“La duda es principio de toda sabiduría.”
Aristóteles

Dice el refrán popular “piensa mal y acertaras”, y esto se lo traigo a colación porque pareciera que cuando al gobernador Javier Duarte no le podría estar yendo peor, compra el circo y le crecen los enanos.
Y es que cuando el Gobierno de Veracruz se encuentra sumido en una seria crisis de credibilidad, al mandatario estatal, que tiene más suerte que un boleto premiado de lotería, y es que por coincidencia le ocurren cosas.
Este martes surge un nuevo incidente, ya muy temprano los mexicanos y veracruzanos despertábamos con una dedicatoria a la entidad desde las prensas de la Jornada –quien señalaba en sus ocho columnas “Escamotea Duarte más de $2 mil millones a la UV”.
Más tardo el diario en llegar a los estanquillos, que el titular del Ejecutivo en apersonarse en la Rectoría de la UV para dialogar con su responsable.
Aun cuando en sus dichos afirma que no existe ningún tipo de diferendo con la UV, a pesar de los reclamos airados de su rectora, Sara Ladrón de Guevara –la que cuando no dice una cosa, dice otra, como “La Chimulfrutia” – y el reclamo airado de la Junta de Gobierno de la UV solicitando la transferencia de cerca de dos mil millones de pesos por prestaciones y recursos no ministrados, al mandatario estatal le siguen ocurriendo hechos que lo ponen en el escrutinio de la sociedad.
Tras el escándalo desatado por el Cañagate los frentes abiertos comenzaron a salir a la luz pública con una velocidad sin precedente.
La presión mediática ejercida desde el centro del país, por legisladores federales rojos, azules y de todos los colores, por señalamientos de casos de corrupción, desvió de recursos, enriquecimiento ilícito, y un sin número de temas más que se acumulan dentro de la administración estatal, dieron este día más de que hablar.
La presión sobre áreas estratégicas de la administración federal, provocó que los brincos, no demoran mucho en llegar.
El encuentro del senador Héctor Yunes Landa con el titular de la Auditoria Superior de la Federación (ASF), Juan Manuel Portal, el nombramiento en el senado de Fernando Yunes Márquez como nuevo presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara Alta, la llegada de Miguel Ángel Yunes Linares, en la presidencia de la Comisión de Seguridad de la Cámara Baja, la presidencia de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de Pepe Yunes Zorrilla, son ya un tema de preocupación y atención inmediata.
Cuando comienzan a tejerse los elementos de una acción desde el altiplano para documentar los hechos ejecutados en Veracruz, extrañamente, se produce un incidente en la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) que prende los focos de alerta.
Anteriormente los datos contables y registros del recursos públicos pasaron de realizarse manualmente a registrarse electrónicamente, a respaldarse mediante procesadores, ordenadores o computadoras que permitieran sistematizar los procesos y con ello, obtener datos puntuales y precisos de la situación financiera de una entidad.
Después del fallo en el suministro de energía eléctrica que se presentó este medio día de miércoles en la SEFIPLAN, los cientos de burócratas que fueron desalojados no se presentaron a laborar en el transcurso de la tarde.
La falla se presentó en el transformador que suministra energía a todo el edificio, por lo que por seguridad, se activó el protocolo de Protección Civil y los empleados tuvieron que abandonar las instalaciones.
Fuentes de la SEFIPLAN afirmaron que todos los trámites se realizaron sin ningún contratiempo, cabe señalar que con la falla se suspendió el servicio de luz, agua, teléfono e Internet, por lo que era imposible que continuaran laborando y tuvieron que retirarse a sus hogares.
¿Dónde quedaron los registros? ¿Acaso con esto se busco desaparecer la información que demuestra que las cuentas simplemente no cuadran? ¿O solo fue un incidente?
Como dice el refrán “piensa mal y acertaras”.
Al tiempo.

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