28 de Abril de 2024
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Al 2016
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2015-12-31 - 09:03
A José Duayhe Villaseñor, mi hermano

Despedir 2015 es alentador; algo se va, algo nos queda.
Comprende deseos de lo que a casi a diario se dice con quienes se convive: que te vaya bien, saludos, me hablas, nos vemos, abrazo, cuídate. Aun cuando son frases o lugares comunes llevan lo suyo emocional aun con los cercanos y lejanos, lo cual suele cobrar más fuerza al concluir el último día mientras el invierno sigue, como finalmente todos, su curso, al nuevo año.
En el inter cobran mayor peso los afectos hacia los familiares próximos y los que a causa de las distancias y los destinos diferentes, por voluntad o circunstancias, se han alejado; incluso, de los que de plano se han esfumado indiferentes. De todas formas son otros y somos otros.
Renuevan valor en estas fechas familiares y amigos que ya se han marchado por siempre, los que quisimos o nos quisieron, sin más.
Los amigos constantes estarán con afectos a prueba de todo, sin distingos de ningún tipo.
Los nuevos, que se van construyendo, aparecen quizá por allí, sin ser ajenos ya.
Son las aproximaciones diarias, permanentes, que cumplen como el año, su fin y el nuevo con muy renovadas expectativas, aunque el invierno siga su curso: igual allá vamos y nos llevan.
Hace poco hubo oportunidad de conversar con dos amigos de la infancia y los primeros años juveniles en un México que de apacible provincia emprendió lentos y rápidos cambios. Afortunadas conversaciones con tonalidades de voz distintas, aunque lo importante es que pareciera que ayer nos acabáramos de despedir con un que te vaya bien. Eso vale en la existencia.
En cuanto al ámbito externo, el que condiciona, rige, atrae, repele, abruma y nos hace seguir, resta de las sumas de fin anual. Los mismos medios de comunicación registran una disminución sustantiva de noticias salvo las extraordinarias. Es el periodo vacacional de intensa vida social y como se refiere líneas arriba, familiar.
Poco se sabe o interesa si el presidente cena en su casa, si el gobernador se fue de vacaciones, si los congresos legislan, si policías aporrean a jubilados o pensionados en Veracruz; si emboscaron a un narco en Michoacán, si Luis Miguel anda en el mediterráneo o Shakira la va al Real Madrid, son noticias que se diluyen en el efusividad decembrina.
Algunos viejos y colmilludos políticos hacían en estos tiempos de las suyas cuando subían combustibles o impuestos, pocos se enteraban y ya se repelaba hasta el mes de enero en una sociedad que si bien no es del todo resignada, tampoco es de movimientos masivos como se ha visto en Brasil o España o Francia.
Al país este año lo salvan las universidades, la reforma educativa en marcha, el control inflacionario, los premios nacionales e internacionales, los acuerdos contra la contaminación muy bien vistos y lucidores, hasta la Secretaría de Cultura, las leyes anticorrupción (a ver si ahora sí)
Por no dejar solamente en la agenda pendiente: El gobierno federal emprende la mitad sexenal con reformas en marcha; gobiernos estatales y municipales que aún trampean con las cuentas; congresos a modo; jueces que no se ven; elecciones en 13 estados; la visita del papa Francisco; el debate sobre el uso lúdico y medicinal de la mariguana; precios petroleros alicaídos; precios de combustibles fluctuantes cada mes; una economía de alta manufactura creciente en el centro y norte del territorio; un campo altamente tecnificado y uno abatido; contaminación de ríos, lagunas y mares; una pobreza que ya conocemos; esa inseguridad nuestra de cada día; así, comenzamos el 2016, que puede ser frente a contingencias tan positivas o negativas, altamente aprovechado.
Mientras y fuera de lugares otra vez comunes o frases hechas, lo mejor este 2016 a los amigos, a los nuevos amigos, a los familiares todos.

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