Seguramente por instrucciones de más arriba y no estamos hablando de Dios nuestro señor, el Contralor General, Ricardo García Guzmán salió al rescate de la Secretaría de salud y de paso de su ex secretario Juan Antonio Nemi inopinadamente trenzado con la columnista-investigadora más crítica y seria de Veracruz, Claudia Guerrero.
La réplica y contrarréplica del ex funcionario, quien en el diferendo periodístico también pretendió llevarse entre las patas –sin deberla ni temerla- a Ernesto Aguilar Yarmuch, lo puso en una situación de rebote con una institución cuestionada en un bailoteo de cifras y la mar de corruptos, que hizo necesaria la intervención del gobierno del estado.
García Guzmán niega de manera por demás categórica que la Secretaría de Salud que hoy encabeza el respetable galeno Fernando Benítez Obeso, esté siendo intervenida por la Auditoría Superior de la Federación, adelantando además que el gobierno de Javier Duarte, solventará los reclamos federales por siete mil 200 millones de pesos pendientes dela cuenta pública 2013.
Lo dicho por el Contralor General destensa, le baja presión a la dependencia responsable de la salud pública y no solo eso, entra al auxilio del gobierno del estado sujeto en lo que va del año y particularmente hace 40 días con las revelaciones de la ASF. a recias críticas y censuras por presunta lapidación del dinero público.
“Las solventación de las observaciones se mantienen al margen de escándalos mediáticos surgidos durante los últimos días entre la columnista Claudia Guerrero y el exsecretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib”, dijo el Contralor.
Su dicho revela, a contra sensu, que en efecto era necesario parar en seco la cascada especulativa que genera el conflicto entre la periodista y el exfuncionario.
Ambos desgranaron fuertes denuncias contra quienes manejan la institución sanitaria saliendo de nuevo a relucir el sindicato de salud y su dirigencia motivo por el cual tuvo que abandonar la dependencia Nemi.
Asimismo volvieron a salir a flote malos manejos y corruptelas que en nada acreditan los nuevos esfuerzos por sanear la institución.
Así, a vistas se imponía una intervención de la autoridad para atemperar el asunto y enviar al mismo tiempo el mensaje de que se está atendiendo el tema de la Auditoría Superior de la Federación que tanto escozor ha provocado en la opinión pública veracruzana.
Ricardo García Guzmán por lo que se observa está llevando el timming de un asunto tan sensible como son las finanzas públicas y de paso imponer códigos de conducta que de una vez pongan fin al accionar impune de tanto truhan y sinvergüenza colado en la administración pública.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo




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