Convertida la capital del estado en la manzana de la discordia, la de los otrora 83 mil votos para el PRI, 60 mil para el PAN, 23 mil para Morena y 2 mil para el PRD, es hoy tierra de nadie.
Rectifico, tal vez lo sea pero para el PAN-PRD con Cynthia Lobato a la cabeza, si el PRI se equivoca en la selección de su candidato.
Y es que una vez descartada la acariciada posibilidad de que Américo Zúñiga solicitara licencia a la alcaldía para amarrar el triunfo de la plaza y después fortalecer a Héctor Yunes Landa desde su liderazgo en el Congreso del estado, la terna conformada por Corintia Cruz Oregón y Adolfo Toss aleja cualquier posibilidad de triunfo para el tricolor.
Los aspirantes arrastran una cuestionada cauda, etiquetas que les impide avanzar, lastres –dirían los clásicos- que hunden al PRI y derrotas garantizadas.
De la dama mucho se ha escrito y hablado por tanto la obviedad obliga a concluir que difícilmente el selecto electorado jalapeño votaría por ella. El histórico así lo demuestra. Para entrar en el ánimo del electorado se necesita algo más allá que una torta, una playera y una gorra o la bendición del patrón.
Se necesita honestidad, respeto a la ciudadanía y trabajo político.
Del joven Toss, hombre de modales finos, que inspira respeto por su aparente buen trato, arrastra una historia de acoso cuando fue titular del DIF municipal, de no militancia en el PRI y de extraños derroches de dinero en redes sociales, dinero de sospechosa procedencia.
Es protegido, según él, de Ricardo Ahued quien en realidad jamás ha autorizado tal padrinazgo y trae la fea maña de filtrar ataques bajunos a sus adversarios, a sus mismos compañeros del PRI. Vaya.
Del otro lado del mostrador, sin embargo, se mueve una aspirante que conoce bien la plaza, que ha hecho campaña electoral en dos ocasiones anteriores y que porta un mensaje de inclusión mismo que despierta simpatía entre los jalapeños.
Es Cynthia Lobato Calderón, aspirante a la diputación local por la coalición PAN-PRD, quien -según las encuestas del PRI- va 12 puntos arriba de los arriba citados, mientras Morena se coloca en tercer lugar.
Desde luego que no se puede confiar en los numeritos ya que Cuitláhuac García, quien nunca figuró por ese partido ni por ningún otro, quedó la pasada elección como la gran revelación lo cual lo colocaría en el Congreso de la Unión como diputado federal por Xalapa.
El caso de Cynthia es por demás interesante.
En su proyecto de vida abandera a la mujer veracruzana en sus derechos elementales, cumple con el requisito de equidad de género y coincide con el sentir generalizado de que Xalapa y el resto del estado necesitan un cambio.
“Nuestro estado se encuentra en una situación lamentable que a todos nos lastima”, dice al referir que los ciudadanos pueden hacer la diferencia en este proceso electoral, “por lo que la diferencia radica en que se emita un voto informado”.
Ya por lo pronto la Lobato, quien ya fue diputada, se registró el sábado anterior en las instalaciones del comité estatal del PAN como precandidata por Xalapa rural.
Sus prendas son que cuando compitió por el PAN por la alcaldía de Xalapa obtuvo el mayor número de votos para el PAN, en la misma proporción se dio en el 2009 cuando buscó la diputación y para el próximo cinco de junio buscará de nueva cuenta llegar al Congreso local.
Mientras en el PRI de Amadeo Flores Espinosa –atrapado en el “cuarto de guerra”- se hacen cruces pensando en quien puede dar la lucha no solo a Cynthia, sino a un crecido Miguel Ángel Yunes que cuando toque en campaña la capital del Estado ¡a correr se ha dicho!

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo