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Su cuñado, el mayor enemigo de Letizia
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2015-03-23 - 11:51
El mayor enemigo de Letizia fue su cuñado Iñaki Urdangarin, quien llegó a enredar en su contra para malear la relación de la periodista con el entonces Príncipe Felipe, según revela la revista Vanity Fair en su más reciente número.

Urdangarin, quien está acusado de presuntos actos de corrupción cuando presidía el Instituto Nóos, se reveló desde un principio como el peor adversario de Letizia, aunque ella no lo supiera.

"Urdangarin siempre fue el enemigo número uno de Letizia, incluso antes de que estallara el caso Nóos", revela a la revista una persona que conoce desde niña a la Reina.

"Ni el rey ni las infantas. Iñaki", afirma la fuente.

Lejos de lo que pudiera pensarse, no era el Rey Juan Carlos, como jefe de la Casa Real, el rival más temible de Letizia cuando aterrizó en el Palacio de la Zarzuela en 2003, en calidad de prometida del Príncipe Felipe.

"Al principio existía un relación cordial, hasta que Letizia supo que Iñaki (Urdangarin) ponía a Felipe en contra de ella", asegura en el reportaje un testigo directo del deterioro de la amistad de los Reyes con los Duques de Palma.

Los correos electrónicos de Urdangarin que fueron revelados durante el proceso judicial, confirmaron las burlas de las que Letizia era objeto por parte de su cuñado.

Vanity Fair dedica la portada del mes de abril a Letizia bajo el titular "La Reina Soy Yo", a fin de ofrecer un retrato más íntimo de la soberana, y detallar cómo ha cambiado su vida desde que Felipe VI fue proclamado Rey, el 19 de junio de 2014.

Una de las personas consultadas por la revista, admite que Letizia y Felipe atravesaron momentos muy malos en su relación antes de acceder al trono.

"Sí atravesaron una crisis. Y gorda. Nos temíamos lo peor", señala una fuente cercana a la familia real.

"Pero si hubo mal rollo entre ambos (Felipe y Letizia), ya desapareció. Ahora van de la manita", indica un ex alto cargo de la Casa Real.

El reportaje desmiente las operaciones de cirugía facial a las que se habría sometido la reina en los últimos tiempos.

"Sólo se ha operado la nariz, jamás se tocó el mentón y es completamente falso, como se ha publicado, que vaya a someterse a una braquioplastia (intervención para tratar la flacidez de los brazos). ¡Pero si es pura fibra!", señalan sus íntimos.

Aunque disfruta haciendo ejercicio: footing o bici, la Reina no tiene entrenador personal.

La madre de Letizia, Paloma Rocasolano, es uno de los pilares en los que se apoya habitualmente la Reina.

"Aunque cuida a su padre, con quien vive, le ayuda con sus hijas", señala una de las personas consultadas por Vanity Fair.

"Nunca hablamos de política. Pero lo que sí te puedo decir es que, antes de casarse con Felipe, era una mujer tremendamente conservadora en lo concerniente al matrimonio. A veces caemos en la ligereza de pensar que alguien divorciado es liberal", asegura Alfredo Urdaci, director de los informativos de Televisión Española (TVE), cuando Letizia trabajaba como presentadora en la empresa pública.

La familia para Letizia es fundamental, precisa.

Al abordar su vida cotidiana, la revista señala que la jornada de la Reina comienza a las 6:15 horas, momento en el que suena el despertador.

Letizia recibe entonces a su peluquera de confianza, la misma mujer que la ha estado arreglando desde sus tiempos de presentadora del informativo de TVE.

Ya peinada, baja a la cocina para preparar el desayuno de sus hijas Leonor y Sofía: cereales, lácteos, fruta e infusiones.

Letizia personalmente despierta y viste a las niñas. Mientras Leonor y Sofía se dirigen al colegio, ella aprovecha para leer la prensa y, si tiene acto oficial, elegir el vestido que llevará puesto.

"Ella misma escribe sus discursos, pero son convenientemente revisados por quienes tienen la responsabilidad de gestionar la institución", asegura su amigo Matías Rodríguez a Vanity Fair.

A lo que no ha querido renunciar Letizia a pesar de su conversión en Reina es a sus gustos y preferencias, como acudir a festivales de música, ir al cine, ver una exposición o quedar con sus amigas en una cafetería para platicar.

"Desde que es Reina sale más que nunca, otro cosa es que los paparazzi no lo documenten. Siempre la fotografían cuando acude al cine, o con sus pantalones rotos, pero en realidad visita muchísimas exposiciones de forma privada sin repercusión pública", indican a Vanity Fair personas de su entorno.

Siendo una mujer franca y con iniciativa, Letizia se ha tenido que esforzar en contener su naturaleza y asumir el papel de segunda fila que le corresponde como Reina, enfatiza el reportaje de Vanity Fair.

"Es una mujer impulsiva, muy directa. Ha tenido que construirse un personaje y acatar que su posición ha de ser neutral. Su papel consiste en estar detrás del Rey. No ser, no sentir, no opinar. Le ha costado mucho trabajo asumirlo", manifiesta Urdaci.

"La vemos mucho más feliz ahora. Pero ella insiste en que sonríe y trabaja igual que antes", concluyen sus allegados.

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