Las fuerzas del presidente Bashar al-Assad realizaron recientemente una serie de ataques en Aleppo, alguna vez el centro empresarial de Siria, empleando bombas de barril: bidones de petróleo o cilindros llenos de explosivos y fragmentos metálicos.
Los rebeldes sirios alertaron de una nueva campaña militar en la provincia de Aleppo, días después de que las fuerzas del gobierno aumentaran los ataques aéreos en un intento por recapturar el territorio y sacar a los residentes de las áreas controladas por los opositores.
Los activistas intentan desplazar a los civiles en momentos en que el Ejército trata de tomar la iniciativa en el largamente estancado frente de Aleppo.
“Todas las fuerzas militares en sus bases deberían dirigirse al frente, de otro modo serán interrogados y deberán rendir cuentas", dijeron los rebeldes.
El comunicado advierte a los residentes que vivan cerca de puntos de control o bases controladas por el gobierno sirio, que se marchen en las próximas 24 horas, explicando que esas áreas serán los principales objetivos.
Las fuerzas leales a Assad realizaron avances en zonas controladas por los rebeldes en la segunda ciudad del país, una ofensiva que según muchas fuentes de la oposición se debe a luchas intestinas entre las facciones rebeldes que dejaron más de 2 mil 300 combatientes muertos.
La guerra civil siria, de casi tres años, ha dejado más de 130 mil personas muertas y desplazado a más de seis millones, más de un cuarto de su población.