El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) estará conectado con el Estado de México, Hidalgo, Puebla, Querétaro y Morelos gracias a la ampliación de tres autopistas existentes y la construcción de dos nuevas.

"El objetivo que esta zona no sólo tolere el Aeropuerto, sino que quede en mucho mejores condiciones. Eso te va a despresurizar mucho el Centro de la Ciudad de México", explicó Raúl Murrieta Cummings, subsecretario de Infraestructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

En entrevista, el funcionario federal explicó que, para atender a los viajeros provenientes del Oriente del Estado de México, Puebla, Tlaxcala e incluso Veracruz, se ampliará el Circuito Exterior Mexiquense, y se dotará de salidas adicionales para que coincidan con el nuevo aeropuerto.

Esta misma vialidad, pero en el tramo proveniente del norte, permitirá atender a los pasajeros provenientes del Norte del Estado de México, Hidalgo y Querétaro.

Los viajeros que salgan desde Morelos podrán ingresar al Valle de México a través de la Autopista Urbana Sur, y después, utilizar la Autopista Urbana Oriente, que se construirá sobre el trazo del Periférico Oriente, hasta llegar al nuevo aeropuerto.

En tanto, los viajeros del Poniente del Estado de México, podrán llegar a través de la ampliación de la Autopista Naucalpan-Ecatepec, si vienen de municipios como Naucalpan y Atizapán, o a través del segundo piso del Viaducto, que conectará con el propio aeropuerto y Santa Fe.

Hasta el momento, la SCT tiene contemplado que el ingreso al nuevo Aeropuerto sea a través de la calle Capitán Piloto Aviador Carlos León, la misma que actualmente lleva a las puertas de la Terminal 1.

Ésta se incorporará a la Avenida 602, ubicada a unos metros en línea recta, y después, a la Autopista Peñón-Texcoco, que será ampliada a 8 carriles.

El funcionario explicó que sólo una parte de estos recursos están incluidos en el paquete de 49 mil millones de pesos para obras complementarias del aeropuerto, calculados por el Gobierno federal, mientras que las otras son contadas por separado, pero ya están incluidas en el Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018.

Admitió que, en algunos casos - muy probablemente con la Peñón-Texcoco, operada por Pinfra - podría otorgarse una ampliación del plazo de concesión original, debido a las obras adicionales que deberán hacer los concesionarios de las autopistas existentes.