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Miguel Ángel Yunes Linares se convertirá en gobernador de Veracruz cuando culmine la media noche de mañana, miércoles 30 de noviembre.
Explicamos en el Claroscuros de ayer la problemática social, política y económica que enfrenta la entidad.
La corrupción en todos los niveles de gobierno es una de las causas de esta crisis.
Empero, dijimos, hay más factores -algunos internacionales, otros nacionales, estatales e incluso municipales- que inciden en que el barco llamado Veracruz –empleamos esa analogía- luzca lleno de huecos, anclado y sin timón.
Los reporteros Maythe Morales Ramos –Notisur- y Sendic Aguirre –El Liberal- publicaron ayer mismo sendas noticias acerca de la Administración Portuaria Integral de Coatzacoalcos.
La llamada APICOAT es uno de los principales aportadores al Producto Interno Bruto del país desde Coatzacoalcos y se liga estrechamente con el corredor petroquímico.
De hecho el ex Complejo Pajaritos -hoy identificado como Petroquímica Mexicana de Vinilo S.A.- propiedad mayoritaria de Mexichem y en segundo lugar de su socio accionario PEMEX, cuenta con un recinto portuario dentro de la APICOAT, organismo que depende de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Insistimos en un dato importante que ya hemos citado en entregas previas de Claroscuros: tras la explosión de la planta Clorados III en Petroquímica Mexicana de Vinilo el pasado 20 de abril, dentro de Pajaritos sólo operan las empresas privadas Inophos, Iquisa y Cydsa.
Cydsa produce la marca comercial de Sal La Fina que se extrae de pozos en Ixhuatlán del Sureste junto con materia prima que Iquisa convierte en cloro industrial.
La API ofrece sus servicios a estas empresas y a otras que traen y llevan en sus barcos productos diversos como granos para el sector económico primario y herramientas, refacciones, adquisiciones del sector económico secundario o industrial.
Parte de las megaestructuras que se importaron para la construcción del Complejo Petroquímico Braskem-Idesa o Etileno XXI –por ejemplo- entraron por el puerto de Coatzacoalcos.
Ahora bien, la principal actividad de la APICOAT se liga al sector petrolero.
El 24 de septiembre pasado el buque petrolero “Burgos” se quemó frente al puerto de Veracruz cargado con 81 mil barriles de diésel, 7 mil de gasolina magna y 16 mil de gasolina combinada.
Tras ser controlado su incendio el “Burgos” volvió a Coatzacoalcos, de donde había partido con su carga de combustibles.
El volumen de transporte y su enorme valor económico nos ofrece una idea del peso local, estatal, nacional e internacional que representa la zona portuaria del sur veracruzano.
Con respecto a su valor internacional añadamos un dato histórico y estratégico: el puerto de Coatzacoalcos forma parte del istmo de Tehuantepec. Es uno de sus extremos.
La parte más angosta de México entre los océanos Atlántico y Pacífico tiene su otra punta en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca.

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En su nota titulada “API reciente la crisis en Pemex”, Sendic Aguirre refiere con la ironía que le caracteriza: “El puerto de Coatzacoalcos se ha visto obligado a hacer promociones como las de ´El buen fin´ porque ha visto una baja en las cifras de la carga anuales (sic), principalmente por la crítica situación económica de Petróleos Mexicanos (Pemex).”
Ovidio Noval Nicolau, director de Apicoat reconoce: “estamos tratando de diversificar las cargas, en virtud de que efectivamente ha habido una baja en la actividad de comercio exterior de Pemex, que afecta las cifras totales del puerto y la afectación no sólo es en petrolíferos, petroquímicos, gas, sino en algunos otros productos como la varita y la roca fosfórica que tradicionalmente importábamos, que se utiliza para la perforación de pozos, y si Pemex no perfora pozos, nadie quiere estos productos…”. (Diario El Liberal del Sur, 28 de noviembre 2016)
Por su parte, Maythe Morales Ramos establece: “Durante la primera mitad del 2016 el movimiento de carga contenerizada al interior de la Administración Portuaria Integral de Coatzacoalcos registró una caída del 4.1 por ciento…”
“De acuerdo a una solicitud de información a través del portal de transparencia, se establece que los tres principales puertos del país han registrado bajas en el movimiento de carga por contenedores, incluyendo al de Coatzacoalcos”.
“Estos puertos concentran 29.3 por ciento de la carga total que se recibe en el país, por lo que la variación a nivel nacional fue de -0.2 por ciento, al pasar de 144.5 millones de toneladas en los primeros meses del 2015 a 144.2 millones en igual período del 2016”.
“El informe establece que el comportamiento negativo en Coatzacoalcos fue consecuencia de la dinámica de su sector trascendental, petróleo y derivados, con 79.6 por ciento del total, que retrocedió 1.5 por ciento; mientras que la caída fue de 17.2 por ciento en Cayo Arcas (Campeche), que sólo depende del movimiento de petróleo y derivados…”
“El descenso representó las primeras pérdidas de los últimos cuatro años, reflejo de la pérdida de ritmo de la economía mexicana. La desaceleración económica que se vive en la parte del sector externo incide, estipula el informe, en menor movimiento de carga”. (Notisur, 28 de noviembre del 2016)

