Al recibir el grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz como reconocimiento a su destacada trayectoria en el ámbito médico, amplia vocación humanista y de servicio a sus semejantes, el neurocirujano Roberto de Leo Vargas agradeció el galardón y expresó que el profesor Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, rector de la institución, es un ejemplo para esa universidad, porque más que un rector es un mentor, un padre, compañero, amigo y un guía para los 75 mil alumnos que tiene la universidad, lo cual no es fácil.

Ante el secretario de Salud del estado, Fernando Benítez Obeso, representante del gobernador Javier Duarte de Ochoa; de su esposa Ana María Espíndola Sevilla, de su hijo y de la señora Guillermina Martínez de Zúñiga, esposa del rector de la UPAV, señaló que lo único que le puede dar como médico, como amigo y como ser humano es el agradecimiento y recalcó que de quien más ha aprendido, es de sus pacientes, “y usted ha sido el paciente que más me ha enseñado”.

Por su parte el secretario de Salud señaló el beneplácito del gobernador de Veracruz por el otorgamiento del Doctorado Honoris Causa de la UPAV a Roberto de Leo Vargas de quien dijo que México debe estar orgulloso por él, pues es un profesional de la medicina cuya trayectoria da muestra del compromiso de vocación científica y personal, además de su preparación como especialista en cirugía general y neurocirugía, su brillante carrera en la investigación, su participación en las más reconocidas asociaciones médicas y en el programa Piensa Primero.

En su momento el profesor Guillermo Zúñiga Martínez, rector de la UPAV, destacó que cuando el ser humano sufre dificultades de salud pide ayuda, atención y amor a los profesionales de la medicina, pero esencialmente sabiduría y humanismo como el del doctor Roberto de Leo Vargas, veracruzano singular que agrega años a la existencia de sus pacientes, porque con sabiduría y prestancia traza lecciones y recobra experiencias de vida entre sus iguales, además de la riqueza de su corazón, mente y voluntad al servicio de la humanidad.

Indicó que merece todo el honor que pueda surgir de los corazones, para manifestarse y afirmar que es el más sublime y talentoso médico de México y América Latina que siempre será muestra de gratitud y aprecio, porque es un ejemplo que deben seguir todos los que practican la medicina, que es la más bella profesión del amor.

Ante un auditorio del Museo de Antropología pletórico, los integrantes del Consejo Técnico Académico de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz le entregaron el reconocimiento que acredita el grado de Doctor Honoris Causa; en tanto que la medalla alusiva le fue entregada por dos de las alumnas más sobresalientes de la UPAV.