En los últimos veinte años, el ingreso de las familias mexicanas no se ha recuperado.

De acuerdo con el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014, dado a conocer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los ingresos de las familias mexicanas no han crecido en más de dos décadas, lo cual no sólo implica una falla en el desarrollo económico y social del país, sino también que la pobreza no pueda reducirse.

Con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (ENIGH), el Coneval plantea que en 1992 el ingreso corriente per cápita mensual por familia era de 3 mil 322 pesos, y para 2012 bajó a 3 mil 74 pesos, lo cual representa una diferencia de 248 pesos.

El ingreso corriente per cápita son todas las remuneraciones económicas que recibe una familia y a su vez, determinan su poder adquisitivo.

Además, el Coneval utiliza el salario promedio de cotización mensual reportado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) entre 1994 y 2014, relacionado con la economía formal.

Con base en información del IMSS, se advierte una tendencia similar en la que no se ha recuperado el ingreso que las familias mexicanas tenían en 1994.

En ese año, el salario de cotización mensual era de 7 mil 610 pesos y a 2014 es de 7 mil 332 pesos, lo cual representa una diferencia de 278 pesos.

En tanto, al exponer la línea de bienestar mínimo, el Coneval advierte, con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que entre 2005 y 2014 el ingreso laboral de las familias ha perdido poder adquisitivo respecto a la canasta alimentaria.

En 2005, el ingreso promedio de las familias era de mil 996 pesos y ya resultaba insuficiente para adquirir la canasta alimentaria. No obstante, en 2014 el ingreso familiar llegó apenas a mil 494 pesos. Esta situación todavía no se recupera en los meses recientes.