SE DICE y con mucha razón que la reunión de ayer entre el dirigente nacional del PRI, y algunos de los principales actores políticos de Veracruz, los dos senadores priistas de la república, el líder estatal del PRI, así como el coordinador de la bancada priista en el Congreso federal, podría ser el último cónclave político que se realiza antes de que se publique la convocatoria para elegir, internamente, al candidato priista a la gubernatura del Estado.

Con esta encerrona, termina, por así decirlo, la serie de manifestaciones encontradas dentro de un panorama político muchas veces enrarecido que la mayoría de los veracruzanos, nunca entendieron, porque se trataba de una lucha entre grupos políticos y poderes establecidos que echaron toda la carne al asador para meter a sus respectivos aspirantes a esta importante posición política, dentro de un estado, considerado, políticamente hablando, de los más sobresalientes dentro de la federación.

No está por demás decirlo. Al presidente de la república, aunque no lo parezca así, nunca ha dejado de tener pendiente la solución del caso Veracruz, porque se sabe muy bien a nivel nacional, la enorme repercusión que podría tener una derrota del tricolor, que afecte, necesariamente, a los proyectos políticos del propio mandatario nacional, para cuando, sin duda, tenga que ponerse a pensar en serio sobre el sucesor en la Presidencia de la República.

Por eso, el acuerdo de ayer, en la sede oficial del tricolor, era necesario, y no tan solo para dejar claro quién será el candidato a la gubernatura del estado, sino para fijar los acuerdos relativos a la unidad que el mismo dirigente nacional ya había venido a pregonar aquél veinticuatro de octubre, durante la toma de protesta de Alberto Silva Ramos, como nuevo dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, con una serie de desacuerdos dentro del mismo partido y manifestados a través de las diversas opiniones vertidas en este entonces.

Con esta reunión, se presume cierta reconciliación política, tal y como parece haberla difundido ayer mismo por el propio dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, que ni tardo ni perezoso, comenzó a twitear que todo estaba listo para la nominación del candidato, lo que significa, de alguna manera, que no pasará la tercera semana de este mes, como se había adelantado, como fecha límite para tal decisión.

Basados en estos recientes acontecimientos políticos, realizados en el altiplano, ya no queda duda de que la convocatoria saldrá publicada, posiblemente, mañana sábado para comenzar las tareas del proceso interno del tricolor, principalmente, con la serie de adhesiones para el candidato que en estos momentos, todo indica, que ya se encuentra preparado. Hasta donde se sabe, sigue siendo Héctor Yunes Landa, el personaje que por fin verá cumplidos sus sueños, aunque sea por un periodo de dos años, gobernando a la entidad veracruzana, cumpliéndose, de la misma manera, parte del proyecto que fue formulado por los dos contendientes más adelantados en esta carrera por la sucesión, es decir, el propio Yunes Landa, y Pepe Yunes Zorrilla, que ha jugado un papel importante en este proceso electoral, de cuyas acciones se desprende gran parte de los resultados que se tienen hasta ahora.

Ya se verá, sin duda, si los acuerdos de unidad, firmados ayer, se cumplen al pie de la letra o se sigue en la misma tendencia política de dividir, definitivamente, al Partido Revolucionario Institucional, tal y como le ha perecido a la opinión pública de todo Veracruz, y gran parte de la clase política que se mueve en la ciudad de México.

Los acuerdos de unidad ya fueron concretados, pero hay dudas, todavía, de que la conformidad, entre quienes aspiraron y no llegaron, pueda ser, verdaderamente asimilada al grado de que sus operaciones políticas puedan ser, como se dijo, para el candidato del PRI, sea quien sea.

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SIN DUDA, EL QUE persevera, alcanza.

Así lo dice la sentencia popular que con gran sabiduría, establece que si una persona es constante en sus objetivos, trabajo permanentemente en sus ideales y creencias, sin importar que sean o no políticas, llega, finalmente, a concretarlos.

Y eso parece ocurrirle a Héctor Yunes Landa, quien, finalmente, será ungido como el candidato tricolor a la gubernatura del estado.

Como ya habíamos dicho en varias ocasiones, los dos senadores priistas de la república, Pepe y Héctor, eran los personajes más idóneos para alcanzar esta importante oportunidad. Ahora se sabe que uno de los dos, ya se convierte en el representante del PRI, para buscar la primera magistratura del estado.

Todo indica que no hay vuelta de hoja. Fue lo más sabio, lo más conveniente para el Partido Revolucionario Institucional, que con esta decisión comienza, también un proceso de fortalecimiento político, después de que las pugnas políticas lo convirtieran, prácticamente, en un partido de mero trámite.

Los acuerdos tendrán que respetarse, pues con ello, se abona a la unidad política de todos los priistas de la entidad, los cuales quedaran satisfechos con la solución y trabajaran para lograr la victoria constitucional el próximo mes de enero.

El trabajo, desde ahora, tendrá que ser por todas partes, con la finalidad de que las elecciones arrojen un resultado inobjetable, es decir, que no genere posibilidades de que se tengan que interponer reclamos ante la autoridad electoral competente, desechando cualquier duda que pudieran existir al respecto para no caer en un pleito judicial que haga nuevamente enrarecer el panorama político de la entidad veracruzana, considerando que esta posibilidad, por el momento, ya terminó.

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LA CONVOCATORIA del PRI, está lista.

Su publicación pudiera ser hoy mismo o mañana sábado, para dar lugar, inmediatamente al registro de unidad, es decir, de un solo candidato, como ya se venía previendo.

Los términos de la misma, fueron redactados en la misma sede del PRI nacional, los cuales fueron dados a conocer ayer mismo, según se sabe, a quienes fueron los principales protagonistas de la firma de los acuerdos de unidad en torno al PRI y al candidato oficial.

Bajo estas condiciones, se presume, que este registro podría ser mañana sábado, si es que otra cosa no sucede, pues ya no hay pretexto alguno para seguir retrasando este acontecimiento político, sabedores de que el tiempo apremia, no por los términos legales que corren para este proceso, sino por la necesidad que tiene el tricolor para unificar a la base priista, la cual y justo es reiterarlo, se siente marginada en estos momentos, después de que solamente unas cuantas personas se volvieron propietarios del proceso interno.

Así, comienza, sin duda, una nueva era en la historia política de Veracruz.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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