vidas. Se dijo sorprendido, así fue cuando traía encima a medio equipo de inteligencia y seguridad en el país. Ahora se verán los reacomodos en esa entidad tan afectada por esos fenómenos.



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