Es cuestión de que el calendario termine de desprender una hoja del 2015 y 13 más del 2016 para que el priísta Héctor Yunes Landa se convierta en candidato a la gubernatura por Veracruz en una periodo único de dos años para homologar el calendario electoral estatal con el federal, lo que no garantiza que sea el próximo gobernador.
Héctor Yunes estará sujeto a dos condiciones; el espíritu de su campaña y, el factor externo o más bien interno, que representan la fuerza en desacuerdo para que sea el candidato.
En el primer tema, Yunes Landa está obligado a arreciar su discurso en contra de la corrupción, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y arribismo para consolidarse como el rebelde de casa que quiere poner orden. Tendrá pues que retomar la perorata que emitió en su informe de actividades allá en el WTC de Boca del Río y, agregar nombres y cargos porque él sabe bien quiénes son y donde están.
En la segunda condición, que no depende de él, Héctor está sujeto a caprichos, berrinches y acciones que lo ubican en estado de vulnerabilidad de quienes, todavía ostentan el poder y tienen la capacidad de hacer travesuras durante la virtual campaña.
En los próximos 15 días, el aún senador deberá mantenerse con pies de plomo, un paso en falso y puede morder el polvo y quedarse en el ya merito, su actitud se mantiene vigilada con varias lupas las 24 horas del día, él lo sabe y cuida cada movimiento y cada llamada, “éste está alambreado” dice a sus interlocutores cuando habla por teléfono, propone hablar personalmente en cualquier horario pero todo personal.
La seguridad de su persona tampoco la confía a nadie, incluso devolvió los elementos altamente capacitados que un buen amigo suyo le proporcionó hace seis meses, “no quiero que ellos me pongan”, dijo a su amigo.
Sabe que, paralelo a su virtual candidatura están otros candidatos con sello de independientes pero que es evidente que alguien con bastante poder les ayuda en financiamiento y estructura para mantenerse como Plan B, ahí entran los nombres de Juan Bueno Torio y Elías Miguel Moreno Brizuela; con Morena, Cuitláhuac García y como independiente forzoso, Gerardo Buganza Salmerón.
Todos los nombres anteriores le apuestan a la política, esa política cambiante y sorprendente que hace efectiva la prédica para que del plato a la boa se caiga la sopa, la apuesta es por hallar las condiciones de ser los alternos por eso buscan legitimarse en la opinión pública para venderse en el momento indicado.
Ya en la competencia real, Héctor Yunes Landa tiene enfrente a su primo hermano, Miguel Ángel Yunes Linares, lo que significa una dificultad más para su carrera por la gubernatura, ya que llevará exactamente el mismo discurso a la campaña, con la diferencia de mayor credibilidad, o al menos desde otras siglas partidistas del gobierno.
Por lo pronto, lo que queda demostrado que es el trampolín ideal para la gubernatura es el Congreso de la Unión; así se consigna al menos en los últimos tres gobernadores constitucionales de Veracruz, Miguel Alemán, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, los dos primeros provenientes del Senado y el tercero de la Cámara de Diputados.
Por esta lógica, los diputados federales; Erik Lagos Hernández, Adolfo Mota Hernández y Jorge Carvallo Delfín no pierden la esperanza de que un golpe de timón les favorezca en la decisión del PRI para ser candidatos al gobierno de Veracruz. En tanto, José Francisco YunesZorrila se autodescartó.
LOS PRESIDENCIABLES
Para los posibles aspirantes a la candidatura presidencial de 2018, como Luis Videgaray, Aurelio Nuño, Miguel Ángel Osorio Chong, Rafael Moreno Valle, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador, los integrantes de la actual legislatura en la Cámara de Diputados serán un factor que los ayude tanto a captar votos de sus correligionarios, como a incidir en los demás electores a través de la gestión en estados y municipios, o bien se convertirán en los grandes electores al interior de sus partidos.
Al respecto, el presidente de la Mesa Directiva, Jesús Zambrano, y el vicecoordinador del PAN, Federico Döring, explicaron la importancia de contar con diputados afines para proyectar su imagen a escala nacional. Coincidieron en que muestra de ello son las candidaturas presidenciales alcanzadas por el panista Felipe Calderón y el priista Enrique Peña Nieto, en las que los entonces diputados Margarita Zavala y Luis Videgaray tuvieron un papel primordial.
Por su parte, el vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, señaló que pensar en números en este momento “es especulativo”, y que en su partido la candidatura a la Presidencia, “a diferencia de una municipal o una gubernatura incluso, no cuentas cuántos tienes, sino cuántos no están en contra, cuántos pueden sumarse a tu consenso, cuántas cualidades te conceden todos”. Por ello, sostuvo, “no estamos hablando de un asunto que se reduzca a éste tiene tantos y éste tantos, quién tiene más, estamos hablando de una candidatura que se construye con base en el consenso, en las opiniones que une y no en las opiniones que tiene”.