EL WORLD TRADE center, -Centro Estatal de Exposiciones y Convenciones-, ubicado en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, tiene, aproximadamente, en estos momentos, un costo cercano a los dos mil millones de pesos.

No sería el único bien que el Instituto de Pensiones, estaría recibiendo del Gobierno del Estado, como pago de la deuda contraída. Existen otros bienes con un costo bastante considerable como el que existe en Coatzacoalcos, dentro de la zona Duport Ostión, cerca de la playa, donde se podría construir un amplio complejo turístico, por ejemplo.

Hay otros más que la misma dependencia gubernamental aceptaría como un proceso viable de pago y que conforme al valor catastral actual, estaría llegando a los ocho mil millones de pesos, que junto con los bienes que actualmente tiene el IPE y la reserva técnica que anda por los mil millones de pesos, se estaría completando una cantidad superior a los diez mil millones de pesos que habrán de constituir el respaldo para un futuro cercano, donde el Instituto, no tendría ningún problema para seguir cumpliendo con sus compromisos, principalmente, los que tiene frente a los pensionados.

Es cierto, actualmente, el Instituto de Pensiones del Estado, viene pasando por serios problemas para cumplir con las pensiones, aunque sin querer justificarse, es un asunto que se está viendo en todos los sistemas de pensiones del país, e incluso del mundo.

Sin embargo, en Veracruz, este problema se ha vuelto viral, debido a las condiciones políticas que se viven, sobre todo, por el desarrollo del proceso electoral que tiene como finalidad la elección de un nuevo Gobernador, que habrá de encabezar la futura administración de dos años.

Con el pago en especie de la deuda existente del Gobierno del Estado, con el IPE, se estaría salvando de la crisis que ha generado el aumento de pensiones y la poca recaudación que se ha tenido por concepto de cuotas de los trabajadores, pues en la actualidad, existen menos contribuyentes y más pensionados, una situación que pudo haber sido previsible desde hace muchos años.

Además, a todo el problema existente en el Instituto de Pensiones del Estado, podría agregarse, de alguna manera, las altas pensiones que consiguieron varios personajes de la propia política veracruzana, que hoy, el IPE, está pagando permanentemente.

Pero volviendo al asunto del pago de la deuda al IPE, se ha considerado que este problema quedaría resuelto para que la institución pueda cumplir, al pie de la letra, con los compromisos contraídos, recibiendo, como se ha propuesto, los bienes materiales que se agregarían al activo de la propia dependencia y aunque, sería, en principio muy difícil venderlos, se optaría por arrendarlos o bien comenzar por un procedimiento diverso que le pudiera generar ingresos suficientes, para que junto con las cuotas de los trabajadores, poder resolver el pago de la nómina de pensionados, que en este momento, asciende a por lo menos cuatrocientos millones de pesos mensuales.

Sin duda, la propuesta ha sido digna de tomarse en cuenta y ya está en manos del congreso local, para que aprobándose, se inicie el procedimiento requerido, salvándose, como se ha comentado, el problema que tiene el IPE, así como todos sus agremiados.

Los prestamos que el IPE ha hecho en los recientes meses al gobierno del Estado, equivocadamente, se han manejado como estrategias políticas, entre ellas, el uso de estos recursos para fines electorales, lo que el mismo director del IPE, Octavio Gil García, afirma que nunca estaría dispuesto a que se hiciera una maniobra de esta naturaleza, pues antes, renunciaría a su cargo.

En este sentido, no hay nada respecto de lo que se ha comentado recientemente sobre el uso de recursos de la reserva técnica que han salido para resolver los problemas de los pensionados, y que, al contrario, el IPE, se verá beneficiado con el pago, en especie, de la deuda pendiente, alcanzando, por ese solo hecho, una histórica reserva técnica de por lo menos diez mil millones de pesos, que tendría como respaldo, para futuras acciones, del propio Instituto de Pensiones del Estado.

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CUATRO CANDIDATOS a la gubernatura, de los siete que en estos momentos siguen haciendo campaña, aspirando a la victoria, se repartirán, propiamente, los votos de los veracruzanos que se habrán de emitir el próximo cinco de junio.

Estos son, en primer lugar, Héctor Yunes Landa, aspirante del PRI, y sus aliados, que en estos momentos encabeza la preferencia electoral en toda la entidad veracruzana. Le siguen Miguel Ángel Yunes Linares, de la coalición PAN-PRD, que sigue, con poco margen del tercer adversario, en segundo lugar y en tercero, Cuitláhuac García, de Morena, que anda subiendo en las preferencias para bajar al PAN-PRD, del segundo lugar.

En cuarto lugar, se cita, a Armando Méndez de la Luz, que independientemente del partido que lo postula, viene haciendo propuestas serias por todo el Estado, además de que su presencia ha generado aceptación, debido, sobre todo, al respeto político con el cual se ha conducido en este proceso electoral.

Quedan fuera de este reparto, en considerables cantidades de votos, los demás aspirantes que no conseguirán una buena tajada electoral, existiendo para ello, diversas razones políticas, principalmente, por no ser ampliamente conocidos en el escenario político estatal.

Se resume que la elección que ya se aproxima, arrojará resultados importantes solamente para los cuatro candidatos ya mencionados al principio, lo que es, por ahora, una coincidencia entre las opiniones generalizadas de los ciudadanos veracruzanos.

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EN LA CALLE, donde se hacen, normalmente, las auscultaciones políticas para saber quién de los candidatos a la gubernatura del estado, se ha colocado en mejores condiciones de la preferencia electoral, también se dice que los ciudadanos veracruzanos, ya no quieren más polémica respecto del proceso electoral, deseando que el cinco de junio haya un resultado con amplio margen de votos del candidato ganador, respecto del que quede, propiamente, en segundo lugar, con la finalidad de que este proceso no se vaya al seno de los tribunales electorales y genere, de alguna manera, otro problema más.

Esto quiere decir, que el candidato que gane, -eso quieren los ciudadanos-, obtenga el mayor número de votos que eviten mayores complicaciones postelectorales.

Aunque este asunto parece ser difícil de concretarse, debido, a que, como lo hemos ya comentado, el voto de los veracruzanos, estará sumamente dividido, es decir, que los cuatro candidatos más sobresalientes, se repartirán la mayor parte del botín electoral, de tal manera, que los porcentajes podrían ser muy cercanos unos a otros.

Sin embargo, la idea que se percibe entre el electorado, es precisamente, que el ganador de las elecciones constitucionales, sea por amplio margen de votos, pues todos coinciden en que esta situación evitaría muchos problemas para la vida política de Veracruz.

Y vaya, que en cierta manera, todos tienen razón.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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