Hace 14 años tuve la oportunidad de sostener una larga plática con la ex dirigente Nacional del PRD, Amalia García Medina, en esa ocasión cuando ella lideraba las huestes del Sol Azteca me dio detalles de los resultados de una encuesta que su partido político había ordenado para conocer su imagen institucional.
Explicó que ese estudio de opinión había sido ordenado a raíz de las frecuentes derrotas que estaba registrando su partido, a Amalia le urgía conocer las razones para corregir los errores en la marcha y recuperar la simpatía del electorado.
Entre lo más trascendente que había aparecido en esa investigación, era lo relacionado con el comportamiento agresivo de los dirigentes, militantes y candidatos, por lo que era urgente cambiar esa opinión desfavorable
Dijo que se tendría que modificar esa imagen negativa, porque de lo contrario, las derrotas serían irremediables, porque la gente no aceptaba ese tipo de comportamiento.
Sin embargo, el 16 de marzo de 2006 (hace 11 años), el candidato presidencial que era apoyado por la coalición Por el Bien de México, que integraban los partidos PRD, PT y Convergencia: Andrés Manuel López Obrador, en uno de sus discursos abusando de su personalidad tabasqueña, le dijo al presidente Vicente FOX “Cállate chachalaca”, porque Vicente Fox lo había criticado por su propuesta de bajar los precios de los combustibles.
TODO LO QUE HABÍA AVANZADO AMLO SE LE VINO ABAJO
Faltaba un poco más de tres meses para las elecciones presidenciales y esa expresión fue suficiente para que la imagen de Andrés Manuel se viniera abajo, después de estar muy por arriba del candidato panista Felipe Calderón Hinojosa, que según algunas encuestadoras el perredista le llevaba 9 puntos porcentuales en el mes de febrero al panista, pero un mes después todo había cambiado. Ya estaba un punto debajo de Felipe Calderón.
Por la actitud beligerante y agresiva de AMLO se dio lo que los mercadólogos llaman el “voto mariposa” el sufragio de los votantes emigro hacia otro partido y candidato que les ofertaba tolerancia, prudencia, sensatez y respeto a la contienda.
La estrategia que utilizó el comité de campaña del PAN fue directo, en vez de ocultar esa frase de cállate chachalaca, la aplicaron en un spot comparando a López Obrador con el presidente venezolano de ese momento, Hugo Chávez, mencionando que los dos eran intolerantes.
Lanzaron un spot en el que primero aparecía Hugo Chávez dirigiéndose al presidente “No se meta conmigo caballero, porque sale espinado” e inmediatamente aparecía Andrés Manuel diciéndole a Fox “cállate chachalaca”, al final la expresión “No a la intolerancia”. El spot solo duraba 19 minutos pero volvía a exhibir a AMLO con esa frase corriente y ofensiva al presidente de México.
Las personas mayores de edad comentaron en muchas ocasiones (aun siendo del PRI), que nunca antes se había escuchado que alguien ofendiera al presidente de la república, por lo que López Obrador se vino abajo, porque junto con ese spot se acuñó la frase que lo acusaba como un peligro para México que se volvió viral.
El mismo fenómeno de los electores se puede presentar en los distintos niveles de gobierno.
NECESITAMOS POLÍTICA DE ALTURA EN VERACRUZ, SIN TANTO PROTAGONISMO
Ese antecedente en la historia reciente de la política de nuestro país, debiera ser tomado en cuenta en estos días en el estado de Veracruz, cuando vemos que las expresiones han ido subiendo de tono por parte de algunos actores políticos, hacerles ver que ya quedó demostrado que ese estilo no fortalece la imagen de ningún político y a ningún personaje.
La gente en general no disfruta esas confrontaciones, por el contrario en forma espontánea las rechaza, porque espera de nuestros políticos acciones propositivas y no esos escenarios de excesos protagónicos.
Más mesura han insistido los empresarios y se requiere más madurez en esos señores que a pesar de los años que llevan en la política, no han demostrado en la práctica su capacidad para resolver de una vez por todas sus propias diferencias, aun siendo del mismo partido político.
La pluralidad de opiniones es esencial en una democracia, aunque los que las presenten sean de un mismo partido, pero no es una discusión particular cuando se mencionan esas divergencias en los medios de comunicación, y se provocan situaciones que incluso, pueden llegar a perjudicar a terceros.
La política no es un espectáculo, porque según la Real Academia, la palabra espectáculo hace referencia a una función o diversión pública celebrada en un teatro, en un circo o en cualquier otro edificio o lugar en que se congrega gente para presenciarla, y a cualquier cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros efectos más o menos vivos o nobles.
La política es algo serio, de respeto y se realiza con el objeto de atender las necesidades del pueblo, al menos así la he considerado de manera personal.



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