Al menos la tercera parte de los científicos mexicanos migran a otros países, por no poder encontrar plazas para trabajar, ni en la academia ni en el sector privado, expresó Jorge Flores, investigador Nacional Emérito, quien este martes recibió la Medalla al Mérito Universitario, de la Universidad Veracruzana (UV) e impartió una conferencia sobre el avance de las ciencias en México.

Existen al menos diez mil doctores ­hombres y mujeres­ en ciencias, de origen mexicano, viviendo y trabajando en otros países, principalmente Estados Unidos, enfocados a la medicina y a la ingeniería, pues no encontraron, durante la última década, trabajo en el país.

Explicó que durante diez años (dentro de los gobiernos panistas), no hubo apertura de plazas ni en Universidades ni en centros como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, lo que ocasionó que la clase científica tuviera que buscar oportunidades en otros países.

Al año las Universidades del país generan alrededor de tres mil especialistas, con doctorado, en todo el país, quienes pocas oportunidades encontraron en su momento, pese a salir graduados en ingenierías, medicina y otras ciencias, necesarias para el país.

Estas generaciones científicas, dijo, tampoco eran aprovechadas por la iniciativa privada, salvo por algunas empresas que empezaron a aportarle a estas personas formadas en México y cuya educación le costó al país millones de pesos en inversión.

Ahora algunos de los científicos fueron captados por empresas como las de aeronáuticas que existen en ciudades como Querétaro, los complejos industriales de Monterrey y las nuevas empresas de informática en el bajío mexicano.

Dijo que sólo el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) tiene registrados 23 mil nombres de especialistas en diversas áreas que trabajan en universidades, centros de investigación, empresas privadas y otras, sin embargo datos del Instituto Nacional de Migración (INM) detallan la salida de 10 mil personas, egresadas principalmente de medicina e ingenierías diversas, que han salido del país a estancias prolongadas o permanentes de trabajo en otros países de Europa y a Estados Unidos.

Agregó que en fechas recientes se abrieron incluso nuevas oportunidades de trabajo para especialistas de alto nivel, tanto en la iniciativa privada, como en la academia, por lo que incluso las universidades pudieron abrir nuevas plazas y someterlas a concurso para ofertarlas al quien tuviera la mayor
capacidad.