20 de Abril de 2024
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Desde hace 6 años. *Mujer es franelera.
Trabajaba en un hotel, pero ahora gana lo mismo, hace menos y es respetada

2014-03-08 - 04:28
A sus 50 años, Rubicelia Camacho Hernández labora todos los días como franelera en las calles cercanas al Acuario de Veracruz.
Ella y otras tres mujeres desempeñan una labor ajena a los paradigmas a seguir en la sociedad mexicana; un pantalón de mezclilla deslavado, una camisa roja agujerada son su “uniforme” para efectuar su trabajo, mismo que inicia a las 13:00 horas.
“Antes trabajaba en un hotel, ahí hacía de limpieza, pero mejor me salí desde hace seis años a la calle, gano lo mismo y hago menos, aquí me respetan, somos tres mujeres que nos dedicamos a esto”, expresó.
El metro y medio de franela que ondea de arriba abajo para señalar un espacio vacío combina con la camisa que le obsequiaron sus compañeras de trabajo, el cual consiguió después de renunciar como intendente de un hotel.
“Pedrina”, como la apodó “Chabela”, jefa de todas las franeleras, es poco platicadora, tímida en comentar algo sobre su vida por temor a ser despojada de su único trabajo seguro a los 50 años.
Rubicelia ocupa una cuadra de la avenida Xicoténcatl casi esquina Juan Enríquez, la misma esquina donde se ubica la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Antes de acudir fielmente a trabajar para obtener cinco pesos por vehículo, “Pedrina” asiste a una iglesia del puerto de Veracruz para auxiliar al párroco con labores sencillas, mismas que son compensadas con algunas monedas.
“En la iglesia ayudo al padre con los bautizos, después vengo aquí de una de la tarde hasta las siete o seis, ahorita el mejor tiempo es el fin de semana, ahorita pasó el Carnaval y me fue rebien, sí me gané algo, a ver cómo me va cuando llegue Semana Santa”, cuenta entusiasmada.
Camacho Hernández nació un 14 de marzo en la ciudad de México, pero por “ocurrencias” de sus padres llegó al puerto de Veracruz, a la colonia Carranza, donde actualmente vive una hermana “de ojos verdes que está enferma y necesita un chingo de lana para pagar la operación”.
La joven no profundizó en la enfermedad de su familiar, sólo dijo que le agrada trabajar con “La Chabela”, “La Malena” y “La Chofa”, compañeras de cuadras.

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