Nuestro querido estado de Veracruz hoy vive una situación inédita. Quien estuvo al frente de los destinos de este bello estado no tuvo la capacidad para administrar los millonarios recursos de cada ejercicio fiscal que le tocó disponer.
Javier Duarte de Ochoa con todo y su doctorado en economía que siempre puso por delante creyó que los pesos y los centavos depositados en la tesorería del estado eran parte de su patrimonio personal y no dudó en disponer de ese dinero para adquirir una interminable lista de propiedades en el estado, en otras partes del país, en Estados Unidos y en Europa.
Javier Duarte se dio vuelo comprando bienes inmuebles en todos lados, acrecentando su fortuna en cuentas bancarias, adquiriendo joyas de muy alto valor, caballos pura sangre, vehículos de todas las marcas, yates y tantas cosas de valor que al momento no se han terminado de cuantificar.
Y como se sentía muy listo en eso de convertirse o de intentar convertirse en uno de los hombres más ricos del país, ordenó, dispuso que muchas de esas propiedades fueran adquiridas y manejadas por sus cercanos amigos en calidad de “prestanombres”, para evitar que sus paisanos sospecharan de su honestidad.
Difundía las fotos en Casa Veracruz comiendo y tomando de los mejores vinos y de los mejores manjares, y gustaba que le tomaran las fotos cuando reía a carcajada abierta de todas sus ocurrencias, todas aplaudidas por sus compañeros del gabinete, sus aliados del Congreso Local y por supuesto, de sus amigos que le sirvieron de “prestanombres”.
Pensó que había hecho el juego perfecto como el de los grandes tahúres que ganan mucho dinero en una sola noche haciendo trampas sin que sus contrincantes se den cuenta, pero de pronto todo empezó a salir mal.
Quiso imponer por sus pistolas a varios amigos de su gabinete, con quienes había crecido en el ejercicio del poder, Salvador Manzur, fue su primera carta para heredarle el cargo, pero un error le costó el cargo en la Secretaría de Finanzas al ser filmado por una “mano amiga” en un evento con un nutrido grupo de operadores políticos, quienes se encargarían de operar las elecciones municipales del 2013, ante el escándalo provocado no hubo de otra más que destituirlo de la Secretaría de Finanzas; y luego se siguió con la locura de querer poner al diputado federal tuxpeño Alberto Silva Ramos y en tercera opción al diputado federal de Acayucan, Erick Lagos Hernández.
Los dos senadores priistas Héctor y Pepe Yunes se opusieron a que materializara sus intenciones de convertirse en dictador y con presiones lograron quitarle la candidatura al Gobierno del Estado.
Javier Duarte de Ochoa, sabedor de la terrible situación financiera que enfrentaban las arcas del estado quiso maniobrar para hacer ganar al candidato a gobernador de MORENA, Cuitláhuac García, aunque no lo logró, si fue parte para quitar miles de votos al candidato priista Héctor Yunes Landa, quien finalmente fue derrotado en las urnas por el candidato de la alianza PAN-PRD Miguel Ángel Yunes Linares.
Fue hasta entonces que se dio cuenta de su gravísimo error, y trato por diversos medios de impedir primero que los órganos electorales ratificaran su triunfo, e incluso, en varias ocasiones, alentó la idea de un enfrentamiento violento con policías estatales bajo su mando, que afortunadamente no sucedió.
Uno de sus brazos derechos, Arturo Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública, tuvo que dejar el gabinete cuando le descubrieron una larga lista de insultantes mansiones en el estado de Texas y decenas de empresas de su propiedad y entonces la situación se fue complicando. Hasta finalmente anunciar en televisión abierta su solicitud de licencia al cargo de gobernador.
Javier Duarte de Ochoa es ahora prófugo de la justicia, perseguido supuestamente por todo el aparato justicia del Gobierno Federal, quienes apuestan que de un momento a otro será capturado como cualquier bandido común. Pero no solo eso, su madre, sus dos hermanos, su esposa, sus suegros, y muchos familiares del matrimonio Javier Duarte-Karime Macías se encuentran en la mira de la justicia federal y del Sistema de Administración Tributaria, quienes les han encontrado y les siguen apareciendo propiedades millonarias.
La turba enardecida pide que Javier Duarte no solo sea encarcelado junto con toda su familia sino que se le obligue a devolver todo lo robado.
El gobernador Interino, Flavino Ríos Alvarado, trató por algunos días de llevar un gobierno diferente, hizo algunas giras por diferentes regiones de Veracruz entregando apoyos, tratando de dar un nuevo rostro a la administración estatal a punto de concluir.
Sin embargo, las peticiones de cobro de diferentes agrupaciones, organizaciones, sindicatos, empresarios y presidentes municipales hicieron crisis.
Todos exigiendo cantidades millonarias de adeudos acumulados, todos denunciando ante las autoridades competentes el descarado robo del gobernante y su camarilla.
Desde este viernes, un grupo de alcaldes perredistas fueron la punta de lanza para exigir el pago de las participaciones federales que por ley les corresponde y que la Secretaría de Finanzas de manera “ilegal” tomó para otros rubros, a sabiendas de que se estaba cometiendo un delito, pues esos dineros federales vienen etiquetados directamente a los ayuntamientos.
Lo que aparentemente era una reunión de trabajo para dialogar sobre estos adeudos se empezó a salir de control, Llegó un momento en que los alcaldes de varios pueblos de Veracruz le gritaron en su cara al Secretario de Finanzas el monto de los adeudos y entonces Antonio Gómez Pelegrin, tuvo que aceptar ante las cámaras que la dependencia a su cargo había ocupado el dinero para otros temas y los alcaldes lo cercaron, le gritaron y lo ofendieron. Y Toño Gómez Pelegrin estuvo retenido en unos de los salones del palacio de gobierno junto con el tesorero y el subsecretario de Finanzas, hasta que por la madrugada del sábado, al filo de la 1.30, se pudo escapar de los alcaldes rebeldes.
Y desde esa madrugada, los presidentes municipales tomaron el palacio de gobierno para exigir el pago de los adeudos.
Al movimiento de estos alcaldes se han sumado los del PAN, del AVE y hasta del PRI, diputados locales en funciones y electos del PAN y PRD, legisladores federales, el senador panista Fernando Yunes Márquez y el alcalde de Boca del Rio, Miguel Ángel Yunes Márquez. Y para este lunes 31 de octubre se espera la presencia de casi sesenta presidentes municipales del partido tricolor.
Flavino Ríos Alvarado que este sábado 30 de octubre participó en el homenaje luctuoso de don Fernando Gutiérrez Barrios en la zona conurbada Veracruz-Boca del Rio, ya dijo que el adeudo solo se saldará con los 11 mil millones de pesos que espera le deposite la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, monto total del dinero que ha dicho solo cinco mil millones le tocará disponer para cubrir adeudos y prestaciones de la burocracia, dejando el resto, seis mil millones de pesos, para el Gobernador Electo, Miguel Ángel Yunes Linares, que tomará el cargo a partir del 1 de diciembre.
Este lunes 31 de octubre, en vísperas de la gran fiesta prehispánica de Todos Santos, se esperan que al movimiento de los presidentes municipales se sumen los trabajadores del Poder Judicial, los trabajadores de los diferentes gremios del magisterio, de un importante grupo de empresarios de todos los giros y organizaciones campesinas y sociales para exigir el pago de los millonarios adeudos pendientes.
Un final de administración convertido en un verdadero caos gracias a las estúpidas decisiones que tomó el doctor en economía Javier Duarte de Ochoa, sus compañeros de gabinete y toda su familia.
Lo que sí se puede adelantar es que quienes llevaran mano en este cobro de adeudos serán los presidentes municipales perredistas y panistas que empezaron el movimiento rebelde, dejando al último a los alcaldes priistas, al igual que a los sindicatos y otras agrupaciones sociales, en especial a un grupo de empresarios de la construcción que traen bajo el brazo un rollo de facturas por obras que solo fueron hechas en el papel pero que si alguien investiga son fantasmas como las mismas empresas que inventó el gobernador con licencia Javier Duarte de Ochoa.
Siendo objetivos, ante tanto desaseo administrativo, lo menos que se puede hacer, es que se le permita al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que tomará el cargo este 1 de diciembre, para que ejerza en su totalidad los 11 mil millones de pesos, para que de manera personal liquide lo que tenga que pagar a quienes realmente se les adeuda.

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