La cuarta edición de "La Voz México" terminó el pasado domingo con Guido y Julión Álvarez como grandes triunfadores. Sin embargo, los ecos de la controversia aún no se desvanecen.

En primer lugar, ha sido muy criticada la última intervención de Laura Pausini cuando se apoderó del micrófono y de las cámaras para comprometerse a apoyar la carrera de Kike, su pupilo, con lo cual restó protagonismo a los ganadores y les robó su momento de gloria. En cuanto a Ricky Martin, en "Fórmula Espectacular" se informó que su relación con el productor Miguel Ángel Fox quedó bastante deteriorada pues a lo largo de las grabaciones ignoraba sus indicaciones y tenía desplantes de indisciplina, a pesar de recibir atenciones especiales por tratarse de una estrella internacional.

En el programa radiofónico se agregó que el astro boricua incluso se negó a asistir a la fiesta que se celebró el día de ayer porque deseaba retomar sus actividades y dejar atrás su experiencia en el programa mexicano.

Yuri fue objeto de una reprimenda por parte del productor cuando brindó su apoyo a Natalia Sosa, lo cual significó la eliminación de Frank. Fox alegó que la audiencia mostraba una clara preferencia por el chico y reclamó a la veracruzana porque su decisión podía dañar al concurso. Testigos afirmaron que la discusión subió de tono, aunque Flor Rubio ofreció otra versión: Frank se sentía muy desalentado porque Natalia recibía mucho apoyo por parte de la producción dado que se trata de una artista consagrada en el teatro musical.

Ni siquiera Julión Álvarez se libró del escándalo porque Allie, ex integrante de su equipo, reveló en las redes sociales que la producción le indicaba que debía coquetearle a su coach y cómo debía comportarse con sus compañeros y con los demás jueces. La joven despreció al cantante chiapaneco ante las cámaras y en general su actitud provocó que Televisa la vetara por completo por violar su acuerdo de confidencialidad y mostrarse desagradable, con lo cual puede haber perjudicado su carrera para siempre.