El beneficio de la duda ha quedado descartado para el virtual titular de la Fiscalía Anticorrupción, Francisco Portilla Bonilla ya que desde que se conoció de su renuncia a la Secretaría General del Congreso Local, ha sido objeto de descalificación, no por sus capacidades o currículo, sino por origen. Pero se habla ya de una rebelión de candidatos.

Sin duda alguna, la farsa de las entrevistas que se programaron para este martes continuará su curso para llegar al jueves de sesión ordinaria y presentar la propuesta, sujetarla a votación y aprobarla con una mayoría calificada del PRI y sus aliados, sin embargo, aún faltan tres días en los que pueden pasar muchas cosas.

La promulgación de las modificaciones constitucionales que se hizo el 10 de junio pasado ara que Veracruz cuente con un Fiscal Anticorrupción, y que armoniza con leyes federales en materia de combate a la corrupción es adecuada, pero llevarla a la realidad en plena transición del Poder Ejecutivo a la alternancia y en conflicto con el gobernador electo, la convierte en dinamita pura en la opinión pública.

Los embates del gobernador electo Miguel ÁngelYunes Linares hacia el gobierno saliente y sus funcionarios, incluyen desde hace una semana al proceso de designación del fiscal anticorrupción. Primero sonó fuerte el protagónico abogado Jorge Reyes Peralta, quien no goza de una reputación precisamente adecuada para el cargo. Aunque es el único que puede despotricar de Miguel ÁngelYunes Linares sin recibir la mínima respuesta.

Pero de pronto, se vino abajo de manera inexplicable, de viva voz aseguró que no se cumplieron con los requisitos que exigió para ser el titular. Nadie supo cuáles fueron sus exigencias, pero lo cierto es que evidenció también a la administración estatal.

Después vino la convocatoria, en la que se registraron 22 aspirantes de los cuales 14 fueron descartados de inmediato en un primer filtro, de los ocho restantes, algunos nada tienen que hacer pero fueron aceptados porque serán quienes sean los primeros en reconocer y tratar de legitimar a Portilla Bonilla, una vez que sea designado por la mayoría priísta del Congreso Local.

Los ocho son: Guillermo Beck Chiquini, Fernando Rojas Calderón, Marco Arturo Rodríguez Nolasco, Manuel Gerardo Basilio de la Vega, Gustavo Adolfo Payán Meza, Ana Luz Herrera Hernández, Juan Manuel Herrera Sosa y el considerado “tapado”, Francisco Portilla Bonilla.

En la tómbola de candidatos, hay de todo, hasta Gustavo Adolfo Payán Meza quien fue despedido por acoso sexual de la Dirección del Medio Ambiente en el ayuntamiento de Boca del Río durante la gestión de Salvador Manzur.

Y aunque se presume que todo está arreglado para Portilla Bonilla, Juan Manuel Herrera Sosa, uno de los aspirantes con mayor preparación académica buscará romper el encanto para impedir que el ex secretario general del Congreso Local, alcance el cargo el próximo jueves.
Los diputados de oposición se han manifestado en tribuna y en los medios de comunicación en contra de Portilla Bonilla porque sería a modo, para evitar que las cuentas del gobierno de Javier Duarte de Ochoa sean revisadas, en el bloque se encuentran los panistas, perredistas, PT y MC.

Y es que, el nuevo fiscal anticorrupción durará cinco años en el cargo y deberá ser elegido por las dos terceras partes del Congreso, según la reforma constitucional promulgada el pasado 10 de junio, y quien sea titular trabajará con el próximo mandatario, Miguel Ángel Yunes Linares (PAN-PRD), durante sus dos años de gobierno de 2016 a 2018 y con quien le suceda ya que el cargo es por cinco años.

Ante la mayoría priísta en la actual Legislatura, los partidos Acción Nacional, del Trabajo, y Movimiento Ciudadano se amotinaron para evitar que se nombre al fiscal anticorrupción, al menos en la persona de Francisco Portilla Bonilla.

En lo legal, poco pueden hacer los legisladores de oposición, con sus votos menos, ya que por encima de todo, la maquinaria priísta hará valer sus votos e impondrá al nuevo titular en pleno ejercicio de oídos sordos, pero dentro la legalidad.

La única esperanza de quienes no están de acuerdo en la designación de Portilla como Fiscal Anticorrupción, es que el impacto de los medios de medios de comunicación generen conciencia en algunos de los diputados del PRI o sus aliados para que al menos se abstengan y la votación no sea suficiente para consumar la intención.

VERACRUZ SANGRA

Desde hace años, Veracruz padece una pesadilla en materia de inseguridad, pero en el pasado fin de semana fue sin duda el más sangriento con ejecuciones a todos horas por casi todo el territorio, sin que exista un sólo detenido.

Es evidente que el aparato de seguridad fue rebasado por mucho, también el de procuración de justicia, también el de prevención al delito, también los valores de quienes cometen las atrocidades.

El saldo de muertes es escalofriante, no existe un límite, no visible al menos, ni siquiera la presencia de la Gendarmería Nacional ha sido suficiente para desalentar a los cárteles del crimen organizado que ganan más espacios e impunidad ante la tibia autoridad que atina apenas a recoger los muertos.

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