La caspa suele ser un problema incómodo para quienes la padecen.

Además de lidiar con la descamación del cuero cabelludo que se hace evidente en los hombros cuando se usan prendas oscuras, los pacientes tienen que soportar síntomas como prurito o comezón, enrojecimiento cutáneo y adelgazamiento y caída de cabello.

"Lejos de ser sólo un problema cosmético tiene implicaciones de salud importantes", señala el dermatólogo Mario Amaya Guerra.

"La caspa es la descamación o caída de células muertas de la piel por algún proceso inflamatorio o infeccioso, principalmente de la piel cabelluda, aunque también puede afectar cejas, pestañas, área de la barba y bigote".

El término científico es dermatitis seborréica, la cual se manifiesta visualmente a través de la caspa. Sus causas no son exactas, pero los cambios hormonales, un sistema inmunitario debilitado, la falta de ciertos nutrientes y problemas del sistema nervioso son considerados factores de riesgo.

Dentro de las causas más comunes destaca la infección crónica ocasionada por la presencia del hongo Pityrosporum ovale y la presencia de enfermedades como psoriasis y pediculosis (piojos). Otras causas se relacionan con el uso frecuente de productos que pueden irritar la piel cabelluda como champús y jabones alcalinos, tintes para el cabello y geles o aerosoles con alcohol.

Los cambios estacionales, la exposición solar prolongada y las dietas deficientes en zinc también inducen una dermatitis seborréica. Incluso, ciertos fármacos como cloropromazina y litio, y padecimientos como vih y Parkinson, favorecen su aparición.

Controla el padecimiento
La caspa es un problema crónico, por eso es importante que el paciente visite un especialista para determinar la severidad de su caso y la mejor solución a seguir.

"El tratamiento puede incluir desde champús con ph ácido a base de ácido salicílico, sulfuro de selenio o piritionato de zinc, hasta antimicóticos como el ketoconazol, tanto tópico como sistémico", comparte Amaya Guerra.

Los productos con esteroides deben usarse de manera racional y bajo supervisión médica, ya que pueden ocasionar atrofia de la piel cabelluda.

Para saber
Si padeces dermatitis seborréica evita:
Bañarte con agua caliente.
Usar enjuagues y acondicionadores alcalinos y grasosos.
Exponer tu cabeza directamente al sol.
Cubrir tu cabeza con gorra o sombrero.
Recurrir a productos milagro.
Rascarte excesivamente.