¿QUE, ACASO los panistas e incluso los perredistas, no se han dado cuenta de lo desastroso que fue el periodo del gobierno federal, que por doce años, mantuvo a un país, propiamente, en las garras, primero, de la ignorancia política y la corrupción, hasta llegar, finalmente, con un gobierno provocador, que dejó a los mexicanos la peor herencia que consiste en un panorama desolador de violencia e inseguridad?.
¿Esperan, quizá, que el pueblo mexicano, los reciba como una alianza prometedora, alejada de la sombría presencia de un gobierno, como fue el del PAN, que todavía no termina y que sigue siendo el mayor problema del pueblo en general y un importante reto para el gobierno actual?.
En su momento, los panistas acusaban a los priistas de haber tenido un gobierno que había pactado, dijeron, con los grupos fuera de la ley y que por eso no se habían dado indicios de violencia generalizada, pero que era tiempo de que se picara al panal, como lo hizo el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, tan solo por el mero gusto de ver sufrir a la población que ahora no se puede mover, sin estar atemorizado de lo que pase en la calle o en cualquier otro lugar.
¿Ese es el Estado de Veracruz, que quieren ahora los panistas y los perredistas y que, de acuerdo a lo que se ha difundido, es posible que se unan para sacar al PRI de Palacio de gobierno?
Vaya, no se miden los panistas, que en su afán de gobernar, aunque sea por dos años a la entidad veracruzana, piensan hacer hasta el ridículo con el fin de llegar a ocupar los espacios que ahora tiene el PRI, en el gobierno estatal.
Es cierto, que los veracruzanos, no están del todo contentos con la situación política y económica que persiste en Veracruz, pero harán todo lo posible, como siempre, para recomponer las condiciones de tranquilidad, mejoramiento económico y social a través de candidatos que tienen la experiencia para gobernar y que no van por la revancha, sino por el trabajo que requiere la administración estatal para cumplir con las principales demandas del pueblo.
Se sabe que los panistas y los perredistas, han entrado en una especie de emoción política, porque piensan que pueden ganar, cuando en realidad, es una visión muy recortada de lo que sucede en Veracruz.
Pero esto no es más que un intento que será muy difícil concebir, principalmente, porque ninguno de los dos partidos tiene un candidato fuerte, capaz, y sobre todo, popular, como pueden ser los senadores del PRI, Pepe y Héctor Yunes Landa, quienes están plenamente identificados con el pueblo veracruzano, que han tenido permanente contacto con cada grupo de la población veracruzana y que difícilmente, cuando menos en este momento, puedan ser sustituidos por cualquier otro candidato de otro partido político, que les pueda ganar una contienda de esta naturaleza.
La famosa alianza que pretenden alcanzar, tanto los panistas como los perredistas, esta por nacer muerta, pues no hay razón alguna para que puedan alcanzar los niveles de popularidad que tienen ahora los aspirantes del PRI, a la gubernatura del Estado.
Más temor, podría haber en Veracruz, la presencia de Andrés Manuel López Obrador, que poco a poco, con su partido MORENA, ha ido permeando en las capas políticas del país.
Aún así, no podría, tampoco, ganar una elección en el Estado, cuando menos por ahora, pues las condiciones ya están dadas para que el PRI, siga manteniendo el poder. Mañana, quizá, sea otro tiempo, cuando hasta no haya necesidad de acordar una alianza entre partidos, cuando el PRI, ya no tenga la fuerza política de ahora.
¿Quién teme a Miguel Ángel Yunes Linares?
Que no cunda el pánico, pues se tienen versiones muy claras de que el ex secretario de Gobierno en Veracruz, y ahora diputado federal plurinominal, del PAN, no viene como candidato a la gubernatura de dos años.
Es casi imposible que a estas alturas quiera el famoso Miyuli, enfrentarse a cualquier de los Yunes priistas, pues no les ganaría ni haciendo la mayor de las trampas electorales.
Es claro que Yunes Linares, ha mantenido el temor entre los priistas, haciendo correr la versión de que vendrá en busca de la gubernatura del estado, sobre todo, para tomar venganza en contra de muchos de los ahora funcionarios de la presente administración estatal, que no son parte, desde luego, del grupo de personajes que tienen relación íntima con uno de los ex gobernadores del estado.
Miguel Ángel Yunes Linares, sabe perfectamente bien que su estructura política, no le alcanza para llegar a Palacio de Gobierno, por la sencilla razón de que el político de Soledad de Doblado, es sumamente inteligente y no se atrevería a una aventura política de esta naturaleza.
Es más, si así fuera, ya estaría en plena campaña política y no esperaría a los dos meses, cuando más, que tendrá, en el caso de ser candidato, para recorrer el Estado, y convencer, en primera intención, a los votantes veracruzanos.
Así es que vale más que la preocupación no sea el PAN de cada día, sino el trabajo constante que permita lograr que los veracruzanos, sean, cada día, atendidos en sus problemas cotidianos, como suelen solicitar al gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
LA LIGA DE COMUNIDADES agrarias, está por comenzar una nueva etapa, después de un periodo sumamente difícil, donde, sin duda, los que más perdieron fueron los campesinos veracruzanos, los cuales ya no tuvieron el cobijo que antes solían encontrar en la organización cenecista.
Juan Carlos Molina, desconocido todavía para la mayoría de los hombres del campo, tomará las riendas de la dirigencia estatal de esta organización, supuestamente, a partir del próximo sábado, cuando con todo el apoyo cenecista, se convierta en el próximo presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado.
Todos, al parecer, se suman a esta nueva dirigencia, principalmente, los ex dirigentes estatales de la misma organización, que han convenido en mantener la tranquilidad en esta organización, para que resurja y se convierta, otra vez, en la esperanza de miles de campesinos veracruzanos, que han sido abandonados, desde hace tiempo, debido a los intereses políticos del pasado.
Incluso, el mismo supuesto dirigente de esta organización, Edgar Díaz, se ha convencido de que las cosas deben cambiar en esta organización y que la imposición nunca da resultados positivos.
Con apoyo del PRI, la CNC veracruzana, se recompone y promete ser, de nueva cuenta, una organización campesina que encabece las mejores causas del campo y de los campesinos veracruzanos.
Ya veremos qué pasa, porque en política, nada hay escrito.
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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