El poeta sueco Tomas Tranströmer, galardonado con el premio Nobel de Literatura en 2011, falleció con 83 años, informó su editorial, Bonniers, este viernes.

Tranströmer, víctima de un derrame cerebral en 1990 que afectó a su capacidad para hablar, exploró en su literatura la relación entre el yo interior y el mundo a nuestro alrededor.

A pesar de la disfasia y la disgrafía profucto de su accidente cerebrovascular, Tranströmer mantuvo la producción de un lenguaje poético del más alto nivel y, a través de la música y la poesía, se sobrepuso a las barreras de comunicación impuestas por el derrame cerebral en su hemisferio dominante.

Tras la parálisis del lado derecho de su cuerpo, decidió seguir interpretando música y aprendió a tocar el piano sólo con la mano izquierda.

Además, su gusto por la ciencia y la entomología lo hizo un personaje memorable. En 2012, su colección infantil de insectos fue motivo de una exposición en el Museo Sueco de Historia Natural e incluso un escarabajo recién descubierto fue nombrado en su honor: Mordellistena transtroemeriana.

Psicólogo de profesión, Tranströmer fue autor de obras como 17 poemas, Secretos en el camino y Para vivos y muertos. Escribió un texto autobiográfico, Visión de la memoria, en 1993, y después publicó poesía breve en Haikus y otros poemas, El gran enigma y Deshielo a mediodía, en 2011, su último libro.