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La ‘alternancia’ priista
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2016-01-15 - 09:04
Decían que nada ni nadie les iba a marcar y apresurar los tiempos de la agenda de su partido, el PRI, pero resulta que la reunión con los aspirantes priistas a la gubernatura de Veracruz que inicialmente se había convocado para la noche de este jueves en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), se adelantó nomás… ¡siete horas!

Además, según trascendió ayer, no sólo llegaron al mediodía a la sede partidista de la avenida Insurgentes en la ciudad de México los cuatro aspirantes del tricolor que habían firmado previamente el Acuerdo de Unidad, sino que también arribaron Tomás Ruiz, secretario de Infraestructura y Obras Pública, y los diputados federales Jorge Carvallo Delfín y Adolfo Mota Hernández, quienes hicieron tremenda rabieta luego de que el gobernador Javier Duarte dio a conocer el domingo pasado, a través de su cuenta de Twitter, el documento signado únicamente por los senadores Héctor y Pepe Yunes, y los diputados Alberto Silva Ramos y Erick Lagos Hernández.

A los seis militantes del tricolor que aspiran a sucederlo se sumó el gobernador Duarte, y se agregaron también los delegados estatal y regional del CEN del PRI, Jesús Medellín y Manuel Cavazos Lerma. La convocatoria será expedida este viernes 15, no obstante que Silva Ramos, dirigente estatal priista, había reiterado en un comunicado difundido el día anterior, que el documento con las bases y requisitos estatutarios para la elección interna del candidato a la gubernatura sería emitido hasta la tercera semana de este mes.

La tarde de ayer, mientras era redactada esta columna, el trascendido confirmaba la virtual postulación como “candidato de unidad” del senador Héctor Yunes Landa, quien, como ya se sabe, nunca fue el aspirante priista favorito de Javier Duarte para sucederlo en la gubernatura.

Sin embargo, las circunstancias –pero por supuesto que también la tenacidad, el activismo permanente y la estructura de Alianza Generacional que Yunes Landa fue fortaleciendo para su causa desde el sexenio pasado– han terminado por colocar al legislador nativo de Soledad de Doblado como la opción más viable para el PRI pese al rechazo inicial del grupo en el poder, que originalmente arribó en 2004 con el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y luego, desde 2010, continuó con Duarte de Ochoa.
Y es que aunque el diputado Silva Ramos, presidente del CDE del PRI –considerado el verdadero “delfín” de Duarte–, ha tratado de minimizar a la recién avalada alianza PAN-PRD que presuntamente desde el gobierno estatal trataron de hacer abortar, lo cierto es que dicha coalición de izquierda y derecha sí le representa al grupo gobernante, sobre todo a sus miembros más corruptos, un serio riesgo para sus intereses patrimonialistas y tranquilidad personal, ya que quien se perfila como virtual candidato de ese frente opositor es Miguel Ángel Yunes Linares, el cual también tiene mucha cola que le pisen pero cínicamente viene manejando un estridente discurso contra la impunidad de los funcionarios que están por irse y que le podría funcionar para cachar decenas de miles de “votos de castigo” contra la administración estatal.
Así que ante la seria amenaza de que la alianza PAN-PRD encabezada por Yunes Linares pueda romper por fin la hegemonía priista que durante 86 años ha ejercido el poder en Veracruz, al grupo de Herrera Beltrán y Duarte de Ochoa no les habría quedado de otra más que aceptar la “alternancia” pero al interior del PRI, cediéndole el paso a Héctor Yunes para “prestarle” la próxima gubernatura para una fugaz gestión de sólo dos años.
El problema para Yunes Landa es que saldrá a hacer campaña con camisa de fuerza, condicionado a no echar mano del discurso crítico que hasta hace unos meses vino manejando contra la administración duartista y que lo fue colocando como el mejor aspirante priista, bien visto inclusive por algunos simpatizantes de la oposición.
En cambio, su primo hermano tendrá toda la libertad para arremeter en contra de los gobiernos de Herrera Beltrán y de Duarte de Ochoa, reprobados por el grueso de la ciudadanía veracruzana a causa de los altos índices de inseguridad, de la corrupción y enriquecimiento inexplicable de algunos de sus funcionarios, así como por la elevada deuda pública que ha retrasado los pagos a contratistas y proveedores; de las pensiones, sueldos y prestaciones a la burocracia, y de los subsidios a la Universidad Veracruzana.
Ha trascendido, por ejemplo, que este miércoles 13 en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) se habría convocado a todos los jefes y directores administrativos de las dependencias estatales para notificarles acerca de algunos ajustes al gasto corriente que están por realizarse, entre ellos un fuerte recorte a la nómina gubernamental.
Según información extraoficial, ¡estarían por despedir a alrededor de 4 mil empleados!, cuyos votos –¿multiplicados por cuántos más, si se incluyen los de sus familiares, vecinos y amigos más cercanos?– podrían ser de “castigo” para el candidato del partido que gobierna Veracruz.
Lo mejor que les podría pasar es que todo esos sufragios antipriistas se diversificaran entre otros partidos y candidatos de oposición, y no fuera captado por Yunes Linares, de la alianza PAN-PRD. Porque, entonces sí, ¡que Dios los agarre confesados!

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