“Hasta la desgracia llega a cansarse”
Séneca

Una vez más se ha puesto a trabajar la famosa “Caja China”, esa que hicieran pública y famosa en una película del nuevo cine mexicano, pero que para los avezados en el manejo de la Ciencia Política así como de la comunicación es conocido como un simple pero efectivo distractor social.
El reciente escándalo generado por la ahora famosa agresión del director Técnico del Seleccionado Nacional de Futbol, Miguel “El Piojo” Herrera y el comentarista deportivo, Cristian Martinoli tiene más intensiones distractoras, que la real complicación de un problema entre dos televisoras por el manejo y manoseo de la propia Selección Nacional.
En el fondo algo grave está sucediendo en nuestro país, algo que atañe más a la crisis económica y al desequilibrio económico en puerta producto de la recesión que se avecina, el incremento en el tipo de cambio –devaluación del peso- y por supuesto los resultados de una política social fallida.
Pero también, en la impronta la sociedad debe ser distraída para atender, más a los chismes de lavadero, que al descredito que pudiera enfrentar la institución presidencial.
Y déjeme explicarle el porqué; recientemente bajo el titulo “Peña, un presidente ¿divorciado?” la periodista Sanjuana Martínez revela las verdaderas causas y las razones por las que estamos presenciando una nueva “Caja China”.
El rompimiento de la relación marital del presidente Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera son asunto de seguridad nacional.
La colaboradora de Sin embargo asegura que “Los problemas conyugales de Peña y Rivera son también una cuestión de Estado. Primero, porque demuestran el fracaso estrepitoso de la fórmula Televisa en Los Pinos, y luego porque sentarán un precedente para que el gobernador priísta de Chiapas y su radiante esposa televisiva, dejen de creerse la próxima pareja presidencial.”
El nacimiento de un hijo y su reconocimiento público, las infidelidades del presidente, la actitud renuente de la primera dama a que su padre lo pudiera ver, la serie de escándalos producto de la aparición de “La Casa Blanca” -su mega mansión adquirida a base de tanto esfuerzo- terminaron por provocar el distanciamiento y evidente fractura.
La reportera afirma que fuentes cercanas a la presidencia le han confirmado que la Primera Dama ya no habita la Residencia Oficial de Los Pinos desde hace poco más de un año, “prefiere habitar su casa de Miami y sencillamente, está obligada a cumplir con su función desde la residencia oficial.”
De esta manera, la maquinaria de operación política y comunicacional se puso en marcha, había que contener, el escándalo, había que desviar la atención de los desaguisados hechos públicos tras la visita de estado de los Reyes de España, de igual manera, los que se hicieron más notorios durante la gira presidencial por Europa.
La publicación más reciente de fotografías de la primera dama Angélica Rivera disfrutando de lo lindo por Italia con sus “amistades”, fueron el foco rojo para la activación de este intrincado que terminará por costarle el puesto al director Técnico de una Selección Nacional.
Finalmente ya está visto que mientras Televisa los cobije, el recurso no dejará de garantizarles una vida prospera; el divorcio inminente será simplemente cosa del tiempo, y claro esperar a que concluya el periodo presidencial.
Mientras los mexicanos, podrán seguir disfrutando de una telenovela en tiempo real, porque para eso está la famosa “Caja China”.
Al tiempo.

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