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Hemos mencionado que el retroceso histórico que vive el sector petrolero en todo Veracruz pero de manera particular en zonas que se desarrollaron a su más alto nivel por sus nexos con dicho combustible –Poza Rica y Coatzacoalcos- constituye un daño estructural de la economía estatal.
Hablamos de la pérdida de miles de millones de pesos y de docenas de miles de empleos durante los últimos años.
En el Sur, esta complejidad busca ser resarcida vía las Zonas Económicas Especiales y en el norte a través del fortalecimiento y crecimiento del puerto de Tuxpan.
Estas medidas, empero, no son sencillas ni rápidas.
El tema de las Zonas Económicas Especiales se vincula –más allá de aspectos económicos- con elementos culturales, étnicos porque su implantación atraviesa territorios indígenas sobre todo del lado de Oaxaca.
Remito respecto a este tema al texto del sociólogo mexicano Rodolfo Stavenhagen (+) recién fallecido y quien fuera un especialista sobre el tema y trabajó muchos años para la Organización de la Naciones Unidas (ONU).*
“Se informó que tres de los principales seis puertos de México ostentaron crecimientos anuales: Lázaro Cárdenas, en Michoacán, 2.9 por ciento; Dos Bocas en Tabasco, 29.7 por ciento y Veracruz 4.6 por ciento”. (Maythe Morales Ramos dixit)
En días pasados empresarios de Coatzacoalcos acudieron a una reunión, en Oaxaca, con el funcionario federal responsable del proyecto de Zonas Económicas Especiales: Gerardo Gutiérrez Candiani.
Los capitalistas coatzacoalquenses ligados al sector naviero buscan que el lado veracruzano sea sede de la Zona Económica Especial del Istmo de Tehuantepec.
No hay noticias precisas ni siquiera sobre cuándo se aterrizará el proyecto.
Gutiérrez Candiani dio la nota al anunciar una cuarta Zona Económica Especial que tendrá sede en el puerto de Dos Bocas, Tabasco, cuyo crecimiento en movimientos de carga es el más alto en las últimas estadísticas de los puertos mexicanos.
Dicha ZEE incluirá a Campeche, estado que tuvo en Cantarell el más importante desarrollo petrolero de México durante los últimos 40 años pero ya se agotó y con ello disminuyó su generación de empleos y beneficios a estados vecinos como Tabasco y Veracruz.
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La política es de ritmos, escenarios, cuenta con su lógica ilógica.
La economía, por su parte, tiene vida propia, se alimenta de números fríos y nos muestra sus caricias tiernas o sus colmillos devoradores según la tratemos.
Sí, mañana se va Flavino.
Luego, en automático, Miguel Ángel recibirá el pesado barco que requiere operaciones de gran calado para su reparación y que en dos años –sin duda alguna- no estará en condiciones de moverse ni para el sur, ni para el norte, ni para el este ni para el oeste. Después, ya veremos…

*http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/coediciones/20101117084419/Stavenhagen.pdf



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