La tercera es la vencida, afirmó Alejandro Solís Cano, aspirante a cursar la licenciatura de Derecho en la Universidad Veracruzana (UV).

Recordó que en las anteriores ocasiones se ha registrado y presentado el examen del Ceneval sin tener éxito, pese a que se ha preparado con cursos propedéuticos y el estudio de diferentes guías.

Comentó que estos tres últimos años, tras egresar del bachillerato en Naolinco, se ha dedicado a trabajar con su tío en los quehaceres del curtido de piel para la elaboración de calzado; aseguró que si en esta ocasión los resultados no le favorecen dejará el trabajo diario para comenzar su formación profesional en una universidad privada, ya que parte de su sueldo lo ha ahorrado para este momento.

“Pues yo he buscado la UV porque es lo mejor en educación en el estado; pero ya es la última vez que le intento, y tengo confianza en que logre el ingreso porque me he preparado, como va agarrando uno callo en esto y como dicen, la tercera vencida”.

Solís Cano consideró que la alta demanda entre la juventud para ingresar a la UV genera que cada año miles trunquen su proyecto académico, y comentó que no ha desaprovechado el tiempo, pues mientras no ha estudiado se ha dedicado a ahorrar.

“Y lo que pasa es que en mi casa somos muchos y no alcanza para todos por igual, somos cinco hermanos, yo soy de los de en medio, y el negocio de mi tío, hermano de mi mamá, no es de los grandes, el sueldo no es mucho; hacemos calzado escolar y botas, por lo que sólo hay dos temporadas al año de ventas altas, julio y diciembre, y en el resto del año hay que írsela sorteando, y así ha sido como yo he juntado un poco de dinero y con eso tengo para iniciar en una escuela particular, ya después ahí iremos viendo”.

Él ya eligió la institución en la que buscará graduarse como abogado si no obtiene un espacio en la UV; “aunque yo creo que sí quedo, sé de muchos que no quedan a la primera ni a la segunda y ya en la tercera lo logran, yo espero que sea mi caso, he estudiado, estoy listo”.

Minutos antes de entrar al aula en la Facultad de Contaduría para presentar el examen de selección, aseveró que se sentía nervioso, pues ya conoce el protocolo; “estoy aquí desde una hora, dormí bien anoche, desayuné bien y estoy listo, algo me dice que ahora sí quedo”.

De lograr el ingreso, piensa pensionarse en algún lugar, pues no tendría que pagar una mensualidad para estudiar, y de inscribirse en una institución privada viajará todos los días de Naolinco a Xalapa para continuar ayudando a su tío en algunos de los quehaceres del negocio y seguir juntando “un dinerito” para los gastos que se le vienen.