“Quien desperdicia el tiempo es un ladrón que roba día a la vida.”
Charles Dickens

Ni en sus peores pesadillas el gobernador Javier Duarte, imaginó que faltando escasos 15 meses de gobierno, la crispación social en todos los frentes fuera alcanzar tensiones y reclamos tan álgidos, y una descalificación tan alta.
Para su desgracia, cuando nos es un día los campesinos que demandan y reclaman sus proyectos productivos, al otro día son los jubilados y pensionados, al siguiente padres de familia que exigen mejoramiento de espacios educativos, y así podría usted simplemente imaginar un tema de aplicación de política pública o de administración pública y ocupar cualquier día de la semana para que el reclamo surja.
Después de haber lidiado con las protestas producto de las Reformas Estructurales y en especial, la Reforma Educativa durante el 2013, el magisterio veracruzano quedó trastocado, lastimado.
La falta de información oportuna que ha caracterizado a la presente administración, crispó aún más el escenario, aun cuando con el paso del tiempo las cosas volvieron a tomar su curso.
Ahora cuando se han comenzado aplicar las pruebas de evaluación y los concursos para mejorar sus niveles, los docentes demandan también el cumplimiento de sus prestaciones laborales.
La toma de instalaciones de la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) por integrantes del magisterio ocurrida el pasado martes evidencia la crisis que se avecina.
Los docentes ya advirtieron que exigen el pago de los adeudos porque es un dinero que ya ganaron por su trabajo, cierto, de igual modo, el recurso proveniente de la federación al estado ya se efectuó, pero el gobierno duartista nunca pagó, también cierto.
Los reclamos en forma de manifestación se presentan, afirman los maestros, llegan porque también acusan la falta de cumplimiento de acuerdos previos con los anteriores dos secretarios (Adolfo Mota, hoy diputado federal y Flavino Ríos Alvarado, también secretario de Gobierno Estatal) y con la actual titular de la Secretaria de Educación, Xóchitl Adela Osorio Martínez, a quienes responsabilizan directamente de la crisis.
De igual modo, acusan que el gobierno estatal de literalmente haberles peinado y desaparecido el recurso autorizado por la federación como bono sexenal tras la salida del presidente Felipe Calderón.
Así el magisterio veracruzano exige el inmediato pago o incrementarán las acciones de presión tomando de nueva cuenta las oficinas de la SEFIPLAN y también de Nómina y de Telebachilleratos, más las que se acumulen por la causa.
En tanto la insoportable situación la enfrentan los maestro que aparecen en el Buró de Crédito por pasivos al Fovissste o simplemente a instituciones comerciales que les brindaron el crédito con promesa de pago vía nomina, siguen sufriéndola.
Ya advirtieron los integrantes de la Asociación Mexicana del Derecho del Trabajo y Previsión Social en el estado de Puebla, que de llegarse a dar una privatización del IMSS por ejemplo, el descontento social gestaría la mecha de una Revolución.
¿Acaso en Veracruz el gobierno social apuesta por provocar una crisis de esa naturaleza con el magisterio?
Aguas diría el viejo resabio… no busquen despertar el México bronco, que después no podrán parar.
BRÚJULA
Circula ya en redes sociales la supuesta versión de una ruptura y un pleito entre el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y el propio gobernador Javier Duarte, se afirma que el testigo del incidente aparte de varios comensales en la colonia Polanco de la Ciudad de México, abría sido el ahora diputado federal plurinominal y asesor del gobierno de Veracruz, Enrique Jackson, quien atónito contempló las diferencia entre el maestro y el alumno, donde salió a relucir el más florido del lenguaje alvaradeño.
De ser cierto, complicado escenario el que se avecina a la administración en funciones, porque sin el cobijo del cuenqueño ahora si ¿quién sabe cómo le irá a la nave? Que seguramente se irá a pique.
Al tiempo.

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