Desde las elecciones del pasado 5 de junio la llamada opinión pública está sin tregua en lo tocante a la vida pública.
Son las renuncias de los dos dirigentes nacionales partidistas; el creciente descrédito de funcionarios y gobernadores; legisladores cuestionados por las ley anticorrupción y de pilón o ñapa como dicen en Veracruz, la reforma educativa en la mira con todo y sus primeros y esperemos últimos nueve muertos, lo que atrae todas las atenciones.
Manlio Fabio Beltrones deja el PRI luego de obtener cinco de 12 gubernaturas en el proceso electoral; admite con todo lo que ello implica retirarse del cargo y revisar a profundidad aciertos y errores con vistas a las elecciones del año entrante y la presidencial del 2018. A todas luces hay escaso entendimiento del ejecutivo federal y el experimentado político sonorense quien sólo dice hasta pronto.
A su vez el perredista Agustín Basave se retira de la presidencia del PRD y vuelve a la diputación federal por el mismo partido, cansado de batallar con las huestes de Jesús Ortega y de otras corrientes que se han dedicado a aprovechar, sin mayores alcances, los logros obtenidos del pasado y las grandes prerrogativas en medio de una fuerte pulverización.
Los senadores y diputados, a su vez, han de poner por encima de toda clase de enredos la transparencia l que demanda una sociedad moderna y globalizada y el sentir de la mayor parte de los mexicanos, que ha de incluir a los empresarios con intereses en el sector gubernamental.
Hay funcionarios y gobernadores que lejos de mirar hacia mejores expectativas del poder político y economías perdurables son objeto del escrutinio social sin tregua, en una descomposición que sí es motivo de críticas de diversa índole, justificadas o no, pues en eso del manejo de los recursos y de las obras públicas –que es donde se maneja el billete fuerte- están de atar, sean del signo que sean y los más afectados son en este caso los de Quintana Roo, Veracruz y Chihuahua, aunque el resto está lejos de tener medias calificaciones.
Y de remate el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, ha de añorar hasta su maestro Emilio Chuayfett, quien es duro pero abierto al diálogo cuando no le queda de otra. Nuño incurre en errores muy frecuentes y hasta enfrente de menores lanza severas descalificaciones a maestros de la CNTE y condena sin par, cuando lo conducente es ordenar las fallas laborales de los maestros –propiciadas por gobiernos anteriores- y entrar de lleno a lo importante que son las técnicas pedagógicas modernas y los contenidos ante la avalancha de información, ciencia y tecnología.
No es para menos y como advierte Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, lo que está en juego es la existencia de ni más ni menos 32 millones de connacionales que están fuera del sistema y con expectativas severamente limitadas y que con esto hay trabajo para rato: “ Por el lado del acceso estamos terriblemente mal: hay seis millones de analfabetas, 10 millones sin primaria, 16 millones sin secundaria –y estos 32 millones son el 43% del grupo de 15 a 64 años de México.
De este tamaño es el gran impulso del estado mexicano, hay que colaborar en la medida de las posibilidades en lo esencial y sobre todo dialogar y recomponer; los maestros disidentes también tienen sus razones, una indudable es el arraigo en las comunidades lejanas de las entidades federativas mayormente marginadas en el sureste y en donde tienes sus respaldos de toda índole, hasta incluso hasta pasar sobre terceros.
Ya se vio la megamarcha de este domingo en la ciudad de México, lo que denota que hay reales y ojalá no insalvables diferencias con la autoridad, por lo cual se verá la real capacidad del secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, en hacer lo que en el fondo demanda la sociedad.
Atraque 1: El gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, anda sin perder un instante de tiempo, en un largo cambio de administración que no se ve muy terso. Este político tendrá que entrarle muy en serio a sus arreglos claros con la federación para obtener recursos necesarios y enfrentar lo que demandan los veracruzanos en primer lugar: empleo y seguridad. Eso está muy por encima de sus claras diferencias con el gobernador saliente.
Atraque 2: El transporte en la Ciudad de México sigue siendo más accesible a los bolsillos sea metro, metrobús, microbús, pues no pasan de los siete u ocho cuando en la mayor parte de los estados es de 9 el costo del boleto. Sigue siendo el área metropolitana no sólo la más poblada sino la más subsidiada